Una actitud interrogativa

Hamlet De William Shakespeare, en versi¨®n de ?ngel Luis Pujante. Int¨¦rpretes, Llu¨ªs Homar, Carme Sansa, M¨®nica Marcos, Pep Planas, Pep Sais, Norbert Ibero... Iluminaci¨®n, Quico Guti¨¦rrez. Vestuario, Miriam Compte. Escenograf¨ªa, Jon Berrondo. M¨²sica, Carles Santos. Direcci¨®n, Llu¨ªs Homar. Teatro Principal. Valencia, 22 de febrero.

A estas alturas, un nuevo montaje de Hamlet, obra cuyo hilo principal conocen hasta quienes no pisan jam¨¢s un teatro, tendr¨¢ m¨¢s inter¨¦s por ver c¨®mo se las entienden sus frecuentadores con ese material cl¨¢sico que por el desarrollo de la trama, aunque siempre impresiona escuchar de nuevo el enorme poder evocativo y tr¨¢gico de la palabra shakespeareana, tan fundacional en tantos aspectos. En realidad, ese poder es de tal envergadura que no puede sino contagiar incluso a los prop¨®sitos m¨¢s t¨ªmidos, y no estaba muy acertado Albert Boadella cuando dijo que esas parrafadas s¨®lo pueden decirse con los actores en estado et¨ªlico.En ese sentido, uno de los hallazgos de esta puesta en escena de Llu¨ªs Homar con el Teatre Lliure (que se ofrece aqu¨ª, desafortunadamente, en su versi¨®n castellana: el catal¨¢n es un material de trabajo de primer orden en esta compa?¨ªa) es amplificar la lectura inmediatamente ed¨ªpica del conflicto para adoptar una actitud interrogativa de m¨¢s amplio espectro. La situaci¨®n inicial (Hamlet sospecha que su padrastro ha asesinado a su padre con el concurso de su madre), ser¨¢ reforzada puntualmente en algunos pasajes de la obra (como la clara relaci¨®n ed¨ªpica que el protagonista mantiene, incluso f¨ªsicamente, con su madre), a la vez que atenuada en su conjunto para favorecer una especie de discurso desconcertado acerca del funcionamiento del mundo. En ese sentido, y aunque en el desarrollo del intento se observan algunos altibajos, la actualizaci¨®n llevada a cabo por este montaje est¨¢ fuera de toda duda.

A ello contribuye de manera decisiva una escenograf¨ªa en forma de escalinata que es al mismo tiempo ¨¢gora y lugar urbano de velocidad necesaria para evitar los tiempos muertos, y lo mismo puede decirse de las veloces y nerviosas transiciones entre escenas. Como, por otra parte, Llu¨ªs Homar y Pep Sais (Polonio) refuerzan las vetas c¨®micas de sus recitados, el resultado es un trabajo severo y atractivo, divertido y respetuoso, que supone una cierta indagaci¨®n en un texto susceptible de integrar infinitas variaciones.