"Es muy dif¨ªcil democratizar la m¨²sica cl¨¢sica"
Maria Jo?o Pires (Lisboa, 1944) comenz¨® a tocar el piano a los tres a?os, interpretando de memoria las piezas que entonces estudiaba su hermana mayor. A los siete a?os ya ofrec¨ªa conciertos de Mozart en p¨²blico y actu¨® en el Teatro Nacional de Madrid. A los nueve recibi¨® el premio m¨¢s importante de Portugal para j¨®venes m¨²sicos. Con manos peque?as y un fuerte car¨¢cter, Pires es una mujer sencilla, completamente alejada de las ¨¦lites que frecuentan las salas de m¨²sica cl¨¢sica, una m¨²sica que ella quiere "democratizar".Amante de la vida en el campo, donde vive hace m¨¢s de 15 a?os, Maria Jo?o Pires ofrecer¨¢ durante el mes de mayo nueve conciertos en Espa?a, el primero en el Palau de la M¨²sica en Valencia (d¨ªa 2), para seguir luego a Barcelona, Zaragoza, Murcia, Sevilla, A Coru?a, Alicante y Madrid. Ser¨¢n sus ¨²nicos conciertos en este a?o sab¨¢tico que se ha tomado para impulsar una escuela pedag¨®gica sobre el arte y la naturaleza, en su quinta de Castelo Branco (frente a la provincia de C¨¢ceres), estudiar nuevos repertorios y olvidarse del avi¨®n y los hoteles. Ser¨¢n unos conciertos especiales, fuera de los moldes tradicionales, donde plantear¨¢ "la relaci¨®n entre Beethoven y Schubert, que parecen antag¨®nicos, pero no lo son desde el punto de vista de las sensaciones, de la expresi¨®n m¨¢s pura, primitiva y espont¨¢nea de la m¨²sica".
La artista portuguesa no quiere que la llamen pianista "profesional". Prefiere el t¨¦rmino aficionada, en portugu¨¦s "amadora", es decir, "el que ama la m¨²sica, aficionada, enamorada". Y no le gustan los conciertos.
Pregunta. Quiere reducir los conciertos y dedicarse a grabar discos, a su escuela de artes y a s¨ª misma. ?C¨®mo lleva su regreso a los escenarios en su a?o sab¨¢tico?
Respuesta. No me gustan los conciertos. Me gustar¨ªa dedicarme a las grabaciones y no viajar, pero es muy dif¨ªcil. Sol¨ªa dar unos 80 por a?o y m¨¢s de 20 ya me parecen muchos. Me gustar¨ªa hacer m¨¢s discos con nuevos repertorios y tocar un poco en p¨²blico porque las compa?¨ªas necesitan de los conciertos para vender. Estoy buscando una soluci¨®n para eso, pero no s¨¦ si ser¨¢ posible.
P. ?Ha interrumpido su a?o sab¨¢tico con esta gira?
R. No exactamente. Comenc¨¦ este retiro a finales de octubre y decid¨ª dar estos conciertos porque me permiten no viajar en avi¨®n. Ir¨¦ de ciudad en ciudad en coche. El a?o sab¨¢tico ten¨ªa como objetivo poner en marcha la escuela de artes, preparar un nuevo repertorio y dejar de viajar en avi¨®n durante un a?o por motivos de salud, fundamentalmente por mi o¨ªdo.
P. ?Qu¨¦ repertorio va a ofrecer?
R. Ser¨¢ una experiencia diferente. Estoy buscando f¨®rmulas para que los conciertos me sean m¨¢s agradables. Me gusta seguir un tema, una idea, y por tanto, voy a plantear la relaci¨®n entre Beethoven y Schubert, que no existe aparentemente. No desde el punto de vista de la historia, de sus obras o si se admiraron uno a otro. Nada de eso. Ser¨¢ la relaci¨®n desde el punto de vista de las sensaciones, de la percepci¨®n m¨¢s pura, m¨¢s simple y m¨¢s primitiva de la m¨²sica. El primero tiene un lado heroico, agresivo, explosivo y extrovertido, mientras el otro se mueve entre la introversi¨®n, el sufrimiento, la dulzura y la luminosidad. Parece que son antag¨®nicos, pero hay una conexi¨®n entre ambos mucho m¨¢s primaria, en mi opini¨®n. Voy a proponer esa conexi¨®n por el lado buc¨®lico, de la pureza, de una forma de expresi¨®n directa y espont¨¢nea entre ambos. Voy a introducir algunos lied de Beethoven en la m¨²sica de Schubert, y viceversa.
P. No va a ser, entonces, un concierto tradicional.
R. S¨ª, pero m¨¢s o menos discreto, porque el p¨²blico no suele aceptar muy bien este tipo de conciertos. A la gente no le gusta cambiar, al menos a cierta clase intelectual, que siempre quiere que este tipo de m¨²sica lleve ese sello intelectual.
