"Me considero un 'voyeur' absoluto" RAM?N DE ESPA?A
Pregunta. Casi tres a?os ya al frente de BTV. ?Cansado, aburrido...?Respuesta. Ni una cosa ni otra. ?ste es un trabajo con el que me lo paso muy bien. Yo me invent¨¦ el modelo, yo lo superviso...
P. Yo cumplo un horario. Cuando te conoc¨ª eras un aspirante a cineasta independiente. No digo que ahora seas un funcionario, pero cada d¨ªa tienes que venir a tu despacho.
R. Donde estoy hasta las siete o las ocho. Luego me voy a casa, juego un rato con mis hijos y veo una pel¨ªcula en formato DVD en mi pantalla de tres metros y medio con cortina y visillo.
P. Una vida normal. Nunca me pareciste una persona llamada a una vida normal.
R. Nadie lo parec¨ªa en aquellos tiempos, pero ya ves. A m¨ª lo de tener hijos me ha venido muy bien. He sido un tipo muy solitario, muy metido en mis cosas, no excesivamente comunicativo. Supongo que sigo teniendo una cara oscura, pero no me puedo permitir el lujo de desarrollarla con mis hijos. Los ni?os te ponen en tu sitio.
P. Pero tener un cine en casa, con su cortina y su visillo, sigue siendo t¨ªpico del Huerga de anta?o.
R. Cada vez voy menos al cine, entre otras cosas porque creo que la proyecci¨®n cinematogr¨¢fica esta sobrevalorada. No se nos ofrecen las pel¨ªculas en las mejores condiciones. Mira, cuando se estren¨® Titanic fuimos a verla con mi mujer, Mariona, y con Ariadna Gil y David Trueba. Estaba desenfocada y cuando grit¨¦ "?Foco!" lo ¨²nico que consegu¨ª fue que alguien me soltara "?Calla, imb¨¦cil!". Conclusi¨®n: acab¨¦ echando veinte duros en el fotomat¨®n de BTV para quejarme.
P. Si los socialistas ganan alg¨²n d¨ªa las elecciones auton¨®micas, cosa que puede suceder en una fecha no determinada del tercer milenio, ?te ves dirigiendo TV-3?
R. Nadie me lo ha propuesto y tampoco me interesa mucho. No quiero ir de elitista, pero la verdad es que no me dicen nada las televisiones generalistas. ?Me interesa m¨¢s Barcelona que Catalu?a? Es posible. Barcelona es una realidad cercana y a menudo me interesa m¨¢s la opini¨®n de un tipo que se planta ante el fotomat¨®n que la de un colectivo de la Catalu?a profunda, por digno que sea. Adem¨¢s, igual no s¨¦ trabajar para el gran p¨²blico. En TV-3 no podr¨ªa experimentar como lo hago en BTV. Y entrar¨ªa en la lucha por las audiencias, que es algo que me saca de quicio porque, entre otras cosas, no me creo nada de los ratings y dem¨¢s.
P. Hombre, Manuel, hay datos innegables por mucho que nos duelan. Diez millones de personas ven Manos a la obra.
R. T¨®matelo por el lado bueno: hay casi treinta millones de espa?oles, entre los que estamos t¨² y yo, que no lo vemos. Vivimos bajo una dictadura de diez millones de cazurros que nos joroban la programaci¨®n con su gusto deplorable.
P. A cambio, las televisiones generalistas tienen unos presupuestos que t¨² ni los hueles.
R. Hay lo que hay y no me quejo. BTV no puede entrar en la huida hacia delante de TVE y TV-3, en ese d¨¦ficit que se incrementa cada a?o y que financia el ciudadano con sus impuestos. Aqu¨ª hay un presupuesto reducido con el que hacemos lo que podemos. No hay dinero para el directo ni para la ficci¨®n, pero eso se podr¨¢ solucionar si hay alg¨²n tipo de entrada de capital privado, lo que a m¨ª me gustar¨ªa. Una f¨®rmula mixta que, eso s¨ª, evitara el endeudamiento.
P. ?Te tocan mucho las narices los del Ayuntamiento?
R. Nada de nada, aunque no te lo creas.
P. Pero seg¨²n los convergentes sois TeleMaragall.
R. Si consideran que no tienen el espacio que merecen te acusan de ser TeleMaragall. Si salen a decir lo que quieren, TeleMaragall se convierte de pronto en una televisi¨®n tan digna y necesaria para la democracia como TV-3.
