La UE ense?a capitalismo en Cuba

"No quiero, no quiero. ?chamelo en el sombrero". El refr¨¢n, muy popular en Cuba, le va como anillo al dedo a lo que est¨¢ pasando hoy con la econom¨ªa de mercado en esta isla socialista. Los 200 graduados y 100 alumnos cubanos del Diploma Europeo de Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresas (DEADE) as¨ª lo atestiguan. Y tambi¨¦n son la mejor prueba de que en Cuba una cosa son los discursos pol¨ªticos y otra distinta la realidad.El DEADE es un curso financiado por la Comisi¨®n Europea cuyo objetivo principal es "capacitar a directivos cubanos para desempe?ar cargos de alto nivel en las actuales o futuras empresas de Cuba, sean mixtas o estatales". En otras palabras, es un verdadero master en capitalismo, con asignaturas como m¨¢rketing o gesti¨®n de recursos humanos.

Parad¨®jicamente, en un pa¨ªs que se enorgullece de ser el ¨²ltimo basti¨®n socialista, el curso tiene todas las bendiciones oficiales. Y adem¨¢s causa verdadero furor entre los alumnos, que no son otros que altos dirigentes de empresas cubanas.

Los cursos son impartidos en Cuba por profesores de la Escuela Superior de Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresa (ESADE) de Barcelona, la Escuela de Altos Estudios Comerciales de Par¨ªs, la London School of Economics, la Universidad Nova de Lisboa y la Polit¨¦cnica de Madrid. Entre ellos hay duros defensores del neoliberalismo, pero los cubanos est¨¢n encantados, asegura el profesor de la ESADE, Francisco Lamolla, director del programa. Los cursos son de 12 semanas y asisten 100 alumnos. Ya se han hecho dos, y ahora se realiza el tercero. A Lamolla, una de las cosas que le impresionan es el "hambre de conocimientos" de los estudiantes. "La motivaci¨®n es incre¨ªble", afirma.

Al principio, el curso se realizaba s¨®lo en La Habana y a ¨¦ste asist¨ªan 40 directivos de empresas, 30 profesores universitarios y 30 j¨®venes graduados. Pero este a?o la proporci¨®n cambi¨®. De 104 alumnos, ahora 84 son altos directivos, y no de empresas cualquiera. Cuatro son directores de centrales azucareras, hay subdirectores de hoteles e incluso dirigentes de compa?¨ªas del Consejo de Estado. Adem¨¢s, este a?o el curso se ha extendido a Santiago de Cuba

Uno de los principales valores del programa DEADE es el efecto de apertura de miras que produce en los alumnos. "Nosotros les ensa?amos c¨®mo funcionan las empresas modernas en Europa, y luego ellos aplican en su trabajo lo que creen conveniente o lo que pueden aplicar", explica Lamolla. Es reveladora una encuesta realizada el a?o pasado a los directivos graduados de los dos primeros cursos. "Los encuestados respondieron que ser¨ªa conveniente aplicar en sus empresas el 85% de lo aprendido. A la pregunta de cu¨¢nto es lo que hab¨ªan podido aplicar, dijeron que s¨®lo un 40%".

Lamolla comenta que uno de los ejercicios pr¨¢cticos que hacen los estudiantes es presentar un proyecto de peque?a empresa. "Muchos propusieron crear paladares y negocios de carritos ambulantes de alimentos". Lamolla reconoce que la experiencia fue un poco frustrante. Un economista cubano explica as¨ª la cuesti¨®n: "El problema es que a la crisis entramos todos juntos, pero la salida es de uno en uno". Pese a esta psicolog¨ªa de s¨¢lvese quien pueda, los organizadores del curso est¨¢n seguros de que algo queda. Aunque sea un poso. Y, desde luego, no de socialismo.