Provocaci¨®n
Jean Michel Othoniel es un notable creador franc¨¦s que en 1994 cre¨® My Beatiful Closet, un espacio oscuro al que se accede tras presionar una teta de l¨¢tex y en cuyo interior se pueden celebrar recatadas org¨ªas. Othoniel ha venido a Granada con ¨¦sta y otras obras semejantes con el prop¨®sito de sorprender (o lubrificar, qui¨¦n sabe) a los ind¨ªgenas en el antiguo palacio de los Condes de Gabia de la Diputaci¨®n.El arte surrealista o provocativo es una rama art¨ªstica casi siempre extranjera a la que han contribuido extraordinarios ingenios. Pero el grado de esc¨¢ndalo o extra?eza que susciten tales creaciones es harina de otro costal y guarda relaci¨®n con la capacidad de conmoci¨®n de los espectadores.
Granada es mal lugar para los artistas provocativos, pues la ciudad est¨¢ sustentada sobre bases o individuos surreales. Se entiende, s¨ª, pero no se exaltan porque sus paradojas siempre ser¨¢n inferiores a las que generan las situaciones cotidianas. En la Facultad de Bellas Artes de Granada, por ejemplo, se conserva una placa de m¨¢rmol con abundantes cornucopias que celebra el d¨ªa en que el general Franco "inaugur¨® este manicomio", o algo por el estilo. Es una de las pocas placas de la dictadura que ha preservado la memoria (memoria perturbada, habr¨ªa que puntualizar) merecidamente.
Los granadinos han dado un uso original a los viejos frenop¨¢ticos. En ¨¦ste se instal¨® la facultad de Bellas Artes y en el principal, el del Hospital Real, pusieron sus despachos los rectores de la Universidad, de Jos¨¦ Vida a Lorenzo Morillas. Y de este modo la ciudad perdi¨® gozosamente, siquiera un poco, sus cabezas m¨¢s respetables: las de la ancha comunidad universitaria Con estas mimbres un artista franc¨¦s hubiera creado un cuarto oscuro que despu¨¦s de un breve electroshock conducir¨ªa al antedespacho del rector o al taller de modelado en barro. Pero aqu¨ª basta con tener una ligera certidumbre del desarrollo misterioso de la existencia.
A este mismo g¨¦nero pertenece Federico N. M. el ¨²ltimo ladr¨®n melanc¨®lico que ha ingresado en el ilustre padr¨®n ves¨¢nico. Federico entr¨® en el cuarto oscuro de una vivienda, rob¨® 2.300 pesetas pero olvid¨® en el aparador su cartera con el carn¨¦ de identidad y un reproductor de m¨²sica. Fue detenido. No merece ir a la c¨¢rcel. A lo sumo al manicomio, esto es, a Bellas Artes o a la rector¨ªa.
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