El reparto de alumnos inmigrantes en las escuelas de Girona enfrenta a los padres con Ense?anza

La Federaci¨®n de Asociaciones de Padres de Alumnos de Catalu?a (FAPAC) en Girona ha amenazado a la delegaci¨®n de Ense?anza con retirarse de las comisiones de matriculaci¨®n si en los pr¨®ximos d¨ªas no se definen los criterios de escolarizaci¨®n de los alumnos con necesidades educativas especiales, en su mayor¨ªa inmigrantes con problemas de integraci¨®n. Los padres mantienen que las delegaciones territoriales disponen este curso de mayor poder de decisi¨®n y pretenden que se ejerza para evitar que determinadas escuelas se conviertan en guetos.

Los padres de alumnos reclaman que se les informe de antemano respecto a los criterios de escolarizaci¨®n para decidir su postura en cada ¨¢rea de matriculaci¨®n. "Hemos advertido a Ense?anza de que si no tenemos noticia del tratamiento que se dar¨¢ desde Girona a la integraci¨®n del alumnado con dificultades para seguir el ritmo normal de las clases, no tendremos fundamento para asistir a las comisiones de matriculaci¨®n", asegur¨® ayer Josep Anguera, vicepresidente de la FAPAC. "Una cosa es tener un papel minoritario en esas comisiones y otra muy distinta es que no se nos haga el m¨¢s m¨ªnimo caso", lament¨® Anguera. La FAPAC reclama un reparto del alumnado con dificultades especiales, eufemismo bajo el que se engloba a los hijos de inmigrantes, en todos los centros p¨²blicos y privados concertados. Anguera explic¨®: "En la pr¨¢ctica se est¨¢ originando un proceso cada vez mayor de concentraci¨®n de este alumnado, tanto en el momento inicial de la matriculaci¨®n como en las incorporaciones m¨¢s tard¨ªas".

El conflicto del alumnado inmigrante en Girona se produce a causa de la concentraci¨®n de la poblaci¨®n extranjera en barrios suburbiales con viviendas a precios m¨¢s asequibles. Las escuelas de estas zonas concentran la mayor parte del alumnado inmigrante.

"La gran excusa"

El vicepresidente de la FAPAC admiti¨® que quiz¨¢ algunas familias no admitir¨¢n que sus hijos deban ser escolarizados en centros escolares m¨¢s alejados de sus residencias, pero advirti¨® que ¨¦sta constituye "la gran excusa" para que otros centros docentes, en su mayor¨ªa privados concertados, no colaboren tan a fondo en la tarea integradora.

Los representantes de los padres y madres de alumnos aseguran que no es aconsejable que los guetos urban¨ªsticos tengan continuidad en las escuelas. En su opini¨®n, la redistribuci¨®n del alumnado inmigrante supone una inmediata mejora, tanto en el aprendizaje de los contenidos como en la integraci¨®n social. La FAPAC reclama que cada centro docente pueda ver cubiertas las dos plazas por aula que el Departamento de Ense?anza ha reservado para el alumnado con necesidades especiales. Hay muchas aulas de Girona que no han cubierto estas dos vacantes.

La concentraci¨®n superior al 25% de alumnado inmigrante en un mismo centro, que en alguna ocasi¨®n llega a ser de casi el 50%, genera, en opini¨®n de la FAPAC, una din¨¢mica "perversa" que acaba derivando en que algunos padres de alumnos aut¨®ctonos decidan escolarizar a sus hijos en escuelas con menores tasas de inmigrantes.

Los padres de alumnos reclaman tambi¨¦n del Departamento de Ense?anza que se cree una oficina ¨²nica de matriculaci¨®n que distribuya la poblaci¨®n escolar entre todos los centros docentes de la zona metropolitana de Girona. Esta medida contribuir¨ªa a quitar presi¨®n a muchas escuelas.

La delegaci¨®n de Ense?anza en Girona ya se ha comprometido a que el reparto de los alumnos con dificultades de integraci¨®n se realice con un mayor equilibrio del que ha caracterizado ¨¦pocas pasadas. La medida de mantener abiertas durante todo el curso las comisiones de matriculaci¨®n tiene como objetivo insistir en este aspecto, puesto que hay un gran n¨²mero de alumnos inmigrantes que se incorporan a medio curso, especialmente despu¨¦s de las Navidades, cuando por ley se producen los reagrupamientos familiares.

La nueva consejera, Carme Laura Gil, ya ha anunciado medidas en este sentido, si bien se niega a cambiar el decreto de matriculaci¨®n y se muestra contraria al reparto forzado de alumnos porque considera que debe prevalecer el derecho de los padres.