El alcalde don¨® un televisor al pueblo de Guadalajara donde ten¨ªa un pleito con los vecinos por su chal¨¦
Los fondos p¨²blicos de la cuenta que maneja desde 1991 el alcalde de Madrid, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, no s¨®lo han servido para sufragar los viajes de su esposa y hacer donativos a entidades ben¨¦ficas. Tambi¨¦n le han permitido comprar un televisor para Valdearenas, un municipio de Guadalajara donde las obras de su chal¨¦ desataron varias denuncias vecinales. En octubre de 1997, algunos vecinos propusieron al pleno de Valdearenas paralizar las obras del chal¨¦ "del alcalde de Madrid hasta que solicite la licencia". En noviembre de 1998, con las obras en marcha, el alcalde regal¨® un televisor.
El televisor de 28 pulgadas que regal¨® ?lvarez del Manzano en noviembre de 1998 con dinero del Ayuntamiento de Madrid (90.000 pesetas) fue al municipio de Guadalajara donde se estaba construyendo su casa de campo. El hogar de jubilados enclavado en el edificio consistorial de esa localidad, entonces gobernada por una alcaldesa del PP, Consuelo Viejo, recibi¨® el electrodom¨¦stico. En el peque?o pueblo de 60 habitantes, las obras del chal¨¦ de ?lvarez del Manzano hab¨ªan desatado algunas discusiones en los plenos desde el 4 de octubre de 1997, cuando se concedi¨® por mayor¨ªa una licencia para la construcci¨®n de una piscina rectangular a Mar¨ªa Eulalia Mir¨®, esposa del regidor de la capital. "Votan en contra tres vecinos [de los 11 presentes] por no ser real lo solicitado con la obra", seg¨²n refleja el acta del pleno. Un vecino, David D¨ªaz, solicit¨® que se paralizasen "las obras que est¨¢ realizando el alcalde de Madrid hasta que se solicite licencia de obra y presente presupuesto con relaci¨®n a la cocina que est¨¢ realizando". No le hicieron caso. La construcci¨®n promovida por el alcalde y su esposa, seg¨²n las normas urban¨ªsticas provinciales en vigor, no respetaban las alturas m¨¢ximas permitidas, seg¨²n las denuncias vecinales. Se levant¨® una tapia de 3,5 metros de alto que imped¨ªa ver desde la calle un molino de aceite de gran valor hist¨®rico y arquitect¨®nico, seg¨²n las cr¨ªticas de algunos residentes en el municipio de Guadalajara. Las normas vigentes tan s¨®lo permit¨ªan hacer tapias de dos metros de alto.
Pese a todas estas supuestas anomal¨ªas urban¨ªsticas, el alcalde de Madrid, cuyo retrato colg¨® en el sal¨®n de plenos de Valdearenas en el anterior mandato, pudo continuar las obras de su casa.
Alejandro Viejo, t¨ªo de Consuelo Viejo, la entonces alcaldesa, lo relata as¨ª: "Nos hab¨ªan robado la televisi¨®n y entonces el alcalde de Madrid nos regal¨® una nueva. No se lo pedimos. Sali¨® de ¨¦l y fue con su dinero, digo yo, porque no dijo nada de que fuera del Ayuntamiento de Madrid. ".
Los beneficiarios del electrodom¨¦stico eran concejales ya que Valdearenas es concejo abierto: todos los vecinos son ediles, y, en consecuencia, todos pueden opinar y votar sobre las licencias de obras a conceder.
Al menos una persona s¨ª supo que el televisor no fue un acto generoso del vecino ?lvarez del Manzano, sino del Ayuntamiento madrile?o. La alcaldesa particip¨® personalmente en las gestiones ante Electrodom¨¦sticos Guadalajara para comprar el televisor, pero que siempre aclar¨® que la factura correr¨ªa a cargo del Ayuntamiento no de su municipio, sino de la capital espa?ola. As¨ª lo aseguraron ayer comerciales de dicha empresa.
El vecino que pidi¨® la paralizaci¨®n de las obras del chal¨¦ del alcalde denunci¨® a la alcaldesa por prevaricaci¨®n en febrero de 1999 ante el Juzgado n¨²mero 4 de Guadalajara, por entender que consinti¨® que su hom¨®logo madrile?o iniciara las obras en su chal¨¦ antes de tener licencia. En las diligencias de esa denuncia se tom¨® declaraci¨®n al constructor de la valla, que asegur¨® que hab¨ªa costado 10 millones, cuando en el presupuesto presentado ante el Ayuntamiento el coste era de dos millones.
