Aprender espa?ol, lo primero
Las Aulas Temporales de Adaptaci¨®n Ling¨¹¨ªstica permiten la posterior integraci¨®n de los escolares extranjeros
AULASEn el Colegio P¨²blico Las Lomas, de Roquetas de Mar (Almer¨ªa), trabajar para inculcar en los menores los valores de la convivencia, la tolerancia, la comprensi¨®n o la solidaridad, parece un juego de ni?os si se atiende a la armon¨ªa con la que comparten travesuras chavales gitanos, payos e inmigrantes. En el centro hay 750 alumnos matriculados. De ellos, unos 90 son ni?os gitanos y m¨¢s de 60 son inmigrantes. "Nunca hemos tenido ning¨²n problema", explica su director Juan Carlos Ruiz.Nunca han tenido ning¨²n problema, pero s¨ª tuvieron que plantearse hace unos a?os el modo de romper la barrera del lenguaje con la que tropezaban los chavales marroqu¨ªes, senegales, guineanos o rumanos que llegaban a Almer¨ªa sin hablar espa?ol.
Y pensando en el modo de solucionar el problema, para poder ofrecer una integraci¨®n real, surgi¨® el proyecto de las Aulas Temporales de Adaptaci¨®n Ling¨¹¨ªstica, que funcionan en el colegio Las Lomas y en el Jos¨¦ Salazar, de El Ejido desde 1998. A estas dos aulas se sum¨® una tercera, que opera de modo itinerante en la comarca del Levante almeriense.
Mar¨ªa Jos¨¦ Herv¨¢s es la profesora encargada desde que comenz¨® el proyecto de atender a los chavales que pasan por Las Lomas. "Los ni?os son como esponjas. Al principio les cuesta mucho trabajo pero, en cuanto pasa un mes y medio aprenden con rapidez", comenta Herv¨¢s que cuenta con el apoyo de Samir Boussouf, un mediador cultural que le ayuda a entenderse mejor con los estudiantes de lengua ¨¢rabe.
Eduard es un peque?ajo de ocho a?os. Es capaz de no soltar prenda como de aprovechar cualquier descuido de la profesora para trazar garabatos en el encerado. Lleg¨® hace tres meses de Ucrania y, mientras su padre trabaja en Roquetas como mec¨¢nico, ¨¦l acude al colegio con su hermano Sergey, de 12 a?os. Los dos acuden a Las Lomas.
Estas aulas acogen durante un periodo m¨¢ximo de tres meses a una media de 12 ni?os inmigrantes. Todos ellos, pasado el periodo de refuerzo de castellano, regresan a sus colegios con el resto de sus compa?eros. Mientras dura el tiempo de adaptaci¨®n ling¨¹¨ªstica, los chavales comparten con sus compa?eros clases como las de educaci¨®n f¨ªsica o dibujo, en las que no resulta indispensable dominar un idioma para asimilar conceptos.
"Desde luego, en tres meses no se aprende un idioma. Pero los ni?os asimilan r¨¢pido y su rendimiento despu¨¦s en las clases normales en las que se integran dependen tambi¨¦n en muchos casos de la preparaci¨®n que tra¨ªan de sus pa¨ªses de origen", comenta Mar¨ªa Jos¨¦ Herv¨¢s.
A Bad¨ªaa, una aplicada joven marroqu¨ª de 12 a?os, y a sus dos hermanos, Najim de 13 y Chahid, de 9, les cuesta hacerse con el castellano. Llevan muy poco tiempo en Almer¨ªa y deben enfrentarse a cambios culturales, sonidos distintos e incluso un sentido diferente a la hora de escribir en el cuaderno. Para ninguno es f¨¢cil al principio.
Floarea tiene 11 a?os y naci¨® en Ruman¨ªa. En un incipiente castellano confiesa que ya tiene muchos amigos en Almer¨ªa y que lo que m¨¢s le gusta del colegio es el bal¨®n. "?Te gusta el f¨²tbol?". "No", contesta entre risas mientras explica con gestos que el objeto de su pasi¨®n es el baloncesto.
Paquistan¨ªes en Linares
Kiran tiene cinco a?os y ense?a a su madre palabras para que complete el escaso vocabulario de espa?ol que tiene despu¨¦s de vivir casi dos a?os en Linares (Ja¨¦n) tras abandonar Paquist¨¢n. Kiran va al colegio con sus amigas Soraya y Patricia, pero su madre se queda en casa cuidando a la hermana peque?a y tiene escasas oportunidades para aprender el idioma del pa¨ªs en el que reside. Adem¨¢s del colegio, Kiran cuenta con el apoyo de las clases de idiomas que ofrecen voluntarios desde Linares Acoge en distintos grupos para atender, por separado, a mujeres, hombres y ni?os. En Linares se concentra una de las mayores colonias de paquistan¨ªes y esta organizaci¨®n ha encontrado en la ense?anza del idioma una conexi¨®n con este colectivo.
Con Kiran va a las clases que ofrece la ONG su amiga Nenu, de cuatro a?os. Las dos dicen que cuando crezcan quieren ser m¨¦dico "para que nadie se ponga malo". Que lleguen a cumplir su sue?o depender¨¢ mucho de sus padres, matiza Maribel Lirola, una administrativa que hace de maestra de espa?ol por las tardes en Linares. El padre de una de sus alumnas, de 14 a?os, acaba de ser sacar a la joven del colegio "porque no quiere que se relacione con los chicos y es una pena, porque est¨¢ perfectamente integrada".
Maribel Lirola ha pensado ir a los tribunales para impedir que eliminen de un golpe el derecho a la educaci¨®n de sus hijos. Pero derivar el problema a los tribunales, entiende, s¨®lo llevar¨ªa a las organizaciones de inmigrantes a alejarse del colectivo al que pretenden ayudar.
Linares Acoge ha entendido que dar clases de espa?ol se ha convertido en un sistema pr¨¢ctico para acercarse al colectivo de paquistan¨ªes, que en esta localidad jienense de 60.000 habitantes est¨¢ formado por m¨¢s de 200 familias. "Los inmigrantes apenas mantienen relaci¨®n con sus vecinos y tienen verdaderos problemas en su vida cotidiana", resalta Maribel Lirola, que lleva cuatro a?os dando clases a paquistan¨ªes. Para intentar solventar el problema, coge al grupo de mujeres que van a sus clases y las lleva al mercado, por ejemplo, para ense?arles a pedir la fruta y comida que necesitan.
Lirola dej¨® de dar clase al grupo de hombres cuando hubo voluntarios masculinos en Linares Acoge dispuestos a hacerlo. Los paquistan¨ªes, explic¨®, prefieren que sean hombres los que les ense?en. Ellos son los que aprenden espa?ol con m¨¢s rapidez porque aprenden con la venta ambulante en los mercadillos, la actividad laboral m¨¢s frecuente en el colectivo. El padre de Kiran habla con fluidez, aunque en casa todos siguen utilizando como lengua de comunicaci¨®n el urdu.
Las clases de espa?ol se mezclan con ense?anza de cultura, de econom¨ªa regional y hasta de consultorio personal. Los voluntarios explican a los paquistan¨ªes qu¨¦ son los toros, hablan de f¨²tbol y hasta buscan un frigor¨ªfico si le hace falta a alg¨²n alumno. "Hacemos un poco de todo".
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