El Celta pierde los papeles y ya acumula cuatro jornadas sin ganar

La temporada se le escurre entre los dedos al Celta, un equipo que se ha demostrado incapaz de levantar la cabeza ante las adversidades. Su peor defecto a estas alturas de campeonato es una inseguridad patol¨®gica. Si piensa que alguna desgracia le puede ocurrir, ¨¦sta se presenta, de forma que en esos partidos en los que antes arrasaba termina perdiendo los papeles y los puntos. As¨ª las cosas, la UEFA, una competici¨®n que le ha reportado los mejores recuerdos de las dos ¨²ltimas campa?as, empieza a convertirse en un objetivo demasiado complicado.Cuando comenz¨® la segunda parte, con ventaja en el marcador y el f¨²tbol de su parte, cualquiera que apostase por el empate hubiese pasado por insensato. Salvo los que conocen a este inseguro Celta de los ¨²ltimos meses, incapaz de abrir distancia en el marcador y especialista en dejarse alcanzar en los momentos m¨¢s inoportunos. El f¨²tbol le sobreviene a r¨¢fagas. Ayer le bastaron 10 minutos en el tramo final del primer tiempo para adelantarse, con una combinaci¨®n entre Revivo y McCarthy que fue de lo mejor del partido.

No se le torci¨® el partido al equipo de Vigo con la expulsi¨®n exagerada de Giovanella en el minuto 49, sino en el descuento de la primera mitad, cuando Makelele abandon¨® el campo por una entrada de Lozano. La tarjeta roja s¨®lo vino a erosionar el ascendente c¨¦ltico en el coraz¨®n del campo, que se perder¨ªa por completo cuando Belmadi dej¨® su sitio a Tom¨¢s. El Valladolid, que s¨®lo hab¨ªa amagado, asom¨® la cabeza y cogi¨® el partido por las solapas. No podr¨¢ echarle la culpa el Celta a la inferioridad num¨¦rica: el empate lleg¨® con Rodrigo expulsado por picar un anzuelo de Juanfran.

El protagonismo del choque fue ya para Prados Garc¨ªa, el ¨¢rbitro que protagoniz¨® un feo episodio con Ceballos, que vivi¨® ayer una jornada repleta de nervios. Tanto permiti¨® entradas sobrecogedoras como expuls¨® por nimiedades. Anul¨® un gol al Valladolid por fuera de juego imaginario y se inhibi¨® en el ¨¢rea del equipo de Manzano. A la afici¨®n del Celta, un equipo que lleva cuatro domingos sin ganar, le qued¨® el consuelo de contemplar entre risas c¨®mo rodaba el ¨¢rbitro por el suelo. Esta vez, por un inoportuno resbal¨®n.