Ni tan crecido ni tan marciano JUAN JOS? MILL?S
Aznar insiste en que encontr¨® al llegar a la Moncloa una Espa?a en quiebra. Tiene la esperanza de que la idea crezca en la cabeza del contribuyente, pero sobre todo la necesidad de que crezca dentro de s¨ª. Al mismo tiempo, Sanidad alerta del peligro de unos mu?ecos extraterrestres que se hinchan en el agua alcanzando hasta el 600% de su tama?o. Aznar ha crecido por encima de ese seiscientos, incluso por encima del "Seiscientos", que es su referencia motriz. Lleva dentro de su Audi un "Seiscientos" como lleva dentro de su cabeza un Fraga. Hay delgados que encierran en su interior un gordo que se desborda de forma espiritual por las costuras y que s¨®lo se manifiesta en forma de aura. A Piqu¨¦, pese a que est¨¢ hecho un espagueti, todav¨ªa se le ve el halo del gordo con el que comenz¨® la legislatura. Al Audi de Aznar se le sale el "Seiscientos" intangible por todas partes. El 90% del universo es materia oscura, materia invisible, aunque real. El 90% de Aznar es materia oscura. Quienes est¨¢n cerca de ¨¦l aseguran que se ha endiosado. El otro d¨ªa, en el ¨²nico encuentro que se ha dignado tener con los periodistas que siguen su campa?a, logr¨® que la primera media hora s¨®lo se hablara de lo bien que se encuentra, de lo guapo que es, de la cintura que tiene. Aznar ha comenzado a disfrutar de s¨ª mismo. Tiene la autoestima en unos niveles francamente suicidas. Y s¨®lo admite a su alrededor gente que le haga la pelota, que le diga c¨®mo sac¨® a Espa?a de la prehistoria. Crece, se crece, como el marciano sobre el que Sanidad no deja de advertirnos. Y si el marciano es pernicioso para los ni?os, que se lo tragan todo, Aznar se ha revelado como una amenaza para las clases pasivas, a quienes ha convertido en el centro de su demagogia. Salt¨¢ndose las reglas del juego propuestas por ¨¦l mismo ("las pensiones no pueden ser aguinaldos electorales"), el hombre ha cogido su fusil y no deja de disparar contra las viudas. Cada disparo provoca una polvareda insoportable de caspa.
El 90% del universo es caspa, aunque s¨®lo percibamos una peque?a parte (?lvarez del Manzano, Arias-Salgado, Margarita Mariscal, Isabel Tocino...). No hay principio activo ni champ¨² capaz de eliminar esa porci¨®n que de otro lado resulta pintoresca. Pero la caspa peligrosa no es la que cae sobre los hombros, sino la que se cuela por los poros del cuero cabelludo y se deposita en las ranuras cerebrales, donde crece con la humedad impidiendo la libre circulaci¨®n de las ideas. Lo peligroso de las promesas de Aznar, incluidas las que ayer hizo a las mujeres, es el 90% que no se ve: la caspa. Nunca lanz¨® tanta alrededor de s¨ª, pero es que nunca estuvo tan crecido. Ni tan marciano. Sanidad advierte sobre el peligro de unos extraterrestres con muy buena presencia que aumentan hasta el 600% de su tama?o. Protejan a sus ni?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.