El due?o de los frescos g¨®ticos de Cardona alerta del deterioro de las pinturas
Rascando los muros de su palacio de Cardona (Bages), Jos¨¦ Sanju¨¢n hall¨® unos frescos de finales del siglo XIII, de tem¨¢tica profana y pertenecientes al g¨®tico lineal. Desde la comunicaci¨®n del descubrimiento a la Generalitat y al Ayuntamiento han pasado m¨¢s de siete meses durante los que las pinturas han sufrido deterioro. El propietario asegura ahora que si ninguna de las dos administraciones asume los costes en 15 d¨ªas, encargar¨¢ la restauraci¨®n de los frescos. Una opci¨®n que implica arrancarlos y que podr¨ªa suponer que las pinturas abandonen Cardona si las adquiere alg¨²n museo.
En estos siete meses se han sucedido varias visitas oficiales y oficiosas de restauradores e historiadores. ?stos han certificado la importancia de los frescos -que representan una escena de car¨¢cter militar- para descubrir aspectos in¨¦ditos del tr¨¢nsito de la pintura rom¨¢nica a la g¨®tica en Catalu?a. Pero tambi¨¦n han alertado del riesgo que supone que contin¨²en en el palacio mucho tiempo m¨¢s: algunas partes de la casa est¨¢n a merced de las inclemencias meteorol¨®gicas. Tambi¨¦n se han sucedido algunas conversaciones entre el propietario y representantes de las dos administraciones. La Generalitat no se pronunciar¨¢ hasta que no haya estudiado un informe t¨¦cnico que s¨®lo se empez¨® a gestar el martes pasado. El alcalde, Josep Maria Sala, asegura que el Ayuntamiento no puede intervenir porque sus arcas se encuentran en n¨²meros rojos.La primera voluntad de Sanju¨¢n era que los frescos se quedaran en Cardona tras su restauraci¨®n; que el Ayuntamiento comprara el palacio "seg¨²n criterios de valoraci¨®n de mercado", y que se instalara en ¨¦l un museo sobre la historia de la poblaci¨®n "sirviendo de elemento catalizador para la recuperaci¨®n del patrimonio perdido", seg¨²n reza un documento firmado por el municipio y por Sanju¨¢n. Pero esta posibilidad queda ya lejos. Aunque ni lo confirma ni lo desmiente, si el propietario acomete ¨¦l mismo la restauraci¨®n, podr¨ªa vender las pinturas a alg¨²n museo.
Antes de llegar a la situaci¨®n actual, Sanju¨¢n ha intentado vender el palacio -llamado de Aguilar por unos y de Graells por otros- al consistorio. El equipo municipal, que asumi¨® el poder tras las elecciones del 13 de junio, asegura que se ha encontrado con un d¨¦ficit de 600 millones de pesetas. El alcalde, un independiente en las listas de Converg¨¨ncia i Uni¨®, afirma: "No estamos para alegr¨ªas". A pesar de ello, el arquitecto municipal lleg¨® a hacer una tasaci¨®n que rondaba los 10 millones de pesetas para un palacio cuya fachada est¨¢ catalogada y que conserva elementos estructurales que se remontan al siglo XI. Sanju¨¢n reconoce que encontr¨® la cifra "inferior al precio de mercado" y que "no se lleg¨® a negociar la compra".
Josep Maria Xarri¨¦, jefe del Servicio de Restauraci¨®n de Bienes Muebles de la Generalitat, ha visitado Cardona en varias ocasiones. La ¨²ltima fue el pasado martes y se desplaz¨® acompa?ado por una arquitecta y un arque¨®logo de la Direcci¨®n General de Patrimonio de la Generalitat. Su an¨¢lisis es muy claro: "Los frescos est¨¢n muy castigados y muy descohesionados respecto del muro. Si hay mucho movimiento podr¨ªan caer". "Estas pinturas son como un gigante con pies de barro", expone. Y aclara: "Se encuentran sobre una superficie de mamposter¨ªa, que es un soporte muy d¨¦bil". Sin embargo, apunta que si la Generalitat no se pronuncia en el plazo marcado por Sanju¨¢n, el servicio que dirige no puede actuar: "No trabajamos para particulares", concluye.
En Catalu?a existen muy pocos testimonios de pintura de car¨¢cter civil del periodo de transici¨®n del rom¨¢nico al g¨®tico. Muchos menos -s¨®lo las pinturas del Palau Reial Major, en Barcelona- conservados in situ. De ah¨ª la trascendencia del hallazgo de Cardona. Mucho m¨¢s si se tiene en cuenta que, en los ¨²ltimos tiempos, la tendencia museogr¨¢fica es que hallazgos como ¨¦ste se queden donde se encontraron. Se permite, as¨ª, una reconstrucci¨®n mucho m¨¢s gr¨¢fica del esp¨ªritu de una ¨¦poca.
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