Jackson tambi¨¦n vuela sin Jordan
El ex t¨¦cnico de Chicago, un cristiano que practica el budismo zen, triunfa en los Lakers con su receta sagrada: cooperaci¨®n y libertad
Los Lakers de Los ?ngeles arrollaron el domingo a los Heat de Miami (93-80), como hab¨ªan hecho unos d¨ªas antes con los Pacers de Indiana y a¨²n antes con los Trail Blazers de Portland, todos en la misma semana. Los dos primeros equipos, lideran sus respectivos grupos en la conferencia Este de la NBA, mientras que los Trail Blazers ten¨ªan ambiciones en el mismo grupo del Oeste donde nadie puede hacer sombra a los Lakers. Los californianos han dejado bien claro qu¨¦ equipo tiene todas las papeletas para ganar este a?o el anillo de campe¨®n y abrir una era triunfal como la de los noventa fue para los Bulls de Chicago. El equipo amarillo tiene esencialmente los mismos mimbres -por m¨¢s que sean mimbres tan magn¨ªficos como Shaquille O'Neal y Kobe Bryant- que en temporadas anteriores, pero ahora gana y rompe marca tras marca. La diferencia es Phil Jackson, el hombre que llev¨® al equipo de Michael Jordan a la conquista de seis t¨ªtulos.Jackson responde con hechos a los que quitaron valor a sus triunfos con los Bulls argumentando que con Jordan cualquiera pod¨ªa ganar. Es una tesis que no se sostiene y que Jackson va a probar este mismo a?o, su primero en la pista tras dejar Chicago. Su Majestad el Aire ya estaba en los Bulls antes de que Jackson se hiciera cargo del equipo en 1989 y no por eso ganaban. El momento cr¨ªtico en la ciudad del lago Michigan se produjo en diciembre de 1988. El primer entrenador fue expulsado en medio de un partido y Jackson tom¨® la direcci¨®n. Dio dos brochazos a un conjunto que hasta entonces s¨®lo ten¨ªa una consigna: pasar el bal¨®n a Jordan y dejarle hacer. Jackson cambi¨® sobre la marcha la estrategia defensiva y dijo a sus jugadores que jugaran como ellos sab¨ªan. "Fue como si nos hubieran quitado las cadenas", dir¨ªa luego un jugador. "En ese momento supimos que Phil deber¨ªa ser el primer entrenador".
Un par de meses despu¨¦s, Jackson recibi¨® la titularidad. Necesit¨® lo que quedaba de temporada y la siguiente para hacer una escuadra imbatible. Los fundamentos eran dos: una defensa agresiva, basada en el t¨¢ndem de los doberman Michael Jordan / Scottie Pippen y un ataque de nueva planta, perfeccionado a partir de las ideas de su segundo, Tex Winter. Es el singular ataque en tri¨¢ngulo o triple poste en el que los jugadores cambian constantemente de posici¨®n y crean numerosas posibilidades de encestar. Con un equipo lanzado "es un espect¨¢culo art¨ªstico", en palabras de Jackson, que nadie ha conseguido emular. "Est¨¢n m¨¢s all¨¢ de producir respeto", declar¨® el domingo Pat Riley, el derrotado entrenador de los Heat, antiguo de los Lakers, con quienes consigui¨® cuatro campeonatos en los ochenta. "Dan miedo".
"El ataque en triple tri¨¢ngulo se basa en la cooperaci¨®n y la libertad, los dos valores a cuya consecuci¨®n he dedicado mi vida fuera de la pista y so?ado con aplicar al baloncesto", escribe Jackson en Sacred Hoops (Aros Sagrados), el libro en el que explica su idea del baloncesto.
Jackson es un genio aparte, que rompe con los estereotipos del deportista de ¨¦lite. Nacido hace 54 a?os en Montana, con dos padres que eran predicadores evang¨¦licos y hab¨ªan hecho voto de pobreza, el ni?o creci¨® en los pr¨®speros cincuenta lejos de las tentaciones que acechaban a sus contempor¨¢neos: sin cine, ni tebeos, ni bailes de pueblo y con muchos servicios religiosos. Las ¨²nicas diversiones eran la m¨²sica (piano y tromb¨®n) y los deportes. En el instituto jug¨® al b¨¦isbol antes de optar por el baloncesto y tambi¨¦n all¨ª empez¨® a interesarse por la filosof¨ªa, la psicolog¨ªa y la religi¨®n en unos horizontes m¨¢s amplios que los de casa. Luego solt¨® amarras y entr¨® de lleno en la revoluci¨®n de las flores: se dej¨® barba y melena, explor¨® el pensamiento oriental y la m¨ªstica de los sioux, experiment¨® con drogas, escuch¨® a los Grateful Dead y ley¨® a Carlos Castaneda. Hoy se define como un cristiano que practica el budismo zen.
Hoy todo el planeta del baloncesto est¨¢ rendido ante Jackson, que propugna el juego en equipo sin favoritismo para las estrellas, el respeto deportivo al rival y la m¨¢xima concentraci¨®n. Dirige con mano firme y sin grandes aspavientos. "Cerebrales y concentrados en el juego. Esa es la personalidad que Jackson ha dado la equipo", apunta Kobe Bryant.
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