La obra del fot¨®grafo Andr¨¦ Villers muestra a un Picasso distendido y trabajador
Picasso se instal¨® en la ciudad francesa de Vallauris en 1953. Su objetivo era experimentar con la cer¨¢mica. Pero su larga estancia tambi¨¦n sirvi¨® para contactar con Andr¨¦ Villers (Beaucourt, 1930), un joven fot¨®grafo que ni siquiera conoc¨ªa el alcance de la obra del artista. Su relaci¨®n traspas¨® el ¨¢mbito del profesionalismo para adquirir un familiar contacto que dio como resultado cientos de fotograf¨ªas que presentan a Picasso en su aspecto m¨¢s personal y distendido. La exposici¨®n Picasso, la leyenda de un siglo. La mirada de Andr¨¦ Villers, que hasta el 14 de marzo se presenta en el Espacio para el Arte Caja Madrid (Plaza Catalunya, 9), muestra alrededor de cien fotograf¨ªas surgidas de esta relaci¨®n. La exhibici¨®n, comisariada por Fernando Franc¨¦s, ha sido organizada por la Obra Social Caja Madrid.Las fotograf¨ªas hechas con renombrados creadores situaban en muchos casos a Picasso en una situaci¨®n que no dominaba por completo. Pero su af¨¢n de abarcar diferentes ¨¢mbitos de la creaci¨®n le hac¨ªa interesarse por un medio en el que no hab¨ªa penetrado. Por eso, aquel d¨ªa en que, saliendo de una panader¨ªa de Vallauris, Picasso se cruz¨® con un muchacho que llevaba una c¨¢mara, decidi¨® que hab¨ªa llegado el momento de ponerse manos a la obra. Le pregunt¨® al chico si colaborar¨ªa con ¨¦l, a lo que el joven accedi¨® r¨¢pidamente a pesar de que no conoc¨ªa nada de la obra del artista. Quedaron en llamarse. No fue hasta meses m¨¢s tarde que Picasso le record¨® su cita. Villers le mostr¨® varias de sus fotograf¨ªas y empez¨® una colaboraci¨®n que abarcar¨ªa tanto el trabajo documental, como el experimental, como el de colaboraci¨®n directa en un proceso creativo com¨²n. Su relaci¨®n se mantuvo hasta la muerte de Picasso, en 1973.
Primer plano
La exposici¨®n, dividida en cinco ¨¢mbitos tem¨¢ticos, comienza con fotograf¨ªas de primeros planos. "Picasso ten¨ªa mucho inter¨¦s por la mirada y por la expresividad de la cara; por eso realizaron infinidad de fotograf¨ªas en las que el artista iba cambiando su expresi¨®n", explica Fernando Franc¨¦s. El siguiente aspecto que resalta la exposici¨®n es el ambiente de su vida cotidiana que expresa su relaci¨®n con sus amigos, su familia y con los habitantes del pueblo de Vallauris, que fue cordial. "Picasso era frecuentemente visitado por sus compa?eros de generaci¨®n, curiosamente por muchos surrealistas, aunque ¨¦l no particip¨® en ese movimiento. Villers fotografi¨® esos encuentros y sus salidas para asistir en Arl¨¦s a las corridas de toros", dice el comisario de la exposici¨®n.
Un tercer ¨¢mbito hace referencia al ambiente de trabajo. "A Picasso no le gustaba nada que le molestaran cuando trabajaba, pero su familiaridad con Villers hizo que ¨¦ste pudiera seguir los procesos de creaci¨®n del artista". Un peque?o grupo de fotograf¨ªas muestra a Picasso disfrazado y un ¨²ltimo conjunto muestra fotograf¨ªas de los espacios donde trabajaba y habitaba Picasso, pero sin su presencia.
La exposici¨®n se completa con la exhibici¨®n del trabajo realizado conjuntamente entre Picasso y Villers. El proceso de colaboraci¨®n conjunta consist¨ªa en que Villers mostraba sus fotograf¨ªas a Picasso, ¨¦ste recortaba partes que le interesaban y, con ellas, realizaba collages o intervenciones en alg¨²n lugar del espacio. El resultado era nuevamente fotografiado por Villers, constituy¨¦ndose como obra acabada. Estas piezas, de las que existen m¨¢s de un millar, ser¨¢n la base de una nueva exposici¨®n.
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