Los 3.200 votos de la discordia
![Pedro Gorospe](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F28e52baa-eda0-4a2c-b3f3-ed2fe2ca8c74.png?auth=8d6bbdc2e4a37c92c84b679628f1646b67d3a74f995f366f3a09b055680c5eb0&width=100&height=100&smart=true)
Los par¨¢metros de la batalla electoral alavesa han dado en los ¨²ltimos d¨ªas un giro de 180 grados. Si la campa?a estaba dise?ada como un pulso entre populares y socialistas, el asesinato por ETA del dirigente y portavoz parlamentario del PSE Fernando Buesa y su escolta ha alterado por completo el esquema. Al menos temporalmente, van a compartir un espacio com¨²n en contra del PNV, a pesar de que socialistas y populares se disputan el segundo diputado que en 1996 gan¨® el PP por menos de 3.200 votos. El PSE se presenta con su alianza con Izquierda Unida (la ¨²nica de las tres provincias de la comunidad aut¨®noma en que la ha cerrado), mientras el PP aporta la inercia de los buenos resultados en las municipales. El PNV, que podr¨ªa absorber parte de los votos que deja libres el abstencionismo de Herri Batasuna, aspira a mantener su ¨²nico esca?o.La campa?a electoral naci¨® en ?lava marcada por el asesinato, hoy hace una semana, de Fernando Buesa y del ertzaina Jorge D¨ªez Elorza, y por la imagen de divisi¨®n que desde entonces han dado los partidos pol¨ªticos. Ha sido precisamente en ?lava donde se han escuchado los primeros gritos de dimisi¨®n en contra del lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarrtexe, y tambi¨¦n en ?lava donde la manifestaci¨®n del pasado s¨¢bado en contra de ETA fue convertida por el PNV en un acto p¨²blico de desagravio a Ibarretxe. Dos hechos que han marcado a¨²n m¨¢s las diferencias de las dos formaciones nacionalistas que sostienen al Gobierno de Vitoria con los socialistas y populares. Una reafirmaci¨®n de los bloques nacionalista y constitucionalista que, al menos durante la primera semana de campa?a, va a suavizar el enfrentamiento entre PP y PSE, los adversarios naturales de estos comicios, y est¨¢ agudizando las cr¨ªticas de ambos contra el partido de Xabier Arzalluz.
Duelo
Sin embargo el principal duelo va a ser el del socialista Ram¨®n Ja¨²regui, secretario de Pol¨ªtica Auton¨®mica de la Ejecutiva Federal del PSOE, contra el alcalde de Vitoria, el popular Alfonso Alonso. Ambos partidos se presentan con el valor a?adido de sus alianzas. El PSE ha cerrado el pacto con IU para el Senado que ha incluido en las listas a la miembro de la federaci¨®n Kontxi Bilbao. Los populares salen beneficiados de la no presentaci¨®n a los comicios de Unidad Alavesa, sus socios de gobierno en el Ayuntamiento de Vitoria y en la Diputaci¨®n.
En el lado nacionalista, la campa?a por la abstenci¨®n de HB puede hacer que algunos votos vayan a parar al saco del PNV y le permitan mantener con holgura su esca?o, pero sin aspirar al segundo. Y queda pendiente el reflejo que pueda tener para las aspiraciones del PNV en la menos nacionalista de las tres provincias vascas la situaci¨®n abierta tras el atentado.
El pacto del PSE e IU no va a provocar una suma aritm¨¦tica de sus votos, pero aunque s¨®lo se produzca el trasvase del 25% de los apoyos a la federaci¨®n -poco m¨¢s de 19.500 hace cuatro a?os- los socialistas estar¨ªan en buena situaci¨®n para recuperar el segundo esca?o de los cuatro que est¨¢n en juego en la provincia.
Si en 1996 el PP gan¨® en ?lava con el ahora ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, al frente, ahora tienen que demostrar que sin su tir¨®n tambi¨¦n pueden ganar con un candidato joven como Alonso, que tiene en su haber la victoria en las pasadas municipales y ser uno de los valores en alza en su partido. Su ¨¦xito local y el respaldo econ¨®mico a sus demandas en infraestructuras, que parece garantizado por la organizaci¨®n nacional del PP y el Gobierno central, se presentan como los principales avales del candidato popular. En su contra tiene las cr¨ªticas recibidas porque va a compartir la alcald¨ªa de una gran ciudad con el Congreso.
Enfrente va a tener a un pol¨ªtico muy experimentado como J¨¢uregui. Con un largo curr¨ªculo de cargos pol¨ªticos y p¨²blicos, el candidato socialista quiere encabezar en ?lava la recuperaci¨®n del PSOE a nivel nacional. Ambos van a poner de manifiesto los d¨¦ficits de la provincia en infraestructuras de carreteras y aeroportuarias, precisamente frente al que fuera anterior responsable de ese ¨¢rea en la Diputaci¨®n, Juan Jos¨¦ Otxoa de Eribe, cabeza de lista del PNV a pesar del presidente de su partido. Arzalluz apost¨® en su momento, sin ¨¦xito, por la llodiana Mar¨ªa del Yermo Urkijo, que ha quedado en el segundo puesto.
Todos ellos saben que en las elecciones generales siempre ha coincidido que el partido que gana en ?lava es el que accede a La Moncloa. Es una de esas provincias con un electorado de los que no gustan a los partidos. No es fiel a unas siglas y cada campa?a hay que pelear cada voto.
El PP ha pasado en el lapso de tres legislaturas de tener una reducida representaci¨®n a gobernar las dos principales instituciones alavesas, mientras que el PNV iba perdiendo paralelamente posiciones.
En las generales, el PP ha pasado de 19.427 votos en 1989 a los 45.731 de hace cuatro a?os. Mientras, el PNV est¨¢ en los 33.761 votos, s¨®lo mil m¨¢s de los que consigui¨® en las generales de 1982, tras atravesar un bache en las consultas intermedias. Un estancamiento que coincide con el ascenso progresivo y continuado del PSE, que est¨¢ recuperando posiciones, desde los 35.723 votos de 1989 hasta los 42.561 de los ¨²ltimos comicios. En estas elecciones adem¨¢s hay que tener en cuenta la progresi¨®n de IU en las llamadas a las urnas de ¨¢mbito nacional. Si en 1986 s¨®lo obtuvo 1.162 votos, en las generales de 1996 lleg¨® a los 19.535.
La batalla para el Senado es casi exclusivamente cosa de dos. En 1996, el Partido Popular obtuvo tres puestos en la C¨¢mara alta y los socialistas el restante. En esta ocasi¨®n el pacto de izquierdas podr¨ªa darle una vuelta sim¨¦trica a la situaci¨®n.
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