M¨¢s que disculpas
El Sindicato Espa?ol de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (SEMAF) pidi¨® disculpas a los usuarios del ferrocarril tras las jornadas de huelga salvaje e incontrolada que les priv¨® del uso de este transporte p¨²blico esencial. Es lo menos que pod¨ªa hacerse por el da?o causado, absolutamente desproporcionado e injusto, a unos ciudadanos a los que se expoli¨®, de manera arbitraria e inapelable, de sus derechos a circular y moverse libremente. En todo caso, constituye un paso significativo que un sindicato reconozca p¨²blicamente que actu¨® de modo incorrecto y pida perd¨®n a los perjudicados. De la misma manera hay que valorar que el sentido de la responsabilidad se impusiera finalmente a la locura que habr¨ªa supuesto continuar una huelga al margen de la legalidad que, adem¨¢s de acarrear consecuencias jur¨ªdicas a sus promotores y participantes, supon¨ªa un brutal desafio a la sociedad.Pedir disculpas ha sido una decisi¨®n acertada. Las reivindicaciones laborales de los maquinistas -un convenio espec¨ªfico, distinto del com¨²n de Renfe, mejoras del salario y de higiene y confort en sus desplazamientos- podr¨ªan ser m¨¢s o menos justas.Era, en todo caso, la cuesti¨®n a debatir en el curso de la negociaci¨®n que ha concluido en acuerdo. Algunas reivindicaciones han sido aceptadas; otras, no. Pero lo que no admite duda es la irracionalidad, e incluso ilegalidad, de los m¨¦todos empleados para conseguirlas: paralizaci¨®n total del transporte, incumplimiento de los servicios m¨ªnimos, simulaci¨®n de enfermedad, bloqueo de las estaciones, etc¨¦tera.
Un uso tan corporativo como el que ha hecho el SEMAF del derecho de huelga no s¨®lo contribuye al descr¨¦dito de ese derecho b¨¢sico, causando un perjuicio al conjunto de los trabajadores, sino que supone un atentado al derecho de los ciudadanos a viajar y a moverse a trav¨¦s de un servicio p¨²blico esencial como el transporte ferroviario. Si el SEMAF no saca las debidas consecuencias, otros las sacar¨¢n por ¨¦l. Una estrategia sindical gremialista, basada en el abuso y el chantaje y absolutamente ajena a los perjuicios que causa a terceros, provoca cada vez m¨¢s rechazo e irritaci¨®n; porque es injusta.
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