"Nuestra misi¨®n era matar"
A punto de iniciarse el proceso de desafuero contra el general Augusto Pinochet y dos d¨¦cadas despu¨¦s de la operaci¨®n conocida como caravana de la muerte (que acab¨® con la vida de 75 prisioneros pol¨ªticos un mes despu¨¦s del golpe militar del 11 de septiembre de 1973), uno de los m¨¢ximos responsables de aquellos cr¨ªmenes, el coronel Sergio Arredondo Gonz¨¢lez, ha roto su silencio y con ello el pacto de lealtad impl¨ªcito existente entre la polic¨ªa secreta del ex dictador. Tras dos a?os de investigaci¨®n, el juez Juan Guzm¨¢n, que investiga 77 querellas criminales contra el ahora senador vitalicio, someti¨® a un careo al ex jefe de la comitiva militar, el general Sergio Arellano Stark, y a su segundo, el citado Arredondo.La diligencia se realiz¨® el 27 de enero de este a?o en el regimiento de Telecomunicaciones bajo la m¨¢s estricta reserva. Durante cinco horas, Arellano y Arredondo se contradijeron y acusaron mutuamente de los asesinatos perpetrados. El coronel Arredondo reconoci¨® ante el juez, que la misi¨®n que Pinochet le encomend¨® al general Arellano en octubre de 1973, era para matar prisioneros. Arredondo tambi¨¦n revel¨® que el general Arellano siempre tuvo conocimiento de todas las ejecuciones ocurridas al paso de la caravana.
"?Sab¨ªa que precisamente usted iba a cumplir ejecuciones?", le pregunt¨® el juez a Arredondo en ese careo cuyo contenido se desconoc¨ªa hasta ahora. "S¨ª, s¨ª sab¨ªa, tom¨¦ conocimiento a trav¨¦s de mi general Arellano", contest¨® Arredondo. El general Arellano reaccion¨® de inmediato: "Es una aberraci¨®n lo sostenido por el coronel Arredondo. Me da verg¨¹enza que un oficial de su trayectoria falte a la verdad de esa forma. Lo expresado por ¨¦l es faltar a la verdad en forma descarada".
"Mi general dijo que ¨¦l estaba consciente de que la responsabilidad era del mando, del m¨¢s antiguo, y de la verticalidad del mando. Yo hago m¨ªas las palabras de mi general. As¨ª es la verticalidad del mando, pero yo no orden¨¦ asesinar", replic¨® el ex jefe de Estado Mayor del general Arellano en esta misi¨®n.
Si bien Arellano reconoci¨® su implicaci¨®n en los fusilamientos, se descarg¨® de responsabilidad penal y demostr¨® contradicciones acerca del tiempo en que supo de las muertes en distintas ciudades. Respecto de 12 de los 15 asesinatos que se llevaron a cabo en La Serena el 16 de octubre de 1973, el general dijo al juez: "Tom¨¦ conocimiento de esas muertes en 1986, cuando el general [Humberto] Gordon, me exhibi¨® la sentencia que condenaba a muerte a esas personas, la que estaba sin firmar".
Sin embargo, respecto de los hechos de Calama, donde el 19 de octubre de 1973 a las cinco de la tarde fueron fusilados 26 prisioneros, Arellano dijo haberse enterado a su regreso de Chuquicamata "el d¨ªa 19 de octubre de 1973, a las 20.00", apenas tres horas despu¨¦s. "Hablando con el teniente coronel Arredondo, reconoci¨® su participaci¨®n en los hechos y le orden¨¦ que elaborara un acta dando cuenta de estos hechos", asegur¨®. No obstante, Arredondo le contradijo: "Mi general estuvo siempre informado de las ejecuciones y el n¨²mero de ellas, en La Serena, Antofagasta y Calama. (...) Como jefe del Estado Mayor del general Arellano, mi obligaci¨®n era comunicarle todas las acciones sin apartarme de la verdad".
En otro punto del careo, el juez Guzm¨¢n record¨® a Arellano su declaraci¨®n de 1990 ante la Comisi¨®n Rettig: "Estas tres personas, Arredondo, [el coronel Marcelo] Moren y [el capit¨¢n] Fern¨¢ndez, me fueron impuestas como miembros de mi Estado Mayor en mi viaje al norte, y los tres consignaban en su trayectoria militar caracteres de brutalidad y crueldad desde antes de septiembre de 1973". Sin embargo, y ante evidencias documentadas que present¨® Arredondo, Arellano debi¨® admitir que Arredondo y el entonces capit¨¢n Moren s¨ª fueron designados por ¨¦l mismo para integrar la comitiva.
Arredondo y Moren "fueron designados por el suscrito para integrar la comisi¨®n al norte del pa¨ªs, no as¨ª el subteniente Fern¨¢ndez", termin¨® admitiendo el general. Cabe destacar que Arellano sosten¨ªa que esos tres oficiales se escaparon de su mando para cometer los cr¨ªmenes.
El general tambi¨¦n debi¨® retractarse de la acusaci¨®n de "conducta brutal y cruel" que lanz¨® contra Arredondo y Moren. "Esa frase debe quedar sin efecto porque nunca la dije. En este acto manifiesto que no es verdad lo expresado en dicha frase", manifest¨® sin perder la compostura.
Pero a pesar de las duras acusaciones que el general Arellano ha formulado contra el coronel Arredondo desde que concluyera su misi¨®n, en las que le responsabiliza de actuar a su espalda y de cometer ¨¦l los cr¨ªmenes, en 1978, le dio muestras de su amistad (v¨¦ase pieza adjunta).
El general Arellano y el coronel Arredondo, ambos retirados, se encuentran procesados y detenidos, al igual que el subjefe de la DINA, el brigadier Pedro Espinoza, y otros tres altos oficiales, por dictamen del juez Guzm¨¢n que les acusa de delito de secuestro con agravantes de 19 personas que fueron ejecutadas en el norte del pa¨ªs en octubre de 1973 y que a¨²n permanecen desaparecidas.
[Justo ayer, el diario argentino Clar¨ªn recog¨ªa las declaraciones de otros dos oficiales chilenos que, en el mismo sumario, tambi¨¦n involucran a Pinochet, informa Efe. La noticia coincide con la orden de Guzm¨¢n para exhumar en busca de pruebas 11 cad¨¢veres que supuestamente corresponden a desaparecidos durante la dictadura, en Concepci¨®n, a 515 kil¨®metros al sur de Santiago. Por su parte, la presidenta del Parlamento Europeo, Nicole Fontaine, critic¨® ayer la decisi¨®n del Congreso de Chile por la enmienda constitucional que garantiza la inmunidad del ex dictador.]
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