El Papa lamenta el odio antisemita de los cristianos pero no pide perd¨®n
El papa Juan Pablo II reconoci¨® ayer la gravedad de la "terrible tragedia" del Holocausto, que "nadie puede olvidar", en el memorial dedicado en Jerusal¨¦n a los millones de jud¨ªos aniquilados en los campos de concentraci¨®n nazi. El Pont¨ªfice reiter¨® la profunda tristeza de la Iglesia cat¨®lica por el "odio, persecuci¨®n y las manifestaciones de antisemitismo dirigidas por los cristianos contra los jud¨ªos en cualquier tiempo y lugar". Pero no pidi¨® perd¨®n.
La visita al Yad Vashem (literalmente un lugar y un nombre), ante la pr¨¢ctica totalidad de las autoridades israel¨ªes, represent¨® ayer el momento culminante del viaje del Papa a Tierra Santa. Al menos para el Estado jud¨ªo, que funda sus ra¨ªces en el drama de la Shoah. Karol Wojtyla lleg¨® pasado el mediod¨ªa al lugar donde se alza el memorial fundamental de Israel y fue acogido por el primer ministro, Ehud Barak. En el llamado Vest¨ªbulo del Recuerdo, un sobrecogedor espacio casi en penumbra donde arde constantemente una llama en memoria de las v¨ªctimas, el Papa permaneci¨® unos segundos en silencio. "Silencio porque no hay palabras lo suficientemente fuertes para deplorar la terrible tragedia de la Shoah", dir¨ªa despu¨¦s en su discurso. El Pont¨ªfice rindi¨® tributo en sus palabras a los millones de jud¨ªos muertos en el Holocausto, pero no mencion¨® la palabra perd¨®n, al contrario que en la ceremonia solemne que ¨¦l mismo presidi¨® el 12 de marzo pasado. Fue un discurso en el que subray¨®, adem¨¢s: "S¨®lo un mundo en paz, con justicia para todos, podr¨¢ evitar que se repitan los errores y los terribles cr¨ªmenes del pasado". Palabras que no complacieron al gran rabino askenazi de Israel, Meir Lau, que esperaba una menci¨®n clara al silencio de P¨ªo XII durante las persecuciones nazis a los jud¨ªos de Europa. Sin embargo, para el Gobierno de Israel, comenzando por Barak, la presencia de Karol Wojtyla en el Memorial a las v¨ªctimas del Holocausto significa un punto de inflexi¨®n en el tortuoso camino de reencuentro entre la Iglesia cat¨®lica y el pueblo jud¨ªo.
La de ayer fue una apretada jornada para el Papa, que hizo las visitas de rigor a los dos grandes rabinos de Israel y al presidente Ezer Weizman y presidi¨® un encuentro, parcialmente fallido, entre las altas jerarqu¨ªas jud¨ªas, cristianas y musulmanas. En ¨¦l se produjo un momento de tensi¨®n cuando el rabino Lau agradeci¨® al Pont¨ªfice "el haber reconocido Jerusal¨¦n como capital de Israel", algo que el Papa no ha hecho. Las protestas de alguno de los asistentes se vieron reforzadas por la intervenci¨®n, dur¨ªsima, del jeque musulm¨¢n. Por la ma?ana, el Papa celebr¨® una misa en la sala superior del Cen¨¢culo de Jerusal¨¦n, actualmente propiedad del Estado de Israel, que fue origen ayer de numerosos rumores, seg¨²n los cuales estar¨ªa a punto de ser cedido a la Iglesia cat¨®lica a cambio de recuperar como sinagoga la iglesia de Santa Mar¨ªa la Blanca de Toledo. Los rumores, propagados por los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa, fueron en¨¦rgicamente desmentidos a este peri¨®dico por una alta fuente del Ministerio israel¨ª de Exteriores.
M¨¢s informaci¨®n: www.yad-vashem.org.il
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