Estudiantes humilla al Pamesa

Entre las numerosas cualidades que atesora el Pamesa Valencia, figura la de encontrar un ogro infranqueable durante las ¨²ltimas temporadas. Hace un a?o, fue el Caja San Fernando. En el presente ejercicio, es Estudiantes. En noviembre, Estudiantes interrumpi¨® la impoluta trayectoria de los valencianos. En enero, Estudiantes despert¨® al Pamesa de su sue?o de ganar la Copa del Rey. Y en abril, Estudiantes sit¨²a al Pamesa en firme pantanoso. Cerca de la esquizofrenia. Pr¨®ximo al derrumbamiento absoluto. Y ya no s¨®lo por la derrota; sobre todo, por la forma en la que se produjo la derrota.Un rev¨¦s, el cuarto consecutivo, telegrafiado desde el primer minuto. M¨¢s bien, desde el primer segundo. Con un par de zarpazos, Estudiantes ya se hab¨ªa propulsado al ¨¦xito. Algo comprensible si se atiende al talante con el que ambos contendientes descorcharon el compromiso. Mientras los valencianos, una vez m¨¢s, se hab¨ªan conectado a la abulia, los madrile?os se enganchaban a un inusitado acierto.

Por ello, en tan s¨®lo tres minutos, el horizonte quedaba n¨ªtido y despejado. Para escarnio de los locales, y para regocijo de los visitantes. No se recuerda f¨¢cilmente en Valencia un encuentro que no deparara ni una sola opci¨®n de victoria para el Pamesa. Tampoco existen precedentes cercanos de tanta frialdad ambiental. Ni protestas, ni adhesiones. Indiferencia. Resulta incre¨ªble que el Pamesa exhiba una imagen tan deplorable. Lo contrario que Estudiantes, un conjunto que reivindica voz y voto en el momento supremo de la temporada.