Un reto a la luna

Pasear una noche de verano por algunas de las playas urbanas de C¨¢diz, a la rom¨¢ntica luz de la luna, se ha convertido en una reliquia del pasado que no pocos gaditanos a?oran. Desde 1997 las playas del occidente de esta ciudad cuentan con un potente sistema de alumbrado, compuesto por m¨¢s de 200 focos de 2.000 vatios de potencia cada uno, capaz de mantener iluminados dos kil¨®metros y medio de costa durante la noche. La cantidad y calidad de luz que reciben unas 40 hect¨¢reas de litoral, y una superficie a¨²n mayor de aguas marinas adyacentes, es comparable a la empleada en las pistas deportivas.Con esta iniciativa el Ayuntamiento gaditano pretende favorecer el uso p¨²blico de las playas por la noche, dada la escasez de parques y zonas de ocio. Al mismo tiempo, argumentan desde el gobierno local, se reducen los actos vand¨¢licos. Por el contrario, la asociaci¨®n ecologista Agaden considera que la iluminaci¨®n no ha aumentado la presencia de playeros nocturnos.

A esta pol¨¦mica acaban de incorporarse, con un completo informe sobre el asunto, David Galad¨ª y Dulcinea Otero. El primero es un astrof¨ªsico cordob¨¦s que en actualidad trabaja en el Centro de Astrobiolog¨ªa del Instituto Nacional de T¨¦cnica Aeroespacial, y la segunda una fil¨®loga gaditana ocupada en la traducci¨®n de obras cient¨ªficas y aficionada a la astronom¨ªa. Ambos afirman que "C¨¢diz se ha convertido en capital europea de la contaminaci¨®n lum¨ªnica".

Este sistema de iluminaci¨®n, advierten en su informe, "emite una radiaci¨®n directa hacia el firmamento del todo desproporcionada, con unos costes econ¨®micos, paisaj¨ªsticos y ecol¨®gicos muy dif¨ªciles, si no imposibles, de justificar". El espect¨¢culo del firmamento, a?aden, "ha sido asesinado sin compasi¨®n, y ahora las grandes playas de C¨¢diz no tienen noches, no se ve la luna, ni se puede contemplar la V¨ªa L¨¢ctea o disfrutar con una lluvia de estrellas.

Adem¨¢s, los vecinos de estos tramos litorales sufren los inconvenientes de la intrusi¨®n lum¨ªnica en sus hogares. En algunas viviendas cercanas a los focos hay que dejar las persianas bajadas por la noche si se quiere dormir, y los ecologistas tambi¨¦n han registrado "una inusual presencia de insectos voladores, con las consiguientes molestias a las personas que por all¨ª transitan o viven".

No menos importante es el impacto sobre la flora y la fauna. La contaminaci¨®n lum¨ªnica afecta a distintas especies de aves, murci¨¦lagos y, sobre todo, insectos. M¨¢s del 90% de los lepid¨®pteros (mariposas y polillas) son de h¨¢bitos nocturnos, y de su existencia depende la polinizaci¨®n de numerosas plantas y la alimentaci¨®n de multitud de predadores. La atracci¨®n que ejercen los focos sobre estos insectos desequilibra todo el sistema natural, provocando una gran mortandad de individuos y la acci¨®n oportunista de los murci¨¦lagos en perjuicio de las aves insect¨ªvoras.

Los ciudadanos que organizan barbacoas nocturnas en la playa van ahora con sombrillas: "Una de las im¨¢genes m¨¢s surrealistas es la de los usuarios que acuden en plena noche a la orilla del mar y han de protegerse del torrente de luz, y de la vista de los curiosos, mediante los mismos parasoles que emplean de d¨ªa".

La instalaci¨®n de los focos supuso un desembolso de 120 millones de pesetas, a los que hay que sumar, durante el periodo veraniego, una factura mensual de electricidad que ronda, seg¨²n fuentes municipales, el mill¨®n de pesetas.

Comentarios y sugerencias a prop¨®sito de Cr¨®nica en verde pueden remitirse al e-mail: sandoval@arrakis.es