Un templo del todo excepcional
Se puede imaginar que cuando Juan Sebasti¨¢n Elcano entr¨® en la iglesia de San Salvador de Getaria despu¨¦s de tres a?os sobre un barco demostrando en la pr¨¢ctica que el mundo es esf¨¦rico no tuvo problemas de adaptaci¨®n a tierra. La inclinaci¨®n que tiene la planta de este templo -alrededor de un metro-puede ofrecer el espejismo de estar sobre la borda de un barco, una de esas miles de naves que han salido de este puerto guipuzcoano en busca de tierras y, sobre todo, bancos de peces desconocidos que complementaran la pesca de litoral.Pero la iglesia de San Salvador cuenta con otras referencias, aparte de esta curiosa estructura y la de ser sede del bautismo del famoso circunnavegador, como la haber sido el lugar donde naci¨® Guipuzcoa como tal territorio definido. Era el 6 de julio de 1397 y reinaba en Castilla Enrique III cuando los representantes de los pueblos, ciudades y unviersidades de la provincia se reunieron en este templo de origen g¨®tico que estaba a punto de acabar de construirse.
Navarra era reino, en Vizcaya ya hab¨ªa Se?or¨ªo y ?lava era, en aquella fecha, condado. As¨ª que en aquel d¨ªa de primeros de julio se comenzaron a discutir en este templo los principios y las leyes que regir¨ªan a los pueblos y villas de Guip¨²zcoa. S¨®lo faltaron en esa ocasi¨®n los pueblos del valles de L¨¦niz, en el alto Deba, que formaban parte de la Casa de Guevara. (Hay que decir que poco a poco ir¨ªan liber¨¢ndose Eskoriatza y Aretxabaleta; definitivamente, 150 a?os despu¨¦s). O?ati fue la ¨²ltima localidad en unirse a la provincia el 9 de octubre de 1845.
En pocas palabras, para comprender la importancia de aquellas leyes que se redactaban en la iglesia de San Salvador hay que recordar el feroz encarnizamiento de las luchas de bandos de aquella ¨¦poca, cuando las emboscadas, las traiciones y las contiendas entre los distintos bandos eran la t¨®nica habitual. Unos asuntos de los que procuraban estar alejados, siempre que pod¨ªan, los que no ten¨ªan derecho de pernada, es decir, la mayor parte de la poblaci¨®n.
La pesca de la ballena
As¨ª que, mientras los representantes del territorio dejaban de lado sus disputas para ponerse de acuerdo en la conformaci¨®n de Guip¨²zcoa, las gentes de a pie, pastores, agricultores y pescadores, se afanaban con sus labores diarias. En Getaria, evidentemente, eran los productos del mar los principales alicientes.
La que en tiempos de los romanos se llam¨® Menosca, en ese final de siglo XIV era una villa amurallada con cuatro puertas y foso, que ten¨ªa en la iglesia de San Salvador el principal referente arquitect¨®nico. El templo todav¨ªa no ten¨ªa el aspecto actual (faltaba de rematarse la torre cuya c¨²pula, caracter¨ªsticamente g¨®tica, durar¨ªa pocos a?os al ser fulminada por un rayo), pero ya contaba con el t¨²nel que comunicaba la parte alta del pueblo con el puerto, tanto para las personas como para las aguas.
Y frente al pueblo y el puerto, el monte de San Ant¨®n, peque?a pen¨ªnsula que serv¨ªa de observatorio desde donde se anunciaba la llegada de las ballenas a la costa cant¨¢brica. As¨ª que, al mismo tiempo que los prohombres guipuzcoanos debat¨ªan en la iglesia parroquial sobre las normas que regir¨ªan en el territorio, los vecinos de Getaria se pon¨ªan en marcha en el mismo momento en que el atalayero comunicaba la presencia de estos cet¨¢ceos.
Como recrea Francisco Cerezo en su libro sobre Getaria, en ese momento la reuni¨®n de los mandamases se interrumpe por los sonidos de las campanas de la iglesia, que llevan a la movilizaci¨®n de todos los habitantes de la localidad. "Son muchos ya los ojos que a la altura de punta Isarri distinguen un chorro de agua que se eleva del mar", relata el cronista.
