Las demandas judiciales por accidentes en la v¨ªa p¨²blica se han cuadruplicado en s¨®lo cuatro a?os
Las reclamaciones ante los tribunales por accidentes en la v¨ªa p¨²blica que son responsabilidad de las administraciones se han cuadruplicado en el ¨²ltimo a?o. Del centenar de casos que estudiaba el Tribunal Superior vasco hasta 1996, se ha pasado a 390 el pasado a?o y en el actual, en dos meses y medio, se han presentado ya 105. Tres de cada cuatro demandas se plantean contra las diputaciones debido fundamentalmente a siniestros en las carreteras. La instituci¨®n foral guipuzcoana acapar¨® el pasado a?o 150 de las 390 reclamaciones presentadas.
"Vamos americaniz¨¢ndonos y los asuntos de responsabilidad patrimonial vienen cada vez m¨¢s a las salas de lo contencioso", asegura un magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Pa¨ªs Vasco. Los accidentes por una mancha de aceite u otro percance en la carretera son los m¨¢s habituales pero tambi¨¦n se suceden los accidentes en las calles de una localidad por una baldosa mal colocada, escaleras deterioradas o el mobiliario urbano en deficientes condiciones.Hasta 1996, las salas de lo contencioso administrativo del Tribunal Superior de Justicia recib¨ªan una media de un centenar de casos al a?o. En 1997 se alcanzaron los 277 y el pasado a?o se lleg¨® a los 390. "Y hay que tener en cuenta que en 1999 ya no se incluyen los casos de responsabilidad m¨¦dica, que en 1998 fueron 47, porque la competencia pas¨® a los juzgados de lo contencioso administrativo", se?alan en el Tribunal Superior.
La Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa -y como las otros dos instituciones forales, fundamentalmente debido a accidentes de tr¨¢fico en las carreteras- es la m¨¢s demandada con diferencia, puesto que el pasado a?o hubo 150 reclamaciones judiciales. "Puede ser debido a los tramos de carreteras especialmente conflictivos que tiene, como el que hay entre Orio y Zarautz", se?alan en el Superior. La Diputaci¨®n vizca¨ªna tuvo 77 demandas el pasado a?o, m¨¢s del doble que el anterior, y ?lava es la menos denunciada con 14 casos, una cifra que pr¨¢cticamente se mantiene respecto a 1998.
El Gobierno vasco s¨®lo tuvo una reclamaci¨®n que adem¨¢s estaba relacionada con un asunto laboral. "No fue un tema de un mal funcionamiento de los servicios sino los perjuicios derivados de un cambio de plaza de trabajo", a?aden.
El doble en San Sebasti¨¢n
Entre los ayuntamientos, donde se concentran las denuncias por accidentes por resbalones, ca¨ªdas y similares circunstancias, Bilbao tuvo durante 1999 el mayor n¨²mero de demandas con un total de 61. San Sebasti¨¢n alcanz¨® las 45 pero esta cifra duplic¨® las reclamaciones del a?o anterior, mientras que Vitoria se qued¨® en 15, las mismas que en 1998. En otros municipios, destaca el caso de Barakaldo, donde en 1999 tambi¨¦n se doblaron las reclamaciones y llegaron hasta las 23, ocho m¨¢s que en la capital vitoriana, pese a tener menos de la mitad de poblaci¨®n.
El sentido de la resoluci¨®n de las reclamaciones, que tienen que esperar al fallo una media de cuatro a?os desde la presentaci¨®n, cambia seg¨²n el tipo de percance. En los casos de accidentes de tr¨¢fico, la Administraci¨®n pierde en cerca del 80% de los casos. Este porcentaje se reduce al 50% en las denuncias por los accidentes en los municipios, "y en los de responsabilidades m¨¦dicas se desestiman m¨¢s de las que se estiman". "El fallo en un sentido u otro", afirman en el Tribunal Superior, "depende mucho de las pruebas que se presenten, de la verosimilitud demostrada del hecho. Se piensa que con un caso similar a otro que se ha fallado a favor, se va a ganar y no es as¨ª".
Los accidentes de tr¨¢fico logran m¨¢s fallos favorables al ciudadano "porque suele haber un atestado de la Ertzaintza que deja bastante claros los hechos. En la calle, el afectado no aporta datos de quien lo ha visto y tambi¨¦n la realidad es que es m¨¢s dif¨ªcil la prueba".
Los magistrados de las salas de lo contencioso administrativo censuran la "err¨®nea mec¨¢nica" de las administraciones de remitirse a sus seguros cuando los ciudadanos presentan las reclamaciones. "La compa?¨ªa de seguros tiende a decir que no y se persiste en los razonamientos de que no tienen nada que ver con la responsabilidad patrimonial. Por eso, ha habido casos en que, adem¨¢s de fallo desfavorable, se han impuesto las costas a la administraci¨®n".
Estos casos de responsabilidad patrimonial tienen m¨¢s protecci¨®n en el Pa¨ªs Vasco y el resto de Espa?a en relaci¨®n a otros pa¨ªses europeos, ya que es un derecho garantizado por la Constituci¨®n. "La responsabilidad es tanto por el funcionamiento anormal del servicio p¨²blico como el normal, entendido ¨¦ste como accidentes que se deben a hechos fortuitos".
Desde heces de perro a una pelea entre ni?os
Las reclamaciones por responsabilidad patrimonial son de lo m¨¢s variopintas: desde una mujer que resbala por unas heces de perro a una pelea entre ni?os en un colegio de la que se pretende responsabilizar al Gobierno vasco hasta un bombero que quiso culpar de un accidente sufrido en la barra de descenso de su parque y un levantador de peso que padeci¨® un accidente en la Expo 92 y logr¨® hacerle responsable al Ejecutivo vasco, quien tuvo que pagar 11 millones.Una de las m¨¢s curiosas es la de los padres de un ni?o de 14 de a?os que en 1994 tuvo una pelea, en su colegio de Barakaldo, con otro menor. El demandante golpe¨® con su pu?o la pared del patio y responsabiliz¨® al Gobierno vasco porque el recinto no estaba vigilado y los profesores no llegaron a tiempo de evitar la pelea. Fue desestimado tras considerar el tribunal que "no resulta claro que la ausencia [de profesores] sea condici¨®n adecuada para que se produzca una agresi¨®n entre alumnos".
Otra demanda llamativa es la de una mujer que en 1994 pis¨® unas heces de perro en una calle de Bilbao y cay¨®, produci¨¦ndose una fractura en su hombro y responsabilizando al Ayuntamiento. El Superior concluy¨® que el "despliegue de medios para evitar la existencia de excrementos caninos en la v¨ªa p¨²blica es claramente insuficiente" y conden¨® al consistorio bilba¨ªno a pagar casi 4,4 millones.
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