El Rayo se desmelena
Los de Vallecas salen del pozo tras golear a un mediocre Valladolid
Dejando aparte cualquier detalle de corte acad¨¦mico, ll¨¢mese buen f¨²tbol o algo similar, el Rayo hizo ayer un partido excepcional. Se llev¨® por delante al Valladolid con una facilidad pasmosa, en un ejercicio que no merece sino el aplauso. Y como resultar¨ªa de lo m¨¢s atrevido emitir la m¨¢s m¨ªnima queja respecto a un equipo que gana 4-1, pues habr¨¢ que sentenciar que el desmelene del Rayo, adem¨¢s de sacarle del pozo, result¨® el mejor ant¨ªdoto ante la pena que hab¨ªa invadido su f¨²tbol y que amenazaba con pintar de negro su futuro.El Rayo gole¨® y lo dem¨¢s es lo de menos. Igual da que de f¨²tbol no se hablara demasiado en Vallecas. Se habl¨® de esfuerzo, de talante, de pelotazos, de fallos. De f¨²tbol, no. S¨®lo en el tramo final, el dictado de Poschner le dio un poco de brillo a la actuaci¨®n rayista, que indisimuladamente pasaba, hasta entonces, por el bal¨®n largo, como si hubiese premio para quien m¨¢s deprisa, y m¨¢s arriba, lo mandara. Y ah¨ª quedaban Canabal y Bolo, desri?on¨¢ndose, a la espera de que ese elemento extra?o llamado bal¨®n bajara. El Rayo ha renunciado al centro del campo y cuesta horrores poner en solfa semejante t¨¢ctica. Si los grandes no est¨¢n para virguer¨ªas, menos lo va a estar el Rayo.
RAYO VALLECANO 4VALLADOLID 1
Rayo: Lopetegui; Cota, Amaya, Hern¨¢ndez, Alc¨¢zar; Helder, Poschner, Michel I (Ferr¨®n, m.62), Llorens (Van den Bergh, m.76); Canabal y Bolo (Michel II, m.73).Valladolid: C¨¦sar; TorresG¨®mez, Santamar¨ªa, Pe?a, Garc¨ªaCalvo, Marcos; Caminero (M¨¢rquez, m.82), Vizca¨ªno (Alberto, m.61), JaviJim¨¦nez, Rodrigo (Peternac, m.76); y V¨ªctor. Goles: 1-0. M.22. Amaya, tras un c¨®rner. 2-0. M.46. Canabal marca ante la salida de C¨¦sar. 3-0. M.71. Pe?a le regala el bal¨®n a Bolo, que dispara, rechaza C¨¦sar y Canabal fusila. 4-0. M.85. Remate de Van den Bergh que saca C¨¦sar y el rechace rebota en Pe?a. 4-1. M.88. Lanzamiento de Javi Jim¨¦nez desde fuera del ¨¢rea que sorprende a Lopetegui. ?rbitro: Andradas. Amonest¨® a Llorens, Canabal, Van den Bergh, Rodrigo y Caminero. Unos 10.000 espectadores en el Teresa Rivero de Vallecas.
Hablar del Valladolid ser¨ªa hablar de la nada. Una defensa crispante, un centro del campo que se limit¨® a ver lo bien que volaba el bal¨®n y un delantero, V¨ªctor, rodeado de enemigos. Todos los mensajes de relativo, s¨®lo relativo, buen gusto que emiti¨® el Valladolid salieron de las botas de Caminero, a quien s¨®lo le falt¨® recorrido, arrojo y chispa. Vamos, que le falt¨® todo lo que le sobr¨® al rival, a un Rayo que sac¨® el habitual provecho de una jugada a bal¨®n parado, culminada por Amaya en el segundo palo, y que a partir de ah¨ª no hizo sino ofrecerse una y otra vez al contragolpe, siempre con la prohibici¨®n t¨¢cita de que el bal¨®n pasara demasiado tiempo en el mediocampo. Lleg¨® as¨ª el segundo tanto y los de Vallecas se vieron en el para¨ªso. Podr¨ªa abrazarse el Valladolid al gol que el ¨¢rbitro anul¨®, por embarullado quiz¨¢, en el minuto 48, pero ser¨ªa una excusa rid¨ªcula. Porque ah¨ª estaban sus defensas para convertir un partido normalito del Rayo en el acabose. Pe?a regal¨® el tercer tanto rayista y se meti¨® en propia meta el cuarto. Un amigo, el boliviano. Pero ¨¦l no dej¨® de ser sino el m¨¢ximo exponente de un equipo, el Valladolid, al que le llovieron balones, que no f¨²tbol, y que convirti¨® una lecci¨®n sentimental, que no futbol¨ªstica, del Rayo en una borrachera de goles.
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