REFLEXIONES TRAS EL 12-M No basta con...
Los resultados electorales del 12 de marzo han puesto en primer¨ªsimo lugar una necesidad que se ven¨ªa percibiendo seriamente desde hac¨ªa alg¨²n tiempo: la que tenemos los socialistas de adecuar nuestra pol¨ªtica y nuestra organizaci¨®n a la conformaci¨®n actual de la sociedad espa?ola; aunque esto, por otra parte, no es algo que afecte s¨®lo al PSOE, sino que abarca a todas las organizaciones pol¨ªticas, pero el mal de muchos tampoco es, en este caso, consuelo de tontos. Los socialistas tenemos, sin duda, que saber dar salida real, como tantas otras veces lo hemos hecho a lo largo de una historia de m¨¢s de 100 a?os, a nuestros problemas internos, sobre todo para que, de una vez por todas, nos podamos dedicar a dar respuesta a los problemas de los dem¨¢s. El electorado, la sociedad espa?ola, deben de estar hartos de nuestras sensibilidades, familias y luchas por el poder, pues siendo todo ello leg¨ªtimo e incluso necesario en una organizaci¨®n grande como la nuestra, lo que no puede nunca ocurrirnos es que nuestros problemas ni el control de la organizaci¨®n se conviertan en un fin en s¨ª mismos. Un partido es un instrumento para transformar la sociedad y a eso es a lo que tiene que dedicarse. Las endogamias sirven para poco.?Y c¨®mo se hace? Pues no es f¨¢cil la respuesta, o mejor dicho no existe una sola respuesta, la simplificaci¨®n de la soluci¨®n nos har¨ªa equivocarnos de nuevo. No basta con decir que hay que renovar el discurso, que hay que hacerlo sin duda, sino que tenemos que saber c¨®mo hacerlo y con qui¨¦nes lo hacemos. No basta con decir que hay que renovar a las personas, que tenemos que hacerlo y buscar gente nueva, pero no basta con eso si esas personas no tienen realmente nuevas propuestas ni ofrecen un discurso novedoso. Son muchos y muchas los que se han ido quedando en el camino y el problema es cada vez m¨¢s evidente.
Lo dije una vez en un art¨ªculo en este mismo peri¨®dico y lo repito: no basta tampoco con ser mujer, hay tambi¨¦n que tener presencia, ideas y discurso y ser capaz de transmitirlo al conjunto de la sociedad; estamos en una sociedad medi¨¢tica en la que la imagen no lo es todo, pero manda mucho. El PSOE ha incrementado la presencia de las mujeres en la pol¨ªtica como pocos partidos lo han hecho y, sin embargo, alguien tambi¨¦n me dec¨ªa que en este desastre electoral, a nivel nacional, que hemos tenido, tampoco la paridad entre hombres y mujeres nos ha servido para no perder votantes, porque lo malo de las pasadas elecciones generales no est¨¢ en los votos que el PP ha ganado, que no son tantos, sino en los que nosotros hemos perdido, que s¨ª que son muchos. Esto no nos puede llevar a cuestionar la paridad, porque no la hemos hecho por razones electorales, sino porque es de justicia, pero tampoco hemos sido capaces de ilusionar con ella a la sociedad y ni siquiera a muchas mujeres, probablemente a las que m¨¢s pueden llegar a padecer la desigualdad, aunque a¨²n no la perciban, porque la sociedad ha cambiado y las desigualdades se producen de otra manera y nosotros les hemos transmitido la paridad como si fuera s¨®lo un problema de cantidad y no tambi¨¦n de "calidad" (y no me gusta la palabra, pero no encuentro otra). Lo que quiero decir es que hay tambi¨¦n que hacer visible el poder real de las mujeres y para eso hay que consolidar liderazgos y no usar a las mujeres como intermediarias del poder de los hombres. ?Que no se trata de eso!
Igual ocurre con los j¨®venes y con los mayores, sea cual sea su g¨¦nero; lo que sirve es que valgan, que tengan ideas y propuestas y que sepan transmitirlas y conectar con la sociedad; ser tan modernos como el que m¨¢s, tan progresistas y tan de izquierdas como estoy segura de que es la mayor¨ªa de la sociedad espa?ola, aunque ahora no nos lo parezca, pero tenemos que acertar con las personas y con los discursos, ni uno ni otro sirven solos. La derecha ha venido y s¨ª sabemos c¨®mo ha sido. No basta con ser joven ni mujer ni mayor ni alto ni rubio ni guapo... hay que saber estar a la altura de lo que quiere y siente la sociedad espa?ola de hoy y la del futuro, esa que ya no es la que era ni lo volver¨¢ a ser y que la hemos hecho distinta entre todos. Afortunadamente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.