TVE y Tele 5 exhibir¨¢n la intimidad de 26 personas sometidas a situaciones l¨ªmite

Nada escapa al ojo de la c¨¢mara. Trepar por un ¨¢rbol para obtener un vaso de leche, poner la lavadora, ducharse, morirse de celos, generar odios, cimentar una amistad: las actividades y los sentimientos de 26 personas sometidas a la presi¨®n de una convivencia forzosa ser¨¢n filmados d¨ªa y noche y exhibidos despu¨¦s ante millones de espectadores. Con estos ingredientes se preparan los dos acontecimientos televisivos que se estrenar¨¢n antes del verano. Gran Hermano (Tele 5) y Los Robinsones (TVE) mostrar¨¢n la intimidad de espa?oles corrientes voluntariamente sometidos a situaciones l¨ªmite. Ambos espacios vienen precedidos por la pol¨¦mica originada en los pa¨ªses donde se han emitido.

Gran Hermano, que en Holanda bati¨® r¨¦cords de audiencia, comenzar¨¢ a emitirse en Espa?a en mayo. Diez espa?oles an¨®nimos compartir¨¢n durante 100 d¨ªas una casa de las afueras de Madrid. No podr¨¢n salir; ni disponer de televisi¨®n, radio, prensa o tel¨¦fono. Su ¨²nico contacto con el mundo exterior ser¨¢n los c¨¢maras de los 20 ojos electr¨®nicos y 60 micr¨®fonos que vigilar¨¢n cada uno de sus movimientos, desde un arrebato de c¨®lera hasta una necesidad fisiol¨®gica, o simplemente peinarse o fregar los platos. Adem¨¢s de compartir un techo claustrof¨®bico, los concursantes compiten entre ellos a cara de perro, ya que s¨®lo uno cobrar¨¢ el bot¨ªn. Eso les incita a espolear a los dem¨¢s para que muestren lo peor de s¨ª mismos. Saben que todos sus movimientos son juzgados por la audiencia, y su continuidad depende de los votos de los telespectadores. "El que no guste, a la calle", es la norma inflexible del programa.En Los Robinsones, cuyo contrato con TVE a¨²n no est¨¢ firmado, pero s¨ª "en conversaciones muy avanzadas", grupos de ocho personas desembarcar¨¢n con lo puesto en dos islas de Panam¨¢. All¨ª tendr¨¢n que buscar un hueco para vivir, o construir una choza con los materiales que la naturaleza proporciona. La comida basta para la llegada; el resto la obtendr¨¢n cazando, pescando o superando pruebas. Una pista americana equivale a un filete con patatas; trepar por un ¨¢rbol, a un vaso de leche o a una dosis de champ¨². En esta lucha por la supervivencia, en que los participantes quedan eliminados por los votos de sus compa?eros, el ganador de Suecia fue un gay que renunci¨® al sexo mientras dur¨® el programa y supo quedarse al margen de envidias, ligues, zancadillas y alianzas.

El objetivo de todos, tanto en Europa, Estados Unidos como en Espa?a, es el dinero: cerca de quince millones de pesetas para el ganador de Los Robinsones; 20 para el de Gran Hermano. Pero no s¨®lo el dinero ha movido a cerca de 10.000 espa?oles a ofrecerse como voluntarios a Zeppelin (la productora del espacio de Tele 5) y a Globo Media (TVE). ?Es af¨¢n de notoriedad, tendencias exhibicionistas o simple estulticia? Los responsables de los programas rechazan cualquiera de estas motivaciones. "Muchas de las mujeres que quieren concursar son amas de casa. Es posible que sus vidas sean planas y aburridas y necesiten algo que contar a sus nietos", asegura Fran Garc¨ªa, portavoz de la cadena privada. Para V¨ªctor Mart¨ªn, productor de Los Robinsones, se trata de "diversi¨®n y ganas de aventura". Mart¨ªn insiste en que su programa no es comparable con el rival, porque no buscan el morbo.

Amores y rupturas

"Ni emitimos en directo ni filmamos por la noche. Es un programa sano, ecol¨®gico y entretenido. Mostramos el enamoramiento o la ruptura de los concursantes, pero no el acto sexual". En Gran Hermano aseguran que tampoco emitir¨¢n la intimidad de forma expl¨ªcita, y que la ducha "se emitir¨¢ con cierto disimulo". Pero las c¨¢maras estar¨¢n all¨ª, en varios ¨¢ngulos del cuarto de ba?o, sin descansar jam¨¢s. Y sobre el colch¨®n del dormitorio. As¨ª podr¨¢ comprobarse en el canal Te Quiero durante 24 horas inniterrumpidas; y en Tele 5 y TVE con emisiones diarias y semanales. Un horario flexible con el que los programadores intentan satisfacer todos los grados de voyeurismo de la audiencia.

Los productores espa?oles esperan librarse de la pol¨¦mica. Dicen haber aprendido de la experiencia de suecos, holandeses y alemanes. Por eso han contratado equipos de m¨¦dicos y psic¨®logos que se encargar¨¢n de cubrir las carencias de prote¨ªnas o vitaminas de los concursantes de las islas y de atemperar los trastornos psicol¨®gicos previsibles. El suicidio de un robinson en Suecia y el tratamiento psiqui¨¢trico que tuvieron que recibir concursantes holandeses les obliga, al menos, a trabajar con red.