P. Sigue con su idea de democratizar la m¨²sica cl¨¢sica...
R. Me gustar¨ªa, pero es muy dif¨ªcil y no suele ser muy bien aceptada por ese tipo de p¨²blico y por la cr¨ªtica. No vale la pena. Para democratizar esa m¨²sica, como bien dice en ese sentido, me gustar¨ªa hacerlo a trav¨¦s de los discos. Es muy desagradable enfrentarse a un p¨²blico que no quiere ver algo. El disco es diferente. Se compra o no se compra, y las cr¨ªticas, luego, pueden decir lo que quieran. Eso ya no me interesa y, en ese caso, ya estar¨ªa en casa con la conciencia de haber hecho el disco lo mejor que pude. Y seguramente muchas personas que no son partidarias de esas innovaciones tendr¨ªan acceso al disco y lo comprar¨ªan. Pero cuando est¨¢s en el escenario y frente a un p¨²blico que no acepta bien esos cambios, no recibes ayuda, y ocurre, como decimos en portugu¨¦s, que tienes a la gente con un pie para atr¨¢s.
P. ?Es necesaria una peque?a revoluci¨®n en ese mundo?
R. No, es necesaria una revoluci¨®n muy grande.
P. ?Y es posible?
R. S¨®lo si las personas quieren, pero es muy dif¨ªcil en Italia, Espa?a o Portugal. Los pa¨ªses latinos no quieren innovaciones. Dicen que s¨ª, pero en realidad no es as¨ª. Es necesario ir a pa¨ªses donde haya una apertura mayor de esp¨ªritu. Nosotros no la tenemos. Los latinos somos muy taca?os y muy tradicionalistas en el mal sentido de la palabra. S¨®lo conservamos las malas tradiciones.
P. Ya lo ha intentado en otras ocasiones, y no desiste. La persistencia, a veces, es necesaria.
R. S¨ª. A veces es necesario fallar varias veces para conseguir un objetivo. El caso de Montpellier [donde ofreci¨® uno de esos conciertos con las Improvisaciones de Schubert] fue un ejemplo. El local fue muy mal escogido y el p¨²blico era completamente retr¨®grado, a pesar de ser uno de los mejores p¨²blicos latinos. Hay una ¨¦lite que s¨®lo quiere o¨ªr los conciertos en los moldes tradicionales.
P. Dice que le gustar¨ªa retirarse para estudiar. Fue una ni?a prodigio, perdi¨® la infancia y la juventud con el piano y ?a¨²n quiere estudiar m¨¢s?
R. El arte es siempre una b¨²squeda para intentar encontrar nuevos medios de expresi¨®n. Trabaj¨¦ mucho desde muy peque?a, pero creo que pod¨ªa haber hecho mucho m¨¢s. Tuve una vida muy dif¨ªcil, varias profesiones y cuatro hijas. Ahora me gustar¨ªa estudiar para preparar un nuevo repertorio.
P. ?Qu¨¦ repertorio?
R. Obras que nunca he tocado. Me gustar¨ªa interpretar a los compositores del siglo XX, m¨²sica de c¨¢mara, y preparar nuevos discos. ?se es mi ¨²nico objetivo con el piano. Un concierto, para m¨ª, tiene un objetivo cero, pero estoy obligada a hacer algunos.
P. Entre 1978 y 1982 se retir¨® de los escenarios y se pas¨® cuatro a?os en el campo, en plena naturaleza, casi sin contacto con el mundo, ni con su piano. ?Recuper¨® el tiempo perdido? ?Decidi¨® cu¨¢l ser¨ªa su futuro?
R. Fue una etapa muy importante y ahora vivo casi igual. Comenc¨¦ a trabajar desde ni?a y nunca hab¨ªa parado. No hab¨ªa decidido por m¨ª misma lo que quer¨ªa. No fue una elecci¨®n. Tuve que pasar esos cuatro a?os en el campo para decidir lo que quer¨ªa. Para reflexionar, para muchas cosas. Y volv¨ª a tocar. La m¨²sica no es una profesi¨®n y decid¨ª que quer¨ªa regresar al mundo de la m¨²sica.
P. ?C¨®mo compatibiliza el campo y la naturaleza con el mundo de los discos, las promociones y los conciertos?
R. Muy mal. Intento encontrar tiempo para todas esas cosas, pero lo peor son los viajes, el avi¨®n y los hoteles. Eso es horrible.
P. ?Le gustar¨ªa retirarse definitivamente?
R. S¨ª, pero es muy dif¨ªcil. Me gustar¨ªa encontrar una soluci¨®n para compatibilizar todo eso y, si no la encuentro, acabar¨¢n por destruir muchas cosas en m¨ª.
P. ?C¨®mo sigue el proyecto de su escuela de artes?
R. Estoy esperando que el Gobierno portugu¨¦s se digne a darme una respuesta. Necesito una ayuda para arrancar para los dos o tres primeros a?os. Luego yo la conseguir¨ªa de otros lados, pero a¨²n estoy esperando. Lo l¨®gico ser¨ªa que tenga el apoyo de mi propio pa¨ªs, pero si no lo tengo no descarto proponer el proyecto a Espa?a. El Gobierno portugu¨¦s me prometi¨® muchas ayudas, pero no he recibido nada. Ya invert¨ª todo lo que pod¨ªa invertir y, ante la falta de dinero, hemos tenido que suspender los cursos que ya estaban programados. El equipo est¨¢ pr¨¢cticamente deshecho; s¨®lo quedan tres personas y volver a rehacerlo ser¨¢ muy dif¨ªcil. Voy a esperar este mes y, si no hay respuesta, buscar¨¦ en otros lugares.
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