Mujer, joven e inmigrante, nuevo retrato robot del 'sin techo' Un informe de C¨¢ritas descubre cambios entre las personas sin hogar
Los varones cuarentones y alcoh¨®licos han tenido que hacer sitio en los albergues a inmigrantes, mujeres y j¨®venes. El perfil de las personas sin hogar ha cambiado en Espa?a en los ¨²ltimos 10 a?os. El 57,7% de los centros de acogida de este tipo de ciudadanos destacan que ha aumentado el n¨²mero de inmigrantes. El 56,6% afirma que lo mismo ha ocurrido con los j¨®venes. Y el 40,9% certifica que las mujeres est¨¢n en la misma situaci¨®n.
?stas son algunas de las conclusiones de un informe elaborado por la Universidad Pontificia de Comillas a petici¨®n de C¨¢ritas Espa?ola. En el estudio, que ha sido dirigido por Pedro Cabrera y que ser¨¢ presentado pr¨®ximamente, han participado el 70% de los 762 albergues y centros de atenci¨®n a personas sin hogar existentes en nuestro pa¨ªs.Andr¨¦s Ntibarusiga es coordinador del centro de acogida El Parque, en Madrid. La semana pasada, sentado ante su mesa de despacho en esta instituci¨®n de la Cruz Roja, afirmaba: "Somos una peque?a ONU". Gobierna sobre una multitud de 152 emigrantes, solicitantes de asilo y refugiados llegados de 40 pa¨ªses. Entre ellos hay desde analfabetos hasta doctores. La lista de espera en esta ma?ana del d¨ªa 17 es de 36 personas. Pero Ntibarusiga s¨®lo tiene seis camas disponibles. Deber¨¢ elegir entre los aspirantes. "Daremos una plaza por nacionalidad. Es para evitar brotes racistas", dice.
La precauci¨®n no es exagerada. El informe advierte: "Las luchas por la plaza en el albergue no han hecho sino comenzar". Esperanza Linares, responsable del programa Sin Techo de C¨¢ritas, confirma: "Empieza a surgir el racismo entre los sin techo. Y es que la demanda de plazas crece m¨¢s r¨¢pidamente que la oferta". En la Fundaci¨®n San Mart¨ªn de Porres, en el extrarradio de Madrid, el 60% son emigrantes. Antonio Rodr¨ªguez, su coordinador t¨¦cnico, apunta: "No estamos preparados para esta avalancha".
Redise?ar albergues
La encuesta recoge tambi¨¦n que el 40,9% de los albergues han constatado que el n¨²mero de mujeres sin hogar ha aumentado. Muchas acuden con sus hijos. Es necesario, apunta el informe, "redise?ar la red de centros, que inicialmente estaba destinada a atender a varones, de forma que pueda acoger a bastantes m¨¢s mujeres que antes".
Dar¨ªo P¨¦rez, director del centro de acogida San Isidro, de Madrid, explica as¨ª esta evoluci¨®n: "Las familias son cada vez m¨¢s peque?as y tienen lazos m¨¢s d¨¦biles. Ahora, cuando la mujer tiene un conflicto, es m¨¢s f¨¢cil que acabe en la calle".
S. L. es trabajadora social en un centro de emergencia para madres maltratadas con ni?os. Su instituci¨®n atendi¨® en 1999 a 170 mujeres y 150 menores. De ellas, s¨®lo cuatro ten¨ªan estudios universitarios; el 60% hab¨ªan disfrutado de alg¨²n tipo de escolarizaci¨®n. Las dem¨¢s (?el 40%!) eran analfabetas: estaban abocadas a la calle por falta de empleo y de formaci¨®n. El problema no afecta s¨®lo a espa?olas. El 63% de las atendidas en 1999 en el centro de S. L. fueron inmigrantes, en su mayor¨ªa marroqu¨ªes y latinoamericanas. "Han perdido el miedo a denunciar su situaci¨®n", explica la trabajadora social.
El informe destaca tambi¨¦n que las personas sin hogar son cada vez m¨¢s j¨®venes. ?Razones? "Las dificultades para encontrar acomodo en el mercado de trabajo, para acceder a una vivienda a precios asequibles, adem¨¢s de los problemas ligados a la expansi¨®n de cierto tipo de toxicoman¨ªas". Dar¨ªo P¨¦rez a¨²n apunta otra causa. Los enfermos mentales, que tras el cierre de los psiqui¨¢tricos perdieron su residencia: "Ahora nosotros somos su ¨²ltimo recurso".
La privatizaci¨®n de la pobreza
S¨®lo el 16% de los centros destinados a personas sin hogar en Espa?a son de titularidad p¨²blica. Un 2% son mixtos y el resto, el 82%, son privados. Entre estos ¨²ltimos, el 63% tienen car¨¢cter religioso. El informe elaborado por la Universidad de Comillas recoge estos datos y denuncia "un proceso de privatizaci¨®n en la gesti¨®n de centros que, seg¨²n la opini¨®n de muchos profesionales, se est¨¢ llevando a cabo desde hace alg¨²n tiempo".La peque?a presencia de la Administraci¨®n en la atenci¨®n a personas sin hogar es a¨²n m¨¢s reducida si tomamos como baremo los centros gestionados: apenas un 10%.
Esperanza Linares, responsable del programa Sin Techo de C¨¢ritas Espa?ola, se lamenta de que en este sector no rijan las mismas reglas que en el caso de la ense?anza o la sanidad. Mientras que un colegio que quiere ser concertado debe adecuar su funcionamiento a las normas que marca el ministerio, "en el campo de los servicios sociales el apoyo financiero que reciben las entidades privadas depende de subvenciones graciables, precarias e inestables". No se las considera servicio p¨²blico y, en consecuencia, las autoridades no intervienen en las normas internas de cada centro, que quedan a discreci¨®n de la direcci¨®n.
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