Del cava del PP a los canap¨¦s sin tocar del PSOE
La fiesta revent¨® en la calle de G¨¦nova, donde el PP tiene su cuartel general, por el ¨¦xito m¨¢s buscado y por fin conseguido: la victoria en las generales con mayor¨ªa absoluta. Mientras, en el hogar de la Federaci¨®n socialista Madrile?a, en la calle de Santa Engracia, todo era distinto. Muy distinto. Un dato: en algunos momentos, hubo m¨¢s camareros que simpatizantes del PSOE. Las largu¨ªsimas caras de los pocos seguidores, dos docenas, que, pegados al televisor, contemplaban desolados c¨®mo el PP iba sumando esca?os hasta hacerse con la mayor¨ªa absoluta, contaban una noche de desilusi¨®n. Hasta hubo uno que propuso poner el f¨²tbol y acabar de una vez con la agon¨ªa. Pero para terminar de redondear la tarde, hasta el Atleti perd¨ªa.Los sondeos a pie de urna pintaban un panorama muy feo, pero la realidad fue peor. Los escasos militantes com¨ªan bocadillos masticando tristemente mientras ve¨ªan por televisi¨®n al alcalde de Madrid, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano (PP), bailando en la calle rodeado de banderas blancas.
En la sede socialista s¨®lo se levant¨® un poco el ¨¢nimo cuando se oy¨® en la tele, otra vez, lo de "Pujol, enano, habla castellano". Una militante del PSOE dijo: "Hay que saber perder y saber ganar. Y ¨¦stos no saben ganar. Cuando se pierden los modales, se pierde tambi¨¦n la raz¨®n". La televisi¨®n segu¨ªa desgranando datos que ca¨ªan como pedruscos y un militante propuso: "Cambia de canal, hombre, pon el porno, a ver si nos animamos".
El secretario general de la FSM, Jaime Lissavetzky, segu¨ªa el escrutinio desde su despacho. Desde all¨ª contempl¨® tambi¨¦n c¨®mo Joaqu¨ªn Almunia anunciaba su dimisi¨®n. Esta noticia puso el punto final a la contemplaci¨®n de la televisi¨®n y a la agon¨ªa. Los camareros, uniformados de negro, comenzaron a retirar las bandejas de canap¨¦s (llenas) y los vasos (limpios, sin usar). La consigna era desplazarse a la sede nacional del partido, en la calle de Ferraz. Pero muchos no ten¨ªan ganas y lo ¨²nico que quer¨ªan era irse a casa. "Pues ahora es cuando hay que ir, cuando no salen las cosas bien", dijo alguien. Uno de los que s¨ª acudi¨® fue Lissavetxky, que con cara de circunstancias pero deportivamente, se apresur¨® a felicitar al ganador. Ferraz, eso s¨ª, estaba lleno, a pesar del mazazo, de l¨¢grimas y dimisiones.
En el PP, desde el principio, mandaban las sonrisas. A las 20.00, cuando se conocieron las primeras encuestas que daban al PP hasta 172 esca?os, se oy¨® la voz grave del secretario general del partido en Madrid, Ricardo Romero de Tejada: "Tranquilos, tranquilos, que los sondeos fallan m¨¢s que una escopeta de feria, que luego vienen las desilusiones. ?Del PSOE, me refiero!".
Al final de la noche se desbord¨® la alegr¨ªa, los achuchones, besos y parabienes por doquier. S¨®lo un abrazo falt¨®: el del presidente regional, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, al flamante vencedor de las elecciones, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Ambos dirigentes se estrecharon cortesmente la mano en un "gesto cordial pero no caluroso", seg¨²n cont¨® un testigo del encuentro.
Ruiz-Gallard¨®n y algunos consejeros de su Gobierno siguieron el escrutinio desde un despacho cerrado sin mezclarse con el resto de altos cargos populares que invad¨ªa la sede de la calle de G¨¦nova.
El n¨²mero de esca?os conseguidos por esta formaci¨®n pol¨ªtica segu¨ªa subiendo en los sondeos que ofrec¨ªan las televisiones. A las 20.30 lleg¨® el alcalde de Madrid, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, que fue recibido con algunos aplausos por los militantes y pol¨ªticos del PP que se agrupaban en la primera planta de la sede. Los primeros gritos de los simpatizantes del PP comenzaban a colarse por las ventanas del edificio. "?Es incre¨ªble!", dijo Rato, abrazado a Esperanza Aguirre. Fernando L¨®pez Amor, elegido diputado por Madrid, aseguraba que el "trabajo del gobierno de Aznar" ha sido la clave de la victoria. El cava catal¨¢n y los aperitivos corr¨ªan ya sin medida a lo largo de toda la primera planta, donde se halla el despacho del presidente regional del PP, P¨ªo-Garc¨ªa Escudero. Nuevos abrazos y besos entre el centenar de personas que se agrupaban en esta planta.
Cada vez que un dirigente de izquierdas aparec¨ªa en las cadenas de televisi¨®n intentando justificar sus malos resultados, los afiliados del PP entonaban con sorna al un¨ªsono "campeones, campeones". Poco antes de las 22.30, todas las cadenas de televisi¨®n coincid¨ªan en dar m¨¢s de 180 esca?os al PP.
El jubilo recorri¨® el edificio y la calle de G¨¦nova, atesta de simpatizantes. Y lleg¨® la hora de los saludos desde el balc¨®n de las victorias. En la primera tanda aparecieron Rodrigo Rato (n¨²mero dos al Congreso por Madrid), Esperanza Aguirre (n¨²mero uno al Senado por Madrid), P¨ªo Garc¨ªa Escudero (n¨²mero tres del partido y presidente regional). El alcalde, seg¨²n varios dirigentes del PP, se col¨® en el balc¨®n para saludar a la muchedumbre congregada sin que nadie le hubiera invitado.
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