Un menor que muri¨® a pie de obra fue contratado sin conocerse su cualificaci¨®n
El empresario que contrat¨® a un menor que muri¨® en unas obras de entubaci¨®n en Alicante, al ser golpeado por una retroexcavadora, declar¨® ayer que conoc¨ªa la edad de la v¨ªctima, 16 a?os, pero no su cualificaci¨®n profesional, y que tampoco le inform¨® de las funciones que iba a realizar. Este empresario, dos contratistas m¨¢s y el conductor de la m¨¢quina, son juzgados ahora por estos hechos, que el fiscal califica como delito de homicidio por imprudencia grave.
La vista oral de este caso, primero en la Comunidad Valenciana que el fiscal de delitos laborales, en aplicaci¨®n del C¨®digo Penal,ha calificado como homicidio, comenz¨® ayer en la Audiencia de Alicante. El ministerio p¨²blico pide para los cuatro acusados penas de entre seis meses y un a?o de prisi¨®n y una indemnizaci¨®n de 25 millones de pesetas para la familia de la v¨ªctima.Los hechos ocurrieron en la ma?ana del 27 de junio de 1997 en una obras de entubaci¨®n que se desarrollaban en la Universidad de Alicante. La v¨ªctima, F. P. C., de 16 a?os, se encontraba en el interior de la zanja y, por motivos desconocidos, fue golpeado en la cabeza por la pala de la m¨¢quina retroexcavadora. El fiscal mantiene que los empresarios, aparte de incumplir la Ley de Prevenci¨®n de Riesgos Laborales al no dotar a la obra de las necesarias medidas de seguridad, contrataron al joven sabiendo que era menor de edad y que carec¨ªa de cualificaci¨®n profesional para la funci¨®n que se le asign¨®, de alto riesgo.
En su declaraci¨®n ante el tribunal, el subcontratista ?ngel M. N., encargado de facilitar los trabajadores a la empresa principal, la firma CIMSA, reconoci¨® que sab¨ªa que la v¨ªctima era un menor de edad, que desconoc¨ªa su cualificaci¨®n profesional y que no le inform¨® de las funciones que iba a realizar en la obra. "Lo mismo podr¨ªa ser requerido para poner los tubos que para instalar vallas o barrer la caseta de la obra", dijo. Este empresario asegur¨®, adem¨¢s, que no incorpor¨® a la obra un t¨¦cnico en seguridad como estaba recogido en el contrato que firm¨®. "La mayor¨ªa de las veces los contratos se firman como churros y no se leen", argument¨®.
Mientras, el conductor de la m¨¢quina retroexcavodora, el operario R. L. A. B., se?al¨® que en determinadas fases de la colocaci¨®n de los tubos hab¨ªa puntos negros de visibilidad sobre la zanja en la que se desarrollaban los trabajos. Este procesado dijo que se comunicaba con los operarios que colocaban los tubos mediantes se?ales ac¨²sticas -haciendo sonar el clax¨®n de la m¨¢quina- y visuales, a trav¨¦s de gestos con las manos.
Mientras, el jefe de obra de la empresa principal, I. S., declar¨® que, a su juicio, los trabajos se realizaban con las suficientes medidas de seguridad. La vista oral de este caso continuar¨¢ hoy con el informe de los peritos.
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