Al buen juego, buenos goles
![Ramon Besa](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F042b42c5-ca63-411a-883d-cb74d8d0d911.jpg?auth=3ea973647cbe92600acf20aba2329a6d83143025ecc0001b5b83e4d6be68bb1e&width=100&height=100&smart=true)
BARCELONA 4-NUMANCIA 0Barcelona: Hesp; Puyol, Reiziger, Frank de Boer, Bogarde; Gabri, Guardiola (Xavi, m. 85), Cocu; Figo, Dani y Ronald de Boer.
Numancia: N¨²?ez; Belsu¨¦ (Barbu, m. 71), Jaume, Soria, Octavio, Mu?oz; Casta?o, Nagore, Ribera; Rub¨¦n Navarro (I?aki, m. 79) ; y Ojeda.
Goles: 1-0. M. 27. Gabri culmina con un remate desde el borde del ¨¢rea una jugada por la banda izquierda entre Figo y Ronald de Boer. 2-0. M. 67. Dani remata de cabeza un centro desde la banda izquierda de Ronald de Boer despu¨¦s que Figo peinara en el segundo palo para el delantero azulgrana. 3-0. M. 76. Dani empuja al fondo de la red un centro desde la izquierda de Cocu, tras un pase de tiral¨ªneas de Guardiola. 4-0. M. 84. Figo cuela por la derecha un fuerte remate, tras una jugada de Ronald de Boer por la banda izquierda que Dani no acert¨® a culminar primero dentro del ¨¢rea.
?rbitro: Esquinas Torres, madrile?o. Amonest¨® a Octavio y a Gabri.
Unos 55.000 espectadores en el Camp Nou. El equipo de hockey patines del Barcelona ofreci¨® la Copa del Rey a su hinchada. Goikotxea, sancionado, presenci¨® el partido desde la grada.
Con alg¨²n que otro sobresalto, como en los viejos tiempos, pero tambi¨¦n con confianza y esperanza, como anta?o, sobre todo por los goles, todos a?orados por bien paridos, el Bar?a acredit¨® que, a las ¨®rdenes de Guardiola, est¨¢ de vuelta para competir por la Liga al menos otra jornada y a la espera de visitar San Mam¨¦s, estadio que decidir¨¢ hasta d¨®nde alcanza la competitividad azulgrana. El Numancia le tuvo a tiro medio partido, cuando el Bar?a se calentaba, pero en la otra mitad fue un convidado que no guard¨® parecido alguno con la gallard¨ªa del Alav¨¦s o el M¨¢laga, que en su d¨ªa faenaron con un gol a favor. La diferencia de pegada puso la distancia en el marcador.
Las circunstancias pintaban un partido ¨¢rido para el Bar?a, un equipo que parec¨ªa secuestrado por la Liga de Campeones, m¨¢s pomposa que el campeonato dom¨¦stico. El talante del contrario, un equipo de f¨²tbol heroico que ha generado mucha ¨¦pica, aumentaba el grado de dificultad del encuentro para el Bar?a, que adem¨¢s hab¨ªa perdido hermosura por la ausencia de su futbolista m¨¢s virtuososo, Rivaldo.
A falta de futbolistas terminales y singulares, el Bar?a se entreg¨® a jugadores de equipo que marcan estilo. El asunto estaba m¨¢s en la gestaci¨®n que en la definici¨®n. La presencia de los gemelos De Boer, Guardiola y Figo no garantizaba la consistencia del equipo, que estuvo largo rato sometido al rival, pero s¨ª puso las condiciones para que el Bar?a se reencontrara con su f¨²tbol, con su juego, con sus goles y tambi¨¦n con sus concesiones defensivas, un orden tan conocido y maldecido como a?orado.
La propuesta azulgrana exige paciencia en la cancha y tambi¨¦n aguante en la grada. El rival, ayer el Numancia, comienza normalmente por ser mejor defendiendo y atacando. La l¨ªnea de presi¨®n numantina, tan densa como agresiva, dej¨® al Bar?a sin pelota. El grupo de Goikoetxea atac¨® con acierto la salida del bal¨®n del ¨¢rea barcelonista y convirti¨® cada robo en una ocasi¨®n. Tirit¨® la zaga, descopuesta por la dificultad en el giro de Frank de Boer, y el Numancia mand¨® hasta cuatro balones de gol al carajo. Viv¨® el Barcelona, en cambio, de la ¨²nica jugada que traz¨®, una acci¨®n preciosa de un minuto por lo menos. Al toque, hasta 14 futbolistas desfilaron frente al cuero, antes de que Gabri marcara, en una muestra de lo que predica Guardiola: el tic-tac paciente, la apertura diligente a la banda y el pase de la muerte para la llegada del medio. El gol invit¨® a ser indulgente con el equipo.
El Bar?a aguant¨® como pudo hasta el descanso, y despu¨¦s no se cans¨® de mover el ¨¢rbol hasta que los goles maduraran. La insistencia azulgrana provoc¨® el desplome numantino. A los sorianos les falt¨® f¨ªsico para mantener el despliegue, y el Bar?a teji¨® tres cuartos de hora de juego f¨¢cil, tocando de primera, con una alta circulaci¨®n. No hab¨ªa otro referente que el bal¨®n. Tiempo para futbolistas que no para solistas, para gente como Guardiola, Figo y Ronald de Boer, majestuoso en el juego por banda. El Bar?a lleg¨® ante N¨²?ez desde todos los costados, marcando goles de muy buen gusto. El ¨²ltimo tramo fue tan dulce que hizo olvidar el mal arranque. Principio y fin, sin embargo, quedaron unidos por un mismo concepto del juego. Vuelve el viejo Bar?a, aquel en que cada partido puede ser una aventura; no una pesadilla.
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