Una nueva huida en Yugoslavia
ENVIADO ESPECIALLas informaciones sobre la nueva guerrilla albanesa, que ha comenzado a actuar en el sur de Serbia, en la zona comprendida entre Kosovo y Macedonia, se contradicen. Tras anunciarse, a mediados de la semana pasada en la prensa de Kosovo, su disoluci¨®n y el paso a una acci¨®n pol¨ªtica, un nuevo comunicado, publicado el lunes en Pristina, la capital kosovar, informa de que el llamado Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Presevo, Medvedja y Bujanovac (ELPMB) exige una rectificaci¨®n de la noticia y anuncia que no se ha disuelto. Al mismo tiempo, la tensi¨®n e incidentes armados en la regi¨®n del valle de Presevo han desencadenado un incremento del n¨²mero de albaneses que, procedentes del sur de Serbia, buscan refugio en Kosovo.
Dirigentes de los albaneses del sur de Serbia piden que la comunidad internacional presione sobre el r¨¦gimen de Belgrado y extienda el protectorado a esa regi¨®n. Unos 70.000 albaneses viven en los tres distritos de Presevo, Medvedja y Bujanovac, situados en el sur de Serbia, en la regi¨®n pegada al este de Kosovo, donde en las ¨²ltimas semanas se han producido incidentes aislados con alg¨²n muerto y choques de la nueva guerrilla del ELPMB con la polic¨ªa serbia.
En Presevo el porcentaje de albaneses alcanza hasta un 90% de la poblaci¨®n. Algunos albanokosovares creen ver aqu¨ª una repetici¨®n, en miniatura, de las condiciones que hace un a?o desencadenaron la guerra. Los albaneses acusan a los serbios de represi¨®n y hostigamiento. Esto justifica, seg¨²n ellos, la creaci¨®n de una fuerza de autodefensa, el ELPMB, que cuenta sin duda con la colaboraci¨®n de algunos ex combatientes del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Kosovo (ELK), que se han quedado m¨¢s o menos en paro tras su disoluci¨®n y reconversi¨®n en partido pol¨ªtico o Cuerpo de Protecci¨®n de Kosovo (KPM). Por su parte, los serbios argumentan que los albaneses atacan a la polic¨ªa, y esto exige una respuesta adecuada.
La consecuencia es un aumento de la tensi¨®n en la regi¨®n. La secuela: un incremento del n¨²mero de albaneses que abandonan sus casas en esa zona de Serbia y buscan refugio en Kosovo.
La aparici¨®n de ese nuevo foco de conflicto, pegado a Kosovo, no encaja dentro de la estrategia de pacificaci¨®n, que a duras penas tratan de lograr la ONU y las fuerzas internacionales de Kfor. La regi¨®n conflictiva se encuentra en la zona que tienen encomendada las fuerzas de Estados Unidos. Por este motivo, pol¨ªticos norteamericanos se apresuraron a advertir a los llamados extremistas albaneses de que no est¨¢n dispuestos a consentir una repetici¨®n de la secuencia provocaci¨®n albanesa-represi¨®n serbia-intervenci¨®n internacional.
Fuerzas de Estados Unidos se encargaron de desmantelar las posibles bases del ELPMB en Kosovo y de intentar sellar al m¨¢ximo posible la frontera, para evitar el flujo de armas y hombres hacia el sur de Serbia. Al mismo tiempo, se puso en marcha una negociaci¨®n pol¨ªtica para tratar de meter en vereda a los nuevos guerrilleros del ELPMB.
La semana pasada, la prensa de Pristina informaba de que se hab¨ªa logrado un compromiso. El peri¨®dico Koha Ditore titulaba a toda p¨¢gina: El ELPMB se disuelve. Seg¨²n estas informaciones, tras una negociaci¨®n de nueve horas en Gnjilane, 40 kil¨®metros al sur de Pristina, el ELPMB se compromete a renunciar a la v¨ªa armada y pasar a una lucha pol¨ªtica. El ELPMB se reconvierte en un consejo pol¨ªtico para defender los intereses de los albaneses del sur de Serbia.
