Mero asuntillo

Este relato de relaciones interpuestas a trav¨¦s del encargo a un detective de los problemas de una pareja recibi¨® el ¨²ltimo premio de Teatro Ciutat d'Alcoi, y es una buena muestra del trabajo de Llu?sa Cunill¨¦, disc¨ªpula de Sanchis Sinisterra, y de su propensi¨®n por indagar en los l¨ªmites del teatro. Aqu¨ª quiz¨¢s conviene precisar que ni Beckett ni Harold Pinter son autores fronterizos, sino m¨¢s bien dos cl¨¢sicos reverenciados de la dramaturgia del siglo que termina, que ocupan por derecho propio los a?os centrales de la centuria, y que no se andan con ambig¨¹edades de g¨¦nero art¨ªstico al escribir teatro. No me parece casual que Cunill¨¦ elija un material de esta clase (un marido contrata a una tercera persona para que indague sobre la conducta de su esposa, y a partir de ah¨ª se establecer¨¢n las relaciones, o su simulacro). Ni tampoco su aparente adscripci¨®n al g¨¦nero negro, ni siquiera que renuncie al extremado psicologismo de la Highsmith en favor de una mirada m¨¢s gen¨¦rica, porque lo contrario la forzar¨ªa a construir sus personajes en lugar de jugar en favor de la situaci¨®n escogida. No me extra?a nada de esto, y sin embargo me sorprende que con ese material, se haya hecho un montaje tan endeble. Responsabilidad de Alberto Bokos, sin duda, pero tambi¨¦n de un Paco Zarzoso, que nunca ha sido actor, y del resto del reparto, as¨ª como de una propuesta esc¨¦nica que, a¨²n siendo inteligible en sus intenciones, llega a carecer de todo inter¨¦s.