Media Italia suspira por el regreso de Mina
Acaba de cumplir 60 a?os -lo hizo el pasado 25 de marzo-, lleva desde 1979 retirada de los escenarios y sigue cantando y grabando discos que se venden como churros. El mito Mina sigue teniendo plena vigencia. En realidad, Mina no ha dejado de estar en el coraz¨®n de los italianos (y de muchos for¨¢neos) desde aquella noche de 1958 en que debut¨® en un baile de un pueblo de Mantova, o, m¨¢s precisamente, desde que en 1960 desarbol¨® a San Remo y al pa¨ªs entero cantando Non sei felice y E vero. Pero el caso es que Mina no quiere saber nada de volver a la escena.Se lo ha pedido Pavarotti, se lo ha rogado en carta abierta su hermano Adriano Celentano, se lo exigen casi letristas y cantantes famosos, internautas an¨®nimos, pol¨ªticos y gay unidos por sus clubes de fans, incluso j¨®venes que s¨®lo han visto sus maravillosos v¨ªdeos antiguos (entre otras cosas, Mina fue pionera en interpretar las canciones comi¨¦ndose las c¨¢maras).
Pero Mina ha dicho no a todas las rogativas. Es una mujer de principios muy s¨®lidos: en estos 21 a?os s¨®lo ha roto una sola vez su reclusi¨®n en Lugano (Suiza), por lo que su nueva imagen s¨®lo ha sido vista, aparte de en las portadas de sus discos, con motivo de aquel viaje a Brescia con su nueva pareja. Ese d¨ªa, un paparazzo le rob¨® una foto y ense?¨® al pa¨ªs su aspecto desmejorado y algo triste, apenas disimulado por unas grandes gafas oscuras.
Como consuelo, todo el mundo sabe ya que habr¨¢ m¨¢s discos, que su amor por la m¨²sica no ha disminuido. Ahora est¨¢ preparando un disco de m¨²sica sacra, que saldr¨¢ a final de a?o y en el que cantar¨¢ en lat¨ªn y en espa?ol. La idea, por cierto, ha levantado ya sus ampollas entre los cl¨¦rigos italianos, que dudan de la conveniencia de que la revolucionaria Tigre, la mujer que primero se puso vaqueros en Italia, la primera que acept¨® ser madre soltera sin tapujos, la cantante que arrebat¨® y llev¨® a la cama a varias generaciones de italianos (y extranjeros) con su manera entre sensual, viciosa y rom¨¢ntica de interpretar las canciones, ataque ahora las muy puras partituras gregorianas.
Lo que nadie duda es que lo har¨¢ sin ning¨²n miedo y con su buen gusto habitual, porque ¨¦sas -adem¨¢s de la claridad de ideas, un humor exquisito y una capacidad de autocr¨ªtica absolutamente rara: lleg¨® a decir que las 13 pel¨ªculas que hizo deber¨ªan ser pasadas por la trituradora- son las caracter¨ªsticas esenciales de esta cremonesa de buena familia que sali¨® transgresora, valiente y tan independiente como para vender m¨¢s de 55 millones de discos a lo largo de una carrera en la que interpret¨® como nadie cientos de canciones, grabando m¨¢s de 40 ¨¢lbumes.
Llena de magia y de misterio, vistiendo minifaldas o sofisticados trajes de noche, disfrazada de chica yey¨¦ o de hero¨ªna rompedora y travestida en honor de la comunidad homosexual masculina, Mina dej¨® durante sus 20 a?os de ¨¦xito arrollador un aluvi¨®n de im¨¢genes y sentimientos contradictorios: fue mito feminista y sex simbol irresistible, cant¨® con iron¨ªa dramas terribles, ense?¨® felicidad y desencanto a partes iguales, sedujo y despert¨® odios.
Alguien ha dicho que Mina ense?¨® a sentir, a vivir la vida y a gozar de los placeres mundanos como ninguna cantante lo hab¨ªa hecho nunca. Y eso lo supo mejor que nadie la muy vaticana y moralista RAI, que censur¨® sus apariciones desde que, en 1959, la cantante tuvo un hijo, Massimiliano, sin estar casada.
Poca cosa, aquella censura paleta, para una mujer tan llena de mundo y de vida como ella, para aquella mujer cambiante, que a veces era guapa y otras veces s¨®lo irresistiblemente atractiva, capaz de enamorar a la gente cantando canciones que en otras voces resulta imposible imaginar, canciones como Nessuno, Bussarda, Parole parole, Brava, Bugiardo e inconsciente, Grande, grande, grande...
Rabia y ternura
"Eres la mejor, hermana, testaruda genial", ha escrito estos d¨ªas Adriano Celentano en la prensa italiana. Con Mina, su vieja colega de San Remo, Celentano ha vendido 1,3 millones de copias en dos a?os con un disco hecho a medias, una experiencia com¨²n durante la cual, ha dicho el cantante, sinti¨® a la vez rabia, "por su terquedad", y mucha ternura: "Me hubiera gustado matarte y a la vez abrazarte".
Pero ha sido su segunda hija, Benedetta, actriz nacida en 1971 de un padre distinto al primero, la que ha explicado estos d¨ªas, con una exhibici¨®n de impudor que parece sincero, las posibles ra¨ªces de la loca, enorme y descontrolada pasi¨®n que a¨²n siente Italia por su tigresa: "Mi m¨¢m¨¢ es grand¨ªsima", ha dicho. "La admiro porque ha tomado decisiones radicales, porque sabe rechazar cualquier cifra que le ofrecen por volver y sigue siendo fiel a s¨ª misma, y porque ama la m¨²sica de verdad, hasta el punto de que contin¨²a oyendo todas las cintas que le mandan y de que trabaja en los discos durante un a?o entero". "Es tan buena", concluye la figlia, "que algunos la consideran un monstruo, una tipa que asusta por su personalidad libre e indomable".
Aunque el que mejor lo ha resumido es Mauro Salvaz, un an¨®nimo internauta fan¨¢tico, al enviar este e-mail a la discogr¨¢fica de Mina: "Hay mucho m¨¢s arte en un movimiento de las manos de Mina que en la mayor parte de la m¨²sica ligera italiana".
Babelia
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