Ch¨¢vez visita Madrid en medio de las denuncias por corrupci¨®n contra su Gobierno
El presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez, lleg¨® ayer a Espa?a perseguido por el peor trance de su primer a?o de mandato. Tres jefes que le acompa?aron en los dos cuartelazos de 1992 le acusan de consentir la corrupci¨®n y el tr¨¢fico de influencias en el Gobierno a sabiendas de su existencia, de incumplir su promesa fundamental: la lucha contra la impunidad. Entre dos fuegos, a codazos en su movimiento pol¨ªtico, la determinaci¨®n del gobernante contra la corrupci¨®n del viejo bipartidismo choca con su vacilaci¨®n a la hora de acometer la denunciada entre sus pr¨®ximos.
El mandatario venezolano, que visita Espa?a para participar en un foro para la reconstrucci¨®n de Vargas organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo, ya ha declarado: "Que se encarcele a quien haya que encarcelar".El fiscal general, Javier Elechiguerra, prometi¨® investigar a fondo, pero la oposici¨®n duda de que vaya a hacerlo pues fue promovido en el cargo por el principal implicado: Luis Miquilena, presidente de la Comisi¨®n Legislativa Nacional (CLN), llamada El Congresillo, relevo de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) que funcionar¨¢ hasta las elecciones presidenciales y legislativas del 28 de mayo.
"Pienso demostrarle al pa¨ªs que el ministerio p¨²blico s¨ª investiga. Treinta a?os de mi vida los he dedicado a combatir la corrupci¨®n", asegur¨® Elechiguerra, titular tambi¨¦n del Consejo Moral Republicano (CMR), el quinto poder en la revoluci¨®n bolivariana, cuyos hombres coparon todas las instituciones del Estado. Lo hicieron a caballo de los sucesivos triunfos electorales del chavismo y del poder plenipotenciario de que se dot¨® el 25 de abril de 1999 la ANC, 121 de cuyos 131 esca?os fueron ganados por el oficialismo en las elecciones del 25 de julio de ese a?o. La Asamblea Constituyente redact¨® la rupturista Constituci¨®n aprobada en refer¨¦ndum el 15 de diciembre pasado. Los partidos tradicionales, Acci¨®n Democr¨¢tica (AD), socialdem¨®crata, y Copei, democristiano, fueron barridos y a sus restos se les neg¨® el acceso a las nuevas instituciones.
No obstante las garant¨ªas ofrecidas por el fiscal, las turbulencias causadas por las denuncias efectuadas el pasado 4 de febrero en un nuevo aniversario de la primera asonada contra el segundo Gobierno de Carlos Andr¨¦s P¨¦rez (1974-79; 1989-93) han causado ya desconcierto y fisuras en la coalici¨®n gubernamental Polo Patri¨®tico, y empujones entre quienes en su seno ri?en por las candidaturas a las 23 gobernaciones de Estado, alcald¨ªas o diputados de la nueva Asamblea Nacional (Congreso). "No aceptar¨¦ luchas (...). Vayan a buscar el aliento del pueblo y no a buscar pelea", pidi¨® Ch¨¢vez este s¨¢bado.
El pueblo que vota, mayoritariamente gubernamental, observa la lidia de la quiebra interna por los nuevos poderes, y, por otra parte, la pelea intramuros ya est¨¢ dada. Los cargos contra los principales colaboradores del jefe de Estado, y contra ¨¦l mismo por elevaci¨®n, fueron presentados por el teniente coronel retirado Jes¨²s Urdaneta, director de la polic¨ªa pol¨ªtica (DISIP) hasta su renuncia, en enero. "Esto no es m¨¢s de lo mismo, sino peor", dijo. Su blanco es el octogenario izquierdista Luis Miquilena, prolongaci¨®n de Ch¨¢vez durante el funcionamiento de la ANC, su primer ministro de Interior. Seg¨²n el pliego, contrat¨® a dedo la impresi¨®n de un mill¨®n de ejemplares de la nueva Constituci¨®n en Impresores Micab¨², de la que es "accionista mayoritario".
El contrato habr¨ªa ascendido a 138.000 d¨®lares (algo m¨¢s de 23 millones de pesetas). En esa firma tiene tambi¨¦n acciones el ex presidente de la Comisi¨®n de Justicia de la ANC Manuel Quijada, quien a su vez aleg¨® desconocer la existencia de un contrato que le benefici¨®. El due?o de Multinacional de Seguros, Tob¨ªas Carrero, es amigo de Miquilena, dirige tambi¨¦n la imprenta donde se imprimieron las Cartas Magnas y obtuvo otro contrato m¨¢s importante: las p¨®lizas de los empleados p¨²blicos. Franklin Arrieche, actual presidente de la Sala de Casaci¨®n Civil del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), tambi¨¦n aparece implicado en el esc¨¢ndalo como directivo de la aseguradora, pero argumenta que renunci¨® antes de asumir como magistrado del TSJ.
Blindado "moralmente"
La aseguradora colabor¨® en 1998 en la campa?a de Ch¨¢vez, investido presidente el 2 de febrero de 1999 despu¨¦s de ganar las elecciones de diciembre del a?o anterior. "Yo le garantizo que estoy moralmente blindado", se defendi¨® el mentor pol¨ªtico del presidente. Miquilena afirm¨® igualmente haber renunciado a todos los puestos en el sector privado antes de entrar en el Gobierno.
El ministro de Exteriores, Jos¨¦ Vicente Rangel, e Ignacio Arcaya, titular de Interior hasta su nombramiento como embajador ante la ONU, fueron citados por Urdaneta como proclives al clientelismo y vicios del bipartidismo que arruin¨® Venezuela durante sus cuarenta a?os de hegemon¨ªa.
Hecha a?icos la oposici¨®n tradicional pese al intento del constituyente socialdem¨®crata Claudio Ferm¨ªn de resucitarla con la presentaci¨®n este fin de semana del movimiento Encuentro Nacional, y negando Miquilena, Rangel y Arcaya haber cometido delito alguno, el militar de las denuncias se ha constituido en el primer opositor de Venezuela esgrimiendo las grabaciones telef¨®nicas y el material conseguidos como titular de la DISIP.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.