Jospin responder¨¢ hoy al Parlamento por su pol¨¦mica actuaci¨®n en Israel

Tras soportar las pedradas de los palestinos simpatizantes del grupo Hezbol¨¢, el primer ministro franc¨¦s, Lionel Jospin, tiene que hacer frente a las amonestaciones p¨²blicas del presidente de la Rep¨²blica, a la censura de buena parte de la prensa y a las ganas de revancha de la oposici¨®n que le espera hoy en la Asamblea (Parlamento). Adem¨¢s de alterar ruidosamente la doctrina diplom¨¢tica tradicional de Francia en el conflicto de Oriente Pr¨®ximo, la calificaci¨®n de terrorista que el primer ministro adjudic¨® a Hezbol¨¢ en Jerusal¨¦n ha trasladado la cohabitaci¨®n forzosa con el presidente de la rep¨²blica a un terreno de enfrentamiento directo.

Frente a quienes sostienen que la Constituci¨®n francesa no reconoce jur¨ªdicamente la existencia de un dominio reservado a la presidencia de la Rep¨²blica en materia de pol¨ªtica exterior, Jacques Chirac, y con ¨¦l el conjunto de la derecha -salvo la Democracia Liberal, que elogia la actitud del primer ministro socialista-, acusa a Jospin de haber invadido las prerrogativas del jefe del Estado y de haber provocado un conflicto diplom¨¢tico. Fiado a la tesis primera de la cohabitaci¨®n pol¨ªtica entre la jefatura del Estado y la del Gobierno, seg¨²n la cual "pierde quien ataca primero", Jacques Chirac no ha dejado pasar la oportunidad de sacar provecho de lo que presenta de manera general como "el primer error de Jospin" durante la actual legislatura. Cabe pensar, con todo, si Jacques Chirac no ha ido demasiado lejos en la escenificaci¨®n de sus reproches, en la pretensi¨®n de humillar a un primer ministro, su adversario en las presidenciales de 2002, que, a juzgar por las im¨¢genes, pudo haber sido linchado en Bir-Zeit y que ha regresado a casa con una herida en la cabeza. El s¨¢bado por la noche, de regreso de su accidentado viaje a Oriente Pr¨®ximo, el primer ministro franc¨¦s Jospin se fue a cenar con su esposa en lugar de dirigirse al El¨ªseo a escuchar las reprimendas de Chirac.

Lejos de atender mansamente los requerimientos p¨²blicos del presidente de la Rep¨²blica, que en tono conminatorio le exig¨ªan que se pusiera en contacto con ¨¦l de forma inmediata, Jospin ha elegido para explicarse el terreno abierto de la Asamblea. Irritado por el desplante, Chirac telefone¨® directamente a Jospin el mismo s¨¢bado por la noche y acto seguido, s¨®lo tres minutos despu¨¦s de la conversaci¨®n, el El¨ªseo difundi¨® un comunicado en el que el presidente denunciaba el "descaro" del primer ministro y le acusaba de "haber roto el equilibrio de la pol¨ªtica francesa en Oriente Pr¨®ximo".

Con todo, es dudoso que la intervenci¨®n de Jospin -muy amigo de Ehud Barak, antiguo alto funcionario del Quai d'Orsay (sede de Exteriores) y en un tiempo responsable de pol¨ªtica exterior del PS- sea s¨®lo fruto de un desliz, agigantado por los incidentes violentos. Previsiblemente, Jospin reivindicar¨¢ hoy su autoridad para opinar en materia de pol¨ªtica exterior, una forma de acreditar su candidatura presidencial. El primer ministro lleva ya tiempo insinuando que la diplomacia francesa puede ser mejorada, y no se resigna a aparecer como el convidado de piedra de la ceremonia de efusiones y declaraciones que prodiga el presidente. La guerra en la cohabitaci¨®n est¨¢ servida a dos a?os de las elecciones presidenciales.