Clinton pide a Pek¨ªn que dialogue El Congreso aprueba el rearme de la isla, y la CIA advierte un probable pulso militar y pol¨ªtico
Durante medio siglo, la pol¨ªtica de Estados Unidos respecto a la reivindicaci¨®n china de soberan¨ªa sobre Taiwan ha sido "exportar el problema al futuro", seg¨²n la acertada f¨®rmula del especialista Morton Abramowitz. ?Ha llegado ese futuro? En una declaraci¨®n ante el Congreso, George Tenet, director de la CIA, acaba de advertir que las elecciones que ayer celebr¨® Taiwan contienen "grandes posibilidades" de convertirse en el "catalizador" de un nuevo pulso pol¨ªtico y militar entre Washington y Pek¨ªn.Es universalmente sabido que, en contra del deseo expreso de Bill Clinton -quien ayer se congratul¨® del triunfo del independentista Chen Shui-bian y se pronunci¨® a favor del comienzo del di¨¢logo-, Pek¨ªn sigue reserv¨¢ndose el derecho a utilizar la fuerza para incorporar la isla al territorio continental. "Nos encaminamos a una colisi¨®n", ha dicho esta semana William Perry a prop¨®sito de la guerra chino-norteamericana de declaraciones desatada por las elecciones taiwanesas. Perry sabe de lo que habla: ¨¦l era secretario de Defensa de Clinton en 1996, cuando EEUU envi¨® dos portaaviones y otros 14 buques de guerra a proteger a Taiwan de los ensayos chinos de lanzamiento de misiles. William Cohen, sucesor de Perry en Defensa, reiter¨® el jueves que EE UU no apoya la independencia de Taiwan, pero se?al¨® a los chinos que "la amenaza de uso de la fuerza es contraproducente".
Tras la recuperaci¨®n de Hong Kong y Macao, Taiwan es la ¨²ltima causa del nacionalismo chino. El pasado mes, Pek¨ªn hizo p¨²blico un importante documento en el que se?al¨® que no va a esperar eternamente el regreso de Taiwan y confirm¨® que no renuncia a la fuerza para conseguir sus objetivos. Pek¨ªn reiter¨® su oferta de aplicar en Taiwan el principio de "un pa¨ªs, dos sistemas", ensayado en Hong Kong, y aceptar una cierta autonom¨ªa de la isla cuando vuelva al "seno de la madre patria".
Ese documento chino cay¨® como una bomba en Washington. D¨ªas antes, Strobe Talbott, secretario de Estado adjunto, hab¨ªa efectuado una visita a Pek¨ªn para intentar una reconciliaci¨®n tras un a?o, el pasado, marcado por graves crisis como el bombardeo de la Embajada china en Belgrado y el descubrimiento en EE UU de una red de espionaje nuclear chino. La visita estuvo marcada por severas advertencias chinas contra la posibilidad de que Estados Unidos venda nuevas armas a Taiwan.
Los caminos de China continental, el pa¨ªs m¨¢s poblado del planeta, con 1.200 millones de personas, y una potencia econ¨®mica emergente, y de Taiwan, de 22 millones de habitantes, divergen cada vez m¨¢s. "La democratizaci¨®n de Taiwan ha cambiado por completo el panorama", dice Paul Wolfowitz, decano de la Johns Hopkins School de Relaciones Internacionales. ?se se traduce en el Congreso de EE UU en una creciente presi¨®n para que EE UU se comprometa cada vez m¨¢s con Taiwan. Pek¨ªn est¨¢ indignado por la reciente aprobaci¨®n por parte de la C¨¢mara de Representantes de EE UU de una ley para estrechar los lazos militares con la isla.
Clinton tendr¨¢ que dar pronto una respuesta a la petici¨®n taiwanesa de comprar nuevas armas norteamericanas, incluidos cuatro destructores Arleigh Burke, con radares antimisiles Aegis. China considerar¨¢ un "acto hostil" la entrega de esos destructores a Taiwan, pero la Casa Blanca tiene las manos atadas por la Ley de Relaciones con Taiwan de 1979, reforzada por la aprobada recientemente por la C¨¢mara de Representantes, que le obliga a suministrar a la isla los medios necesarios para su defensa.
China est¨¢ bien preparada para una guerra con Taiwan. Ya ha situado unos 200 misiles bal¨ªsticos en su ribera del estrecho de Taiwan y puede incrementar esa cantidad a un ritmo de 50 misiles anuales. Pek¨ªn dispone asimismo de 40 cazas de combate rusos de la ¨²ltima generaci¨®n y de dos destructores de fabricaci¨®n rusa capaces de penetrar las defensas navales norteamericanas. Y ha anunciado un incremento sustancial de sus gastos de defensa.
Pocos creen en Washington que China vaya a intentar una conquista militar de Taiwan. Su t¨¢ctica parece ser la de crear un permanente clima de inseguridad que obligue a la isla a negociar con el continente. Pero numerosos analistas dentro y fuera de la CIA y el Pent¨¢gono se?alan que este conflicto es ahora el que tiene m¨¢s posibilidades de desencadenar la III guerra mundial. "Es altamente probable que EE UU y China libren una guerra a causa de Taiwan", ha declarado esta semana a The Washington Post Chas Freeman, un ex asistente del secretario de Estado con gran experiencia en China. Henry Kissinger, ex secretario de Estado y art¨ªfice de la reconciliaci¨®n, declara con preocupaci¨®n: "Norteamericanos y chinos estamos hablando de un modo que nos empuja a convertirnos en los principales enemigos respectivos".
Clinton insiste en que el problema de la reunificaci¨®n de China debe resolverse pac¨ªficamente y "con la aprobaci¨®n del pueblo de Taiwan". Pero las ¨²ltimas declaraciones de Pek¨ªn sobre la isla han estimulado la belicosidad de los muchos miembros del Congreso de EE UU que desean vender armas a Taiwan o se oponen al deseo de Clinton de que Pek¨ªn ingrese en la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC).
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