Depresiones

JOS? LUIS FERRIS

Los or¨ªgenes de esa fiesta carnavalera que estos d¨ªas inunda nuestras calles tienen una perfecta justificaci¨®n hist¨®rica y antropol¨®gica. No ser¨¦ yo quien niegue lo que reconocidos soci¨®logos y otros especialistas en los comportamientos humanos y sus manifestaciones festivas han defendido con solvencia y cordura. Sin embargo, una de las ¨²ltimas aportaciones de la psiquiatr¨ªa al conocimiento de nuestras actitudes me ha hecho reflexionar sobre el fen¨®meno. Miren ustedes. Norman Rosenthal, un profesor de Washington, ha investigado durante veinte a?os un tipo de depresi¨®n que ¨¦l mismo define como trastorno afectivo estacional. Su hip¨®tesis se basa en que el 90% de las personas sufre alteraciones de comportamiento, no patol¨®gicas, en relaci¨®n directa con la luz solar. Se trata de trastornos depresivos que se manifiestan en los meses de oto?o e invierno, es decir, cuando los d¨ªas son m¨¢s cortos y el sol ilumina menos horas. Hablamos de tristeza, p¨¦rdida de energ¨ªa, disminuci¨®n de la apetencia sexual, rechazo de las relaciones sociales y descenso de la actividad diaria. Al parecer, la explicaci¨®n es bien sencilla: dos hormonas, la melatonina y la serotonina, son las culpables de ese desajuste afectivo. La primera se rige por leyes biol¨®gicas que se alojan en el hipot¨¢lamo y cuya secreci¨®n depende de los ritmos y h¨¢bitos que marca la luz del sol: cuanto m¨¢s largas son las noches, m¨¢s melatonina se segrega. Por el contrario, y ante la carencia de luz, la serotonina desciende sus niveles. Frente a esto, el remedio es tan simple como las sesiones de fototerapia combinadas con eficaces antidepresivos. Pero la naturaleza es muy sabia y nadie me quita de la cabeza la idea de que este tipo de trastornos depresivos, a falta de los modernos informes psiqui¨¢tricos, se ha venido combatiendo con desahogos tan primarios como el transformismo, el humor y un esp¨ªritu dispuesto a agarrar la noche, el invierno y sus fobias por los cuernos. El Carnaval no es otra cosa que una respuesta organizada contra la melatonina. La dichosa hormona se incuba en oto?o y cuando llega febrero sus niveles son tan altamente nocivos que s¨®lo el ant¨ªdoto de don Carnal y do?a Cuaresma resulta reparador. Salgan a la calle y hagan la prueba.