La CDU afronta su primer posible fracaso electoral tras el esc¨¢ndalo Kohl Schleswig-Holstein pone a prueba el impacto de la crisis sobre los democristianos alemanes
Alemania mide hoy las consecuencias pol¨ªticas del esc¨¢ndalo financiero de la Uni¨®n Cristiano Democr¨¢tica (CDU) en las elecciones de Schleswig-Holstein, el Estado federado fronterizo con Dinamarca, que es dirigido en la actualidad por un Gobierno de coalici¨®n entre el Partido Socialdem¨®crata (SPD) y los Verdes, semejante a la coalici¨®n gubernamental federal. El ex ministro de Defensa, Volker R¨¹he, de 57 a?os, el cabeza de fila de la CDU, era el gran favorito antes de que el esc¨¢ndalo de las cuentas clandestinas llegara a su apogeo. El pasado noviembre, las encuestas le pronosticaban hasta un 47% de los votos y le daban una ventaja de 10 puntos sobre la socialdem¨®crata Heide Simonis, tambi¨¦n de 57, que es presidenta de Schleswig-Holstein desde 1993.
Los ¨²ltimos pron¨®sticos indican que el SPD puede esperar entre el 43% y el 46%; la CDU, entre el 33% y el 37%; los liberales del FDP, entre el 6% y el 9,5%, y los Verdes, en torno al 5%. Los expertos en prospecciones electorales, sin embargo, se curan en salud e indican que el esc¨¢ndalo de las cuentas clandestinas puede alterar las intenciones originales de los votantes. Un sondeo de la empresa Forsa, divulgado el viernes, indicaba que el 27% de los electores estaba indeciso.
R¨¹he ha expresado la esperanza de que se produzca un cambio de estado de ¨¢nimo en el ¨²ltimo segundo. En las ¨²ltimas elecciones regionales, en 1996, el SPD obtuvo el 39,8% de los votos; la CDU, un 37,2%; los Verdes, un 8,1%, y los liberales, un 5,7%. La participaci¨®n electoral fue de un 71,8%.
Con una victoria en las urnas en Schleswig-Holstein, la primera convocatoria electoral de este a?o en Alemania, el SPD podr¨ªa considerar superada la mala racha del a?o pasado, cuando todas las citas importantes con los electores le fueron desfavorables. La formaci¨®n de los nuevos ¨®rganos de poder en Schleswig-Holstein depender¨¢ no s¨®lo de los resultados de los dos grandes partidos populares alemanes, sino tambi¨¦n de los otros dos socios peque?os, los verdes y los liberales del FDP, as¨ª como del resultado que obtenga la SSW, una asociaci¨®n local de electores que agrupa a las minor¨ªas frisona y danesa y que no se somete al list¨®n del 5%.
Para que la CDU, conjuntamente con liberales, pudiera echar a Simonis del Gobierno, se necesitar¨ªa la conjunci¨®n de varios factores, tales como una extrema movilizaci¨®n de los votantes democristianos, el deslizamiento de los verdes por debajo del list¨®n del 5% y una escasa participaci¨®n de los votantes socialdem¨®cratas.
La envergadura de la victoria o la derrota en el peque?o Estado costero con el mar del Norte y el B¨¢ltico (15.731 kil¨®metros cuadrados y 2,8 millones de habitantes, de los cuales 2,14 millones con derecho a voto) tendr¨¢ repercusiones internas tanto en el SPD como en la CDU, que competir¨¢n en mayo por el poder en Renania del Norte-Westfalia, el Estado m¨¢s poblado del pa¨ªs y uno de sus principales motores econ¨®micos.
Las elecciones podr¨ªan tener un efecto desestabilizador sobre la coalici¨®n gubernamental alemana, en el caso de que los Verdes no pasen el list¨®n del 5% y el SPD se viera obligado a plantearse una coalici¨®n con los liberales. La organizaci¨®n del FDP en Schleswig-Holstein ha indicado su voluntad de permanecer fiel a la CDU, pero las voluntades del partido a escala federal est¨¢n divididas.
Una victoria inferior a lo esperado en Schleswig-Holstein indicar¨ªa al SPD que debe trabajar m¨¢s en desarrollar los m¨¦ritos propios que en aprovechar los fallos del contrincante. Un resultado mejor de lo que indican los pron¨®sticos se?alar¨ªa a la CDU que el efecto nocivo de las cuentas clandestinas puede estar en fase de superaci¨®n. Personalmente, una buena puntuaci¨®n fortalecer¨ªa a Volker R¨¹he como candidato a la presidencia del partido en contra de Angela Merkel. R¨¹he ha hecho depender su candidatura de los resultados de Schleswig-Holstein. Tanto el SPD como la CDU han jugado todas sus bazas en la campa?a electoral. Schr?der ha acudido en varias ocasiones a apoyar a su candidata, que ha contado tambi¨¦n con la ayuda del escritor y premio Nobel de Literatura, G¨¹nter Grass. Al mitin de fin de campa?a de R¨¹he en L¨¹beck acudieron el viernes los pol¨ªticos m¨¢s significativos de la CDU (con excepci¨®n de Merkel), desde el veterano Kurt Biedenkopf, el jefe del Gobierno de Baja Sajonia, hasta los ex j¨®venes salvajes, Peter M¨¹ller, el jefe del Gobierno del Sarre, y Christian Wulff, pasando por Friedrich Merz, el jefe designado del grupo parlamentario CDU-CSU. A la cita de L¨¹beck no falt¨® el jefe del Gobierno b¨¢varo, el socialcristiano Edmund Stoiber. Helmut Kohl particip¨® en la fase inicial de la campa?a, pero interrumpi¨® despu¨¦s sus apariciones p¨²blicas, que resultaban penosas para R¨¹he.
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