M¨²sica e historia

La presente edici¨®n del ciclo Los siglos de oro se inici¨® el 12 de febrero con el recuerdo de la m¨²sica que pudo haber sonado en la coronaci¨®n de Carlos V como Emperador en Bolonia en 1530. El segundo concierto, m¨¢s all¨¢ de la contingencia, se ha planteado como un recorrido por la vida del monarca.Y la fiel compa?¨ªa de Carlos V no fue la de cualquier m¨²sica, sino la mejor que se hac¨ªa entonces en Europa. Por eso un programa confeccionado al hilo de su trayectoria vital es una lecci¨®n de historia en todos los sentidos, porque implica conocer adem¨¢s cu¨¢l fue la evoluci¨®n estil¨ªstica durante cinco d¨¦cadas trascendentales para la m¨²sica occidental.

En ambos extremos del arco temporal, la m¨²sica de Josquin Desprez y Orlando di Lasso. El primero, el compositor m¨¢s innovador del Renacimiento pleno; el segundo, junto con Palestrina, Byrd o nuestro Victoria, uno de los que rubricaron el esplendor de la polifon¨ªa cl¨¢sica. El tipo de construcci¨®n en los motetes de uno y otro -sobre un cantus firmus el fruto maduro de Josquin, con pasajes de una escritura claramente ac¨®rdica el juvenil ejemplo de Lassus, tomado de su Primer Libro de Motetes- es revelador del paso del tiempo.

Un buen grupo es aquel que sabe plegarse a la personalidad de su director. En ese sentido, el Collegium Vocale de Gante -una creaci¨®n personal de Philippe Herreweghe- es un gran coro y son¨® como le gusta a Paul van Nevel, que suaviz¨® todos y cada uno de los ¨¢ngulos del peculiar estilo interpretativo de su compatriota. M¨¢s que acomodarse a las m¨²sicas, Van Nevel suele hacer lo contrario: erigirse ¨¦l y su visi¨®n de la Edad Media y el Renacimiento en la horma a la que han de ajustarse las obras. Su elecci¨®n de tempi, su modo de emplear los trombones para reforzar o sustituir a las voces, sus estructuras o su concepci¨®n r¨ªtmica son, como poco, discutibles y sus criterios dieron m¨¢s de s¨ª en las piezas ¨ªntimas que en las solemnes. Lo mejor, la disciplina y la impoluta afinaci¨®n del Collegium Vocale y la inteligente selecci¨®n de obras, tan hermosas como infrecuentes. Sin olvidar el privilegio de asistir a un concierto en la iglesia del Monasterio de las Descalzas.