Ingenuidades
Parece mentira que a la altura democr¨¢tica en que nos hallamos, todav¨ªa quede un solo pol¨ªtico que no est¨¦ curado de ingenuidad. La picard¨ªa y la astucia es un requisito imprescindible para goberna(da)r sin que te roben la ropa y te pillen con el culo al aire en un momento de debilidad o de renuncia. Pero estas cosas suceden y cuando se hacen p¨²blicas suenan como un mal chiste. Porque puede ser admisible que un alcalde a quien corresponde el gobierno de un municipio y la gesti¨®n de los bienes p¨²blicos, decida contemporizar, aparcar los asuntos de la ciudadan¨ªa, y recalar en un club de alterne para aliviarse a gusto. Son cosas que pasan y los mun¨ªcipes no est¨¢n hechos de otra materia que la com¨²n de los mortales. Tienen, si me apuran, perfecto derecho a la aventura, al flirteo y a los amores livianos. Pero la verdadera incorrecci¨®n pol¨ªtica reside precisamente en la imprudencia, en andar dejando pistas de estos escarceos que, por simple ingenuidad, pasan del desfogue privado y secreto al delito imputable.El alcalde de Dolores, un hermoso municipio de La Vega Baja, goza estos d¨ªas de la presunci¨®n de inocencia por un supuesto descuido que ni la direcci¨®n del PP ni las fuerzas avizoras de la oposici¨®n piensan perdonarle. Tanto al primer edil como a los concejales que le acompa?aban se les atribuye, mientras no se demuestre lo contrario, la frivolidad de marcarse un desmelene en un conocido lupanar de San Fulgencio y pagar el descargue con la tarjeta de cr¨¦dito del propio Ayuntamiento. De ser as¨ª, s¨®lo a un alma c¨¢ndida sin m¨¢s alevos¨ªa que las felices circunstancias a que obliga el compadreo y la canita al aire se le pod¨ªa ocurrir cargar la fiesta a las arcas del consistorio como gasto de representaci¨®n. Aunque puestos a afinar, siempre resultar¨¢ m¨¢s elegante, todo hay que decirlo, que estampar una r¨²brica sobre la factura y dejar en la bandeja una tarjeta de visita con los datos precisos -en letra inglesa y relieve en seco- para que al d¨ªa siguiente una espl¨¦ndida empleada de ojos fatales y curvas ofensivas se persone en tesorer¨ªa y reclame ante el funcionario de turno las 82.000 que se le deben por el concepto que se explica al pie, sin descuento y con el 7% de IVA, eso s¨ª.
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