Solana busca una sede m¨¢s segura para la nueva c¨¦lula europea de Defensa El edificio del Consejo de Ministros en Bruselas carece de condiciones "antiespionaje"
Colaboradores de Javier Solana, el alto representante de Pol¨ªtica Exterior y Seguridad Com¨²n de la Uni¨®n Europea, buscan desde hace dos semanas una sede de alquiler donde albergar los dos centenares de personas que constituir¨¢n la nueva y flamante c¨¦lula de Defensa de la UE, que entrar¨¢ en funciones, aunque de forma interina, el pr¨®ximo 1 de marzo. La sede prevista para ella, el feo y mastod¨®ntico edificio Justus Lipsius de Bruselas, donde se celebran los consejos de ministros europeos, ha sido descartada al carecer de las m¨ªnimas condiciones de seguridad.
Solana afirma que el futuro local tiene que ser "serio y cre¨ªble", debe hallarse muy pr¨®ximo al Consejo y contar con "plenas garant¨ªas de seguridad" de manera tal que facilite a quienes trabajen en los futuros ¨®rganos de defensa europeos la confidencialidad que exigen tareas como la gesti¨®n de crisis militares internacionales, la prevenci¨®n de conflictos o la alerta temprana.Estos ¨®rganos, que deber¨¢n entrar plenamente en funciones a partir del a?o que viene, son tres: un Comit¨¦ Pol¨ªtico y de Seguridad (COPS), formado por representantes nacionales a escala de altos funcionarios o de embajadores; un Comit¨¦ Militar, que asesorar¨¢ al COPS, integrado por generales de las Juntas de Estado de Mayor de los Quince y, por ¨²ltimo, un equipo de expertos militares. En total, unas 200 personas ser¨¢n quienes dirijan esta c¨¦lula pol¨ªtico-militar, que marcar¨¢ en el futuro la defensa de la UE y que servir¨¢ para el despliegue de una fuerza de intervenci¨®n r¨¢pida para misiones de paz (alrededor de 60.000 soldados) que deber¨ªa estar disponible a partir de 2003. De momento, la c¨¦lula estar¨¢ representada por una avanzadilla que ser¨¢ ubicada en el Justus Lipsius hasta que se encuentre otro local.
"Ciertamente, el edificio del Consejo no re¨²ne, ni siquiera m¨ªnimamente, las condiciones de seguridad para que el Pent¨¢gono o el mando militar de la OTAN nos env¨ªen documentos secretos por fax, por tel¨¦fono o por ordenador. Todo el mundo estaba de acuerdo en que para poder realizar un trabajo serio hab¨ªa que cambiar de sede", explica una fuente diplom¨¢tica. Los Quince dieron instrucciones al alto representante el pasado d¨ªa 14 para encontrar una ubicaci¨®n pertinente. "Tanto la OTAN como EE UU dejaron claro que sin seguridad no nos enviar¨¢n papeles", comenta la fuente.
?Ad¨®nde ir? Se pens¨® en un principio en rehabilitar el Justus Lipsius, el alojamiento del Consejo de Ministros, un inmueble cuya primera piedra puso el fallecido ex ministro de Asuntos Exteriores Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, coincidiendo con la presidencia comunitaria de Espa?a en 1989 y que fue inaugurado en 1995. La idea se desech¨® por costosa. Dotar de completa seguridad al recinto tardar¨ªa al menos tres a?os, si se tiene en cuenta el complejo asentamiento del mismo: dispone de un aparcamiento subterr¨¢neo de siete plantas y por debajo se hallan los t¨²neles de la autopista de circunvalaci¨®n de Bruselas. Un queso gruy¨¨re, como, al parecer, coment¨® Solana al poco de llegar al edificio cuando hizo una inspecci¨®n de sus dependencias. El despacho de m¨ªster PESC no dispone de las mismas condiciones de seguridad que gozaba cuando era secretario general de la OTAN.
El acondicionamiento del inmueble del Consejo exigir¨ªa, por otro lado, que parte de sus m¨¢s de 2.000 funcionarios, de los cuales casi una tercera parte son traductores e int¨¦rpretes, tuvieran que ser realojados provisionalmente en otro lugar.
Sin secretos
El Justus Lipsius sirve para albergar las reuniones ministeriales europeas: los consejos de asuntos generales, como se denomina en la jerga comunitaria a las reuniones mensuales de ministros de Asuntos Exteriores; los Ecofin, que es la cita de los de Econom¨ªa y Finanzas, as¨ª como los de Agricultura, Pesca, Justicia e Interior, Medio Ambiente, Desarrollo, Trabajo... y, en el pr¨®ximo futuro, tambi¨¦n Defensa. En sus salas de conferencias todo se escucha, a duras penas se guarda un secreto y las medidas de seguridad son bastante laxas. No faltan an¨¦cdotas como la de dos trabajadores de la limpieza, contratados temporalmente sin que se supiera que ten¨ªan antecedentes penales o la del uso frecuente de los tel¨¦fonos de los despachos para llamadas privadas.
Una s¨®lida hip¨®tesis a la que se hab¨ªan sumado varios Estados miembros fue la de acondicionar la sede de la Uni¨®n Europea Occidental (UEO), un edificio de tama?o medio que dispone de las condiciones de seguridad necesarias y se encuentra en el centro de Bruselas. La UEO, de la que Solana es actualmente secretario general, va a desaparecer con la creaci¨®n de la nueva identidad europea de seguridad y defensa. No todos los pa¨ªses de la UE pertenecen a este organismo en v¨ªas de extinci¨®n (Austria, Suecia, Finlandia, Irlanda y Dinamarca). Al final no ha habido consenso para utilizar este recinto debido a la oposici¨®n de Alemania y de los pa¨ªses n¨®rdicos.
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