Juicio a un t¨¦cnico de gas por una explosi¨®n que caus¨® cinco muertos
El fiscal solicit¨® ayer un a?o de c¨¢rcel para un t¨¦cnico de gas por un delito de imprudencia temeraria al producirse una explosi¨®n de un dep¨®sito de butano-propano que el procesado hab¨ªa instalado en un chal¨¦ en Benidorm, y que caus¨® la muerte de cinco personas en 1984. El ministerio p¨²blico sostiene que la explosi¨®n se debi¨® a la deficiente instalaci¨®n. Sin embargo, los peritos mantienen que el accidente se produjo a ra¨ªz de una fuga de gas en los tubos afectados por "corrosi¨®n electroqu¨ªmica".
La vista oral de este caso, que se remonta a febrero 1984, se celebr¨® ayer en el Juzgado de lo Penal n¨²mero 5 de Alicante. El retraso en la celebraci¨®n del juicio se debe a que el sumario tuvo que reconstruirse tras quedar destruido en un incendio que se registr¨® en la Audiencia de Alicante.El procesado, el t¨¦cnico de gas J. R. M., instal¨® un dep¨®sito butano-propano y sus correspondientes tuber¨ªas en un chal¨¦ de Benidorm en 1981. Tres a?os m¨¢s tarde, el 11 de febrero de 1984, se produjo la explosi¨®n mientras otro t¨¦cnico de gas intentaba reparar una fuga. La explosi¨®n fue de tal magnitud que destruy¨® el chal¨¦ y caus¨® la muerte de cinco personas, entre ellas el t¨¦cnico que intentaba reparar la aver¨ªa y su hijo.
Seg¨²n el fiscal, el accidente tuvo su origen en las deficiencias de la instalaci¨®n. La acusaci¨®n p¨²blica sostiene que la instalaci¨®n no se ajust¨® al proyecto inicial presentado en la delegaci¨®n de Industria y, adem¨¢s, que las tuber¨ªas no se protegerieron debidamente para evitar su oxidaci¨®n y, por ende, posibles perforaciones.
En su declaraci¨®n, el acusado asegur¨® que la instalaci¨®n se ajust¨® el proyecto inicial presentado en Industria y que las tuber¨ªas fueron protegidas de acuerdo a la normativa legal entonces vigente.
Cuatro de los cinco peritos que comparecieron ante el tribunal coincidieron en que la causa de explosi¨®n tuvo su origen en una fuga de gas derivada de la "corrosi¨®n electroqu¨ªmica de las tuber¨ªas", es decir, una progresiva oxidaci¨®n de los tubos enterrados por efecto de la humedad.
Estos expertos se?alaron que la construcci¨®n de una zona ajardinada encima de las tuber¨ªas, con posterioridad a su instalaci¨®n, "pudo acelerar el proceso de oxidaci¨®n de la canalizaci¨®n". Adem¨¢s, subrayaron que aunque los tubos hubieran estado perfectamente protegidos, tambi¨¦n habr¨ªan sido afectados por este fen¨®meno. El quinto perito, un arquitecto, se limit¨® a constatar que las tuber¨ªas hab¨ªan sido instaladas sin los necesarios elementos de protecci¨®n.
Hasta 1982 la Administraci¨®n no decret¨® la obligatoriedad de la "protecci¨®n activa o cat¨®dica" en las instalaciones de gas, un sistema para evitar la corrosi¨®n electroqu¨ªmica.
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