Una mujer de car¨¢cter que ha dulcificado su imagen

Luisa Fernanda Rudi naci¨® en Sevilla hace 49 a?os pero vive desde los tres en Zaragoza. Profesora mercantil, censora Jurada de Cuentas y diputada desde 1986, Rudi s¨®lo abandon¨® el Congreso cuando en 1995 fue elegida alcaldesa de Zaragoza al ganar su partido las municipales en el que hab¨ªa sido un feudo socialista desde la transici¨®n. Antes hab¨ªa sido candidata a diputada en 1982 por Alianza Popular, secretaria tercera de la mesa del Congreso y miembro de la Comisi¨®n Mixta para las relaciones con el Tribunal de Cuentas. Rudi se forj¨® una imagen de mujer dura e implacable cuando, en la quinta legislatura, fue la portavoz de su partido en el esc¨¢ndalo que salpic¨® al entonces gobernador del Banco de Espa?a, Mariano Rubio. Cuando Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar le pidi¨® en 1995 que encabezase la lista municipal de la quinta ciudad de Espa?a, la primera mujer que presidir¨¢ el Congreso de Espa?a no ocult¨® que asum¨ªa esa tarea a rega?adientes, por sentido del deber y lealtad al presidente. No esperaba la mayor¨ªa absoluta que obtuvo. Se dedic¨® a poner orden en las cuentas municipales y no tuvo ninguna cinta que cortar en las pasadas municipales. Hab¨ªa aplicado a rajatabla su lema "hay que hacer los cimientos antes que embellecer la casa". La imagen m¨¢s cercana de aquellos primeros meses como alcaldesa fue su boda en enero de 1996 con el empresario Jos¨¦ Sobrino, con Aznar como padrino. Ella insist¨ªa en que no es una mujer distante: "Es que soy miope y alta, por eso parezco altiva".

Pero a Rudi siempre se la ha visto en Madrid. Y ahora precisamente, cuando encaraba m¨¢s relajada su segundo mandato como alcaldesa, (aunque no logr¨® revalidad la mayor¨ªa absoluta), ahora que su imagen distante se hab¨ªa dulcificado y bajaba a la arena de la cercan¨ªa a la gente, Rudi abandona la ciudad. Alguien ya avis¨® de que pod¨ªa marchar cuando volvi¨® a encabezar la lista del PP al Congreso por Zaragoza y gan¨® en todos los barrios, lo que le provoc¨® una indisimulada satisfacci¨®n. Pero ella neg¨® una y otra vez que tuviese noticia de que hab¨ªa "algo reservado" para ella. Insist¨ªa en que su puesto estaba en Zaragoza. Pero se marcha. Ahora la pregunta es si habr¨¢ dejado atada su sucesi¨®n. Nunca ha tenido aspiraciones dentro del partido, que queda sin cabeza visible en la ciudad.