En la negociaci¨®n de Gnjilane participaron representantes de Estados Unidos, dirigentes pol¨ªticos de los albaneses del sur de Serbia, jefes del ELPMB, en su mayor¨ªa antiguos miembros del ELK, y Hashim Thaqi, el mando m¨¢s destacado del ELK, reconvertido en l¨ªder del Partido del Progreso Democr¨¢tico de Kosovo (PPDK). Diversos indicios mostraban que el acuerdo anunciado se hab¨ªa pegado s¨®lo con saliva. No se firm¨® ning¨²n documento y se trataba de una mera declaraci¨®n de intenciones. En las expresiones de algunos de los all¨ª reunidos casi se palpaba la precariedad del compromiso. Los representantes de los albaneses advirtieron de que el consejo pol¨ªtico puede decidir la ruptura del acuerdo, si se agrava la situaci¨®n, porque el derecho de autodefensa es fundamental a la persona humana y as¨ª lo reconocen las convenciones internacionales. El antiguo portavoz del ELK y hoy en el partido PPDK Jakub Krasniqi destac¨® la importancia del acuerdo logrado y advirti¨® de que el ELPMB no era la consecuencia de la voluntad de sus integrantes, sino "de la represi¨®n sistem¨¢tica del r¨¦gimen de Belgrado. Es una autodefensa". Krasniqi a?adi¨®: "Si la violencia nos fuerza, vamos a estar juntos para defender lo que se ha conseguido".
En esa reuni¨®n, los representantes del ELPMB pidieron a la comunidad internacional que aumente la presi¨®n sobre Belgrado para conseguir frenar la violencia contra los albaneses del sur de Serbia, retirada de los puntos de control policiales y permitir el retorno de los refugiados. Las exigencias parecen calcadas a las de hace poco m¨¢s de un a?o, antes del comienzo de la guerra. El lunes, de nuevo Koha Ditore aparec¨ªa en primera p¨¢gina con la informaci¨®n y la reproducci¨®n de un comunicado firmado por Vullnet Ibishi, "responsable de servicio" del ELPMB, en el que se exige la rectificaci¨®n del "error de imprenta" que daba cuenta de la disoluci¨®n del grupo. El peri¨®dico comenta el desmentido recibido: "Si se trata de una cuesti¨®n de posturas opuestas dentro de la delegaci¨®n del valle de Presevo, es su problema. Tras una declaraci¨®n as¨ª de la comandancia del ELPMB, de que no se han disuelto, corresponde a los miembros de la delegaci¨®n albanesa explicar a la opini¨®n p¨²blica lo que ocurre en torno al ELPMB".
En Gnjilane, Tahir Dalipi, antiguo diputado alban¨¦s en el Parlamento de Belgrado, residente en el valle de Presevo y ahora refugiado en Kosovo, particip¨® en la negociaci¨®n de la renuncia a las armas del ELPMB. Dalipi conf¨ªa en que el acuerdo tenga ¨¦xito y no ve claras las posibilidades de la nueva guerrilla: "No es viable el ELPMB. Desde un principio advertimos de que hab¨ªa mucho ELK procedente de esa regi¨®n en Serbia. Al ser desmovilizados, vinieron a Gnjilane y se dieron cuenta de que se iba a liberar Kosovo, pero no sus casas en Serbia. El ELPMB responde a un movimiento de nostalgia. Contra el Ej¨¦rcito y la polic¨ªa serbios est¨¢n condenados a morir".
Para el ex diputado, lo mejor ser¨ªa que las tropas de Kfor interviniesen para impedir el uso de las armas a serbios y albaneses: "Me interesa tener garant¨ªas de que no se cometer¨¢ una limpieza ¨¦tnica contra los albaneses de esa regi¨®n, que no se conviertan en rehenes de Milosevic. Si nos dejan solos, en dos o tres a?os no quedar¨¢n albaneses en ese territorio".
Los hechos parecen darle algo de raz¨®n. En Gnjilane se registra, desde las ¨²ltimas semanas, un incremento de refugiados albaneses procedentes del sur de Serbia. Las cifras aumentaron a ra¨ªz de dos incidentes al otro lado de la frontera. En uno de ellos aparecieron muertos dos hermanos albaneses que regresaban de recoger le?a en el monte; en otro, dos polic¨ªas serbios murieron abatidos a balazos por el ELPMB. La consecuencia inmediata: una espiral de represi¨®n y p¨¢nico entre los albaneses. Algunos escogieron el camino de la huida al vecino Kosovo. En una antigua residencia de estudiantes de Gnjilane se hacinan cientos de refugiados albaneses. La organizaci¨®n no gubernamental Comit¨¦ Internacional de Rescate registr¨®, desde principios de a?o, la llegada a Gnjilane de 593 familias albanesas del sur de Serbia, con un total de 3.786 personas. De esas 593 familias, 430 llegaron este mes de marzo, como consecuencia de los incidentes y muertos en la regi¨®n del sur de Serbia.
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