El fiscal pide 20 a?os para un hombre que tortur¨® a su esposa hasta matarla
Ocho denuncias por malos tratos puso Bel¨¦n Calleja contra su marido, Bernardo Mateus, antes de que ¨¦ste la asesinase. De nada sirvieron sus peticiones de ayuda a la polic¨ªa y los jueces. D¨ªas despu¨¦s de la ¨²ltima denuncia, Mateus la rapt¨®, la llev¨® a un descampado de M¨®stoles y la tortur¨® con una estremecedora sevicia. Tras darle un paliz¨®n y dejarla desnuda y moribunda en el erial, volvi¨® a por ella, la llev¨® a casa, lav¨® su cuerpo ensangrentado y la dej¨® morir. El fiscal pide para ¨¦l 20 a?os de c¨¢rcel.
Los hechos que relata el fiscal en su escrito, ocurridos el 10 de septiembre de 1998 en M¨®stoles, son espeluznantes. En el descampado, Mateus desnud¨® a Bel¨¦n, de 24 a?os y madre de sus dos hijos, la pate¨® y luego arrastr¨® su cuerpo por el irregular suelo provoc¨¢ndole "multitud de heridas". Despu¨¦s, le clav¨® un hierro ancho y sin punta en el est¨®mago y la dej¨® abandonada y agonizando en el erial, seg¨²n el fiscal.El juicio por asesinato contra Mateus se celebrar¨¢ en la Secci¨®n Cuarta de la Audiencia de Madrid bajo la modalidad del jurado popular. Y junto a Mateus se sentar¨¢n en el banquillo, como supuestos encubridores del crimen, otras tres personas, para las que el fiscal pide dos a?os de c¨¢rcel. Y es que, tras dejarla moribunda en el descampado, Mateus relat¨® a tres amigos que "hab¨ªa dado una paliza a su mujer" y que "podr¨ªa estar muerta". Seg¨²n el fiscal, Mateus y sus amigos decidieron volver al descampado en una furgoneta para traerla a casa, en la calle de Cerro de Prieto. Cuando llegaron al lugar, la chica, llena de sangre y barro, a¨²n segu¨ªa con vida. Una vez en casa, "la lavaron, la vistieron y la tumbaron en una cama con la intenci¨®n de disimular o eliminar las pruebas del crimen", se?ala el fiscal. Minutos despu¨¦s, falleci¨®.
Banda mafiosa
Mateus niega ser el asesino y asegura que fue una banda mafiosa la que mat¨® a su esposa para dar un escarmiento al padre de ella por una deuda de tres millones de pesetas relacionada con drogas. Seg¨²n su versi¨®n, cuando paseaba tranquilamente con su esposa, les salieron al paso "varios gitanos" y les metieron por la fuerza en un coche. Afirma que los secuestradores le liberaron m¨¢s tarde aduciendo que "la cosa no iba con ¨¦l". Seg¨²n el marido, horas despu¨¦s recibi¨® en casa una llamada de su esposa en la que ¨¦sta le dijo que estaba desnuda en un descampado y que fuese a por ella con ropa. A?ade que, cuando se dispon¨ªa a salir de casa, llegaron unos amigos para pedirle una bombona y que, al comentarles lo ocurrido, ¨¦stos se ofrecieron a acompa?arle para recogerla.
La versi¨®n de la abogada de la familia de la v¨ªctima coincide con la del fiscal y aporta m¨¢s detalles. Seg¨²n esta letrada, Mateus hab¨ªa anunciado a los familiares de la v¨ªctima su intenci¨®n de matar a Bel¨¦n, ya que ¨¦sta estaba en tr¨¢mites de separaci¨®n y, adem¨¢s, hab¨ªa otorgado la custodia temporal de los ni?os a la Comunidad. siguiendo el consejo de una asistente social. La mujer no ten¨ªa un techo donde vivir y si trabajaba no ten¨ªa con qui¨¦n dejar a sus peque?os. Bel¨¦n hab¨ªa decidido abandonar a su marido por las continuas agresiones que recib¨ªan ella y sus hijos.
Mateus, aprovechando una cita con Bel¨¦n para hablar de la custodia de los ni?os, la llev¨® al citado descampado. Nada m¨¢s llegar all¨ª la "desnud¨®" y le provoc¨® "numerosas heridas" al arrastrar su cuerpo por el irregular terreno, lleno de piedras. Luego, le puso un lazo en el cuello e intent¨® estrangularla. Y no se detuvo ah¨ª, seg¨²n la abogada de la v¨ªctima: la viol¨® y "le introdujo un objeto en la vagina y en el ano". Los forenses encontraron restos de hierba y tierra en dichas cavidades. Para rematar su esquizofr¨¦nica acci¨®n,"le clav¨® un instrumento punzante, no puntiagudo ni cortante, en el abdomen". Bel¨¦n sufri¨®, entre otras decenas de heridas, un traumatismo cr¨¢neoencef¨¢lico.
Mateus la abandon¨® y volvi¨® a su domicilio, donde cont¨® a un amigo que hab¨ªa "dado una paliza a su esposa y que quiz¨¢s estuviese muerta". Ambos lo comentaron con los otros dos acusados y decidieron ir al descampado con una furgoneta para recogerla. Ya en casa, lavaron su cuerpo, "la vistieron y la dejaron sobre un sof¨¢, donde falleci¨®". Despu¨¦s llam¨® al servicio de urgencias, pero el m¨¦dico del 061 s¨®lo pudo certificar la muerte. La familia de la v¨ªctima pide 37 a?os de c¨¢rcel por asesinato y violaci¨®n para Mateus, y cuatro para los encubridores.
Palizas continuas
Desde que Bel¨¦n se cas¨® en marzo de 1995 con Mateus su vida fue un calvario. Durante los tres a?os de matrimonio, seg¨²n la letrada de la familia de la v¨ªctima, Bel¨¦n denunci¨® reiteradas veces a su marido por malos tratos. En tres ocasiones tuvo que refugiarse en casas de acogida para mujeres maltratadas y acudir al juzgado para pedir medidas provisionales. La primera paliza que la llev¨® al hospital ocurri¨® el 18 de agosto de 1995. Sus hijos, de a?o y medio y seis meses, tambi¨¦n fueron agredidos por el padre en m¨¢s de una ocasi¨®n, seg¨²n la letrada. La ¨²ltima denuncia de Bel¨¦n contra su marido data del 26 de agosto de 1998, 15 d¨ªas antes de su muerte. Bel¨¦n llev¨® a sus hijos a un centro de la Comunidad ante la imposibilidad de trabajar y cuidarles a la vez.
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