Donativos a la costurera
Adem¨¢s del regalo del televisor al municipio donde ?lvarez del Manzano tiene su chal¨¦, hubo otros donativos del alcalde a personas de su entorno, como su ex costurera, Mercedes Rodr¨ªguez, que recibi¨® en junio de 1998 un regalo de 12.154 pesetas. Esta misma persona recibi¨® en 1999 otro donativo por 11.876 pesetas. La oposici¨®n ignora a qu¨¦ corresponde el pago de dos d¨ªas de estancia en el hotel Juan Carlos I de Barcelona, entre el 3 y el 5 de octubre de 1997. Ese viaje no viene consignado entre los desplazamientos oficiales del alcalde facilitados por la segunda teniente de alcalde, Mercedes de la Merced. Otro viaje "an¨®malo", seg¨²n la oposici¨®n, es el que hizo Eulalia Mir¨® en abril de 1996 bajo la cobertura de acompa?ar a su marido al Comit¨¦ Ejecutivo de la Uni¨®n de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI) a San Juan de Puerto Rico. Su periplo es el siguiente: Madrid-Santo Domingo-San Juan de Puerto Rico-Miami-Madrid. Igual escala, Miami, se repite en otro viaje. El efectuado en marzo de 1997 en un periplo oficial que inclu¨ªa Guatemala y Tegucigalpa. El vuelo de la esposa del alcalde fue el siguiente: Madrid-Guatemala-San Pedro de Honduras-Tegucigalpa-Miami-Madrid. El objeto era otra reuni¨®n de la UCCI. Tampoco se precisa duraci¨®n del viaje que cost¨® 179.640 pesetas.
Tambi¨¦n hizo escala en Miami en su viaje a Cartagena de Indias, en septiembre de 1997, con ocasi¨®n de la IV Conferencia Internacional sobre la Familia, cuyo coste fue 213.058 pesetas.
Tampoco se perdi¨® la esposa del alcalde un viaje a Miami-Orlando (449.085 pesetas), en octubre de 1998 por el viaje espacial de Pedro Duque. La oposici¨®n investiga si tal "menudeo de visitas o escalas en Miami de Eulalia Mir¨® tienen una motivaci¨®n familiar o respetan el itinerario oficial". "Resulta evidente que esta cuenta ha sido utilizada para fines privados, y eso no puede consentirlo ninguna instituci¨®n que se precie de seria, en cualquier municipio habr¨ªa supuesto la asunci¨®n de responsabilidades", se?al¨® ayer la socialista Ruth Porta.
De c¨®mo el PP acos¨® a un concejal de IU por un viaje de 8.000 pesetas
Cuando hac¨ªan la oposici¨®n, los populares eran implacabales con el uso del dinero p¨²blico. En 1985, el grupo municipal que dirig¨ªa Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano dispar¨® toda su artiller¨ªa contra un edil de IU por un viaje particular Mallorca-Par¨ªs pagado con dinero municipal (8.000 pesetas). El esc¨¢ndalo se desat¨® cuando Mario Nolla, concejal del PCE, se desplaz¨® a Palma de Mallorca para acompa?ar a una excursi¨®n de ancianos y en lugar de regresar a Madrid directamente, vol¨® a Par¨ªs, porque le hab¨ªan notificado que su hijo, que viv¨ªa en la capital francesa, estaba enfermo. La diferencia, de 8.000 pesetas, la abon¨® con fondos municipales. Esperanza Aguirre, entonces concejal de la coalici¨®n conservadora, castig¨® con su verbo aquella conducta: "El caso de Nolla es de llorar".
Nolla devolvi¨® el dinero de su viaje particular. La historia se repite 15 a?os m¨¢s tarde. El entonces jefe de la oposici¨®n municipal y hoy alcalde, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, devolvi¨® 215.000 pesetas por dos viajes privados pagados, por un supuesto error, con fondos p¨²blicos.
Los populares no admitieron hace 15 a?os la devoluci¨®n del dinero: "Si, como parece, el concejal de IU debe reponer de su bolsillo el dinero de la diferencia entre el billete Palma-Madrid y Palma-Par¨ªs, propondr¨¦ la dimisi¨®n de Nolla", proclam¨® Aguirre. Tuvo el respaldo de ?lvarez del Manzano, que en el pleno de abril de 1985 ret¨® a Nolla: "Si conoce alguna partida a trav¨¦s de la que se est¨¦n haciendo trampas, haga el favor de denunciarlo porque es la obligaci¨®n que todos los concejales tenemos de que haya absoluta claridad en las cuentas". "Nuestro acuerdo es intentar defender la instituci¨®n, pero en modo alguno tapar nada que no sea claro y absolutamente transparente. No admitimos ocultar cosas que est¨¦n mal. Se le dar¨¢ el tratamiento adecuado, pero en modo alguno nosotros somos colectivamente responsables de tapar una cosa que est¨¦ mal. Aqu¨ª ning¨²n concejal puede hacer nada que est¨¦ mal. Por tanto, que el acuerdo vaya adelante y con todas sus consecuencias", sentenci¨® ?lvarez del Manzano.
Nolla dimiti¨® dos meses despu¨¦s y se retir¨® de la vida pol¨ªtica.
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