P. Rodaste una pel¨ªcula, Ant¨¢rtida, y no te has vuelto a acercar por el mundo del cine. ?Tiene algo que ver con aquello que me dijiste una vez de que t¨² no ten¨ªas nada que explicar?
R. ?Yo dije eso? Creo que me exced¨ª. Hombre, yo tengo mi mundo propio, como cualquier ser humano, pero s¨ª es verdad que no tengo ninguna prisa ni ninguna urgencia en exponerlo. Yo me considero un voyeur absoluto en primer lugar, y en segundo un mercenario: ceremonias ol¨ªmpicas, una tele local, etc¨¦tera. Quiz¨¢ no soy un cineasta en sentido estricto ni un contador de historias. Tampoco digo que con Ant¨¢rtida dijera todo lo que ten¨ªa que decir, sino que no est¨¢ escrito en ninguna parte que despu¨¦s de una pel¨ªcula haya que hacer otra. Adem¨¢s, Ant¨¢rtida no era exactamente una obra personal. Yo no s¨¦ nada de yonquis, por ejemplo. Me limit¨¦ a ilustrar el texto de Francisco Casavella y qued¨¦ contento a medias. Quiz¨¢ me interesa m¨¢s la imagen en s¨ª, su manipulaci¨®n creativa, las herramientas que se van creando para su transformaci¨®n. Me interesa el Dogma, por ejemplo.
P. Yo me aburr¨ª con Los idiotas. Me pareci¨® una muestra de vanguardia apolillada, algo as¨ª como Blue movie, de Dusan Makavejev. Nadie se acuerda de Dusan Makavejev y ni siquiera s¨¦ si pronuncio su nombre correctamente.
R. No hablo de ninguna pel¨ªcula en concreto, unas te gustar¨¢n m¨¢s que otras, sino de la posibilidad democratizadora que ofrece el v¨ªdeo digital, los caminos que abre para rodar con poco dinero. F¨ªjate en The blair witch project...
P. Tambi¨¦n me pareci¨® un ladrillo.
R. Da igual. Lo que me interesa es el soporte. Llevo un tiempo escribiendo un gui¨®n sobre el mundo del chat, en el que estuve muy metido y del que me estoy saliendo, y no s¨¦ qu¨¦ formato tendr¨¢ cuando se ruede. Puede ser una pel¨ªcula. O puede ser un artefacto que se distribuya directamente en DVD. El celuloide tiene sus d¨ªas contados, as¨ª como la proyecci¨®n tal como la entendemos ahora. Dentro de poco las pel¨ªculas americanas se emitir¨¢n en Espa?a v¨ªa satelite. T¨² contratar¨¢s cuatro proyecciones diarias, un t¨ªo apretar¨¢ un bot¨®n en Hollywood y la pel¨ªcula se ver¨¢ en el paseo de Gr¨¤cia. La proyecci¨®n p¨²blica ya no es tan importante. Hay cantidad de pel¨ªculas que duran una semana en una sala y no se vuelven a exhibir nunca m¨¢s, pel¨ªculas cuya vida es dom¨¦stica a trav¨¦s del v¨ªdeo y del DVD. Y me parece muy bien que sea as¨ª.
P. ?No es un poco s¨®rdido el mundo del chat?
R. Es un mundo lleno de solitarios, de neur¨®ticos, de paranoicos. Y no lo digo con desprecio porque yo me considero parte de esos colectivos. Y en ese mundo hay comunicaci¨®n. La diferencia entre la comunicaci¨®n real y la virtual es que la primera va de fuera a dentro y la segunda de dentro a fuera. Cuando te presentan a alguien, lo primero que ves es su rostro y, si se trata de una mujer, otras cosas igualmente interesantes. A partir de ah¨ª has de descubrir c¨®mo es esa persona, qu¨¦ piensa, qu¨¦ le preocupa. En la comunicaci¨®n virtual es al rev¨¦s: primero descubres el interior de las personas, con unos niveles de intimidad muy profundos, y s¨®lo al final, si quieres, conoces su forma f¨ªsica.
P. ?Conociste a alguien interesante a trav¨¦s del chat?
R. Pues s¨ª. No encontr¨¦ a nadie con dos cabezas o de procedencia alien¨ªgena. Todo era gente normal.
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