Los pescadores se ponen en marcha en busca de la ballena, que en aquel entonces supon¨ªa el sustento de toda la comunidad. Ajenos en buena parte a lo que se debat¨ªa en el interior de su templo y sobre todo alejados de las consecuencias hist¨®ricas de aquellas jornadas del verano de 1397, los getaritarras se disponen en efectiva acci¨®n coordinada a lo que era una tarea her¨®ica, inimaginable en estos tiempos dominados por la t¨¦cnica m¨¢s sofisticada.
De ah¨ª que tambi¨¦n la construcci¨®n de la iglesia de San Salvador se vea hoy d¨ªa como una obra de ingenier¨ªa inimitable. Adolfo Fern¨¢ndez Casanova, en su art¨ªculo sobre los monumentos de Guetaria que public¨® en el Bolet¨ªn de la Asociaci¨®n Excursionista en 1910, comenta la habilidad de los constructores para dar al edificio una "grandiosidad aparente, superior a la real que ofrecen sus f¨¢bricas". Y para explicarlo, Fern¨¢ndez Casanova insiste con una frase m¨¢s bien cr¨ªptica para el profano: "No conozco, ni creo exista, edificio alguno a que se hayan aplicado en totalidad los principios geom¨¦tricos de la perspectiva s¨®lida, que pugna con las especiales condiciones del arte arquitect¨®nico".
Lo cierto es que el templo de San Salvador de Getaria es una de las joyas del g¨®tico en el Pa¨ªs Vasco. Sus elementos arquitect¨®nicos caracter¨ªsticos son la planta irregular, el ya citado desnivel, la elevaci¨®n del fondo del presbiterio con su doble escalinata de piedra de principios del XVI y el triforio (ese pasillo que rodea los muros del templo en su interior) sobre los arcos de la nave central.El citado Fern¨¢ndez Casanova tambi¨¦n se?ala la excepcionalidad de este triforio: "No conozco ejemplares de este g¨¦nero en la arquitectura del continente", se?ala el experto, ya que s¨®lo en las Islas Brit¨¢nicas se encuentran ejemplos similares.
Y a la singularidad arquitect¨®nica de este templo, adem¨¢s de que entre sus muros naciera Guip¨²zcoa, hay que a?adir algunos elementos que subrayan la vinculaci¨®n de Getaria con el mar. Ah¨ª est¨¢ la losa que recuerda la vuelta al mundo de Juan Sebasti¨¢n Elcano, colocada por Pedro de Echave en la puerta del templo; o esa copia fiel de la Virgen de la Antigua que se venera en la catedral de Sevilla y ante la que el disc¨ªpulo de Magallanes y sus 17 compa?eros rezaron una Salve cuando terminaron su periplo. La iglesia de San Salvador se presenta como una de las referencias imprescindibles para conocer el papel que ha jugado Getaria en la historia.
Datos pr¨¢cticos
C¨®mo llegar: La iglesia de San Salvador se encuentra en pleno centro de la localidad guipuzcoana, sobre el puerto de Getaria. El acceso, tanto desde San Sebasti¨¢n como desde Bilbao, se realiza por la N-634, aunque se puede optar por acercarse hasta Zarautz por la A-8, donde se encuentra la salida a Getaria.Desde Vitoria, la mejor opci¨®n para llegar es la N-I, que permite enlazar con la A-8 en las proximidades de San Sebasti¨¢n.
Alojamiento: En Getaria hay un hotel, San Prudencio (tel¨¦fono 943 140411), y dos pensiones, Azcue (943 830554) y Guetariano (943 140567). Los alojamientos de agroturismo en la localidad guipuzcoana son Agote haundi (943 140455) y Gure ametsa (943 140077). Ya en Zumaia est¨¢ Jesuskoa (943 143209). Y en Getaria tambi¨¦n hay una casa rural, Abeta (943 132496).
Comer: Getaria ha trascendido por su txakoli, que acompa?a en muchas ocasiones los platos que preparan sus conocidos restaurantes, como Astillero (943 100412), Elkano (943 140024), Iribar (943 140406), Kaia-Kaipe (943 140500), San Prudencio (943 140411) y Talai-pe (943 1040613). En el cercano Zarautz tambi¨¦n se puede acudir a Aiten-etxe (943 832502), Gure txokoa (943 835959), Karlos Argi?ano (943 130000) y Otzarreta (943 134095).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.