Ciberpol¨ªtica
Vivimos la cuarta revoluci¨®n. El paso de un mundo anal¨®gico al mundo digital... y de la pol¨ªtica a la ciberpol¨ªtica. Desde la web de Aznar a la de CiU, pasando por la del PSOE, todos est¨¢n en la red. Pero ?se est¨¢n aprovechando realmente las posibilidades de interacci¨®n que ofrece Internet? Sin duda, no.Las posibilidades de feedback se reducen a poder mostrar la adhesi¨®n, enviar propaganda a tus colegas o lanzar un e-mail al webmaster de la p¨¢gina sin posibilidad de respuesta... Realmente, los pol¨ªticos no acaban de entender todas las posibilidades de Internet y la necesidad de una nueva comunicaci¨®n pol¨ªtica, ya no de masas, sino en la que electores y pol¨ªticos puedan discutir en e-polis sobre estos negocios que nos afectan (?o deber¨ªa decir infectan?) a todos: los de la pol¨ªtica.- Margarida Romero. Castellvell.
Sant Cugat
Domingo por la ma?ana. Visito el claustro del monasterio de Sant Cugat del Vall¨¨s. La entrada cuesta 300 pesetas. El monumento es espl¨¦ndido, se ve cuidado, y la estancia resulta en extremo agradable.Subo al primer piso, donde en unos cuantos paneles se intenta explicar el detalle de los, al parecer, importantes trabajos de restauraci¨®n efectuados en los a?os ochenta.
Y digo al parecer porque los tres primeros paneles son completamente ilegibles a causa de su prolongada exposici¨®n al sol. ?Ninguno de los responsables se ha dado cuenta? ?Tan escaso es el presupuesto del que disponen los gestores del monumento que no alcanza siquiera para reponer los mencionados paneles?- Joan Puig. Sant Cugat del Vall¨¨s.
Pinochet
?Est¨¢ o no est¨¢ Pinochet en condiciones de ser juzgado? ?sta es la cuesti¨®n que se debate en Londres estos d¨ªas.Creo que es una discusi¨®n err¨®nea. Sentada la base, hace ya meses, de que los tribunales espa?oles son competentes para juzgar a Pinochet, lo que deber¨ªa debatirse en Londres es si el insigne dictador est¨¢ en condiciones de viajar. De viajar a Espa?a, claro. Entonces habr¨ªa llegado el momento procesal de dirimir, con todas las garant¨ªas, si su salud -f¨ªsica o ps¨ªquica- le permite sentarse en el banquillo.- Esteban L¨®pez. Barcelona.
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