"Queremos justicia", piden los afectados tras seis a?os de disgustos
"Queremos que se haga justicia y que se nos indemnice, aunque hay cosas que no se pagan con nada", afirma Isabel entre sollozos. Es una de las cooperativistas que ayer se desplaz¨® a la Audiencia Nacional para ver c¨®mo empezaba el juicio de la PSV, uno de los mayores fiascos del cooperativismo, que estall¨® con toda su intensidad en 1994. De pronto, Isabel empalidece, le tiemblan las piernas, balbucea y dice que tiene taquicardia. Toma asiento y respira hondo. "?Qu¨¦ te pasa?", le pregunta un compa?ero. No contesta, pero se?ala con el dedo a un hombre con gafas. Le mira como quien ve ante s¨ª su peor pesadilla. Se trata de Carlos Sotos, el que fue director de la PSV-IGS, la empresa que gestionaba el proyecto urban¨ªstico, y que acude al juicio en calidad de imputado.
Luego, m¨¢s tranquila ya, Isabel cuenta su pesadilla: "Viuda y con una hija de 11 a?os, junt¨¦ todos mis ahorros. D¨ª una entrada para una casa a base de cr¨¦ditos. Despu¨¦s tuve que renunciar a un mill¨®n del dinero que hab¨ªa entregado para tapar el agujero de 18.000 millones que hab¨ªan hecho (...) Al final, s¨®lo ganaba para pagar las letras y mi hija y yo nos tuvimos que ir a casa de mis padres durante tres a?os". "Aqu¨ª ha habido de todo: suicidios, divorcios, matrimonios que se han quedado sin tener hijos... ?C¨®mo se paga eso?", pregunta desconsolada.
Junto a ella, una veintena de afectados se desplazaron ayer hasta la Audiencia con el fin de ser testigos del proceso y la ilusi¨®n de ser indemnizados despu¨¦s de m¨¢s de seis a?os de calamidades.
Los sentimientos de impotencia y de indignaci¨®n contenida se apoderaban de ellos mientras recordaban, en conversaciones de pasillo, los malos momentos de un pasado que volv¨ªa a hacerse presente: "No se trata de demostrar que ya tenemos casas despu¨¦s de seis a?os de espera. La cuesti¨®n es ?qu¨¦ pas¨® con los 18.000 millones de pesetas que nos robaron?".
"Todo pol¨ªtica"
Hoy por hoy, despu¨¦s de que el Gobierno decidiera intervenir la cooperativa en febrero de 1994, pr¨¢cticamente todos los cooperativistas tienen su casa o han sido indemnizados. "Esto es todo pol¨ªtica. Lo fue desde el principio", afirma un esc¨¦ptico Marcelo. "Si Nicol¨¢s Redondo no se hubiera llevado tan mal con los socialistas, si no le hubiera hecho una huelga general, otro gallo habr¨ªa cantado porque no le habr¨ªan dejado estrellarse con la PSV. El Gobierno pudo intervenir antes pero no quisieron y lo pagamos nosotros", a?ade contundente.
Todos tienen su versi¨®n de la historia: robo, gestiones fraudulentas, relaciones pol¨ªticas... Pero la pregunta de fondo es siempre la misma: "?Qu¨¦ pas¨® con los 18.000 millones de pesetas que desaparecieron?" La respuesta est¨¢ en manos del estricto Siro Garc¨ªa y los otros dos magistrados que le acompa?an en el tribunal que juzga el caso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.