Diez a?os despu¨¦s de llegar al Gobierno, el partido de Macri debate c¨®mo sobrevivir a Milei

Lo fund¨® Mauricio Macri hace 20 a?os y hace 10 lleg¨®, de su mano, a conducir el Gobierno de Argentina. Lejos de ese esplendor, el partido de centroderecha Propuesta Republicana (PRO) atraviesa hoy una crisis que amenaza con hacerlo desaparecer o reducirlo, en el mejor de los casos, a su territorio de origen, la Ciudad de Buenos Aires. La irrupci¨®n de Javier Milei y sus huestes de ultraderecha no solo le ha quitado votos al PRO, sino que La Libertad Avanza (LLA), el partido del presidente, se ha convertido en creciente destino de dirigentes que abandonan el macrismo. Tanto Milei como Macri coquetean hacen meses con la posibilidad de una alianza entre ambas fuerzas para las elecciones parlamentarias de este a?o, pero el acercamiento se sigue postergando: mientras en LLA quieren hacer valer su actual poder¨ªo y encabezar cualquier acuerdo, en el PRO saben que se arriesgan a ser completamente absorbidos y pujan por conservar lo que les queda.

Macri ya era conocido como empresario y expresidente del club Boca Juniors cuando se lanz¨® a la pol¨ªtica en 2001. En 2005 fund¨® Compromiso para el Cambio, el partido luego rebautizado PRO y con el que fue electo en 2007 para gobernar la capital del pa¨ªs sudamericano ¡ªdesde entonces, la agrupaci¨®n gan¨® todas las elecciones en Buenos Aires¡ª. Con ese mismo sello, Macri se ali¨® con partidos de centro y alcanz¨® despliegue nacional, tanto como para destronar al kirchnerismo, imponerse en las elecciones de 2015 y ser presidente hasta 2019. Hoy el PRO cuenta con gobernadores en tres de los 24 distritos federales, con m¨¢s de 40 legisladores nacionales y numerosos alcaldes municipales. Todo eso es lo que tambi¨¦n hoy corre el riesgo de perder.

¡°El PRO atraviesa el momento m¨¢s dif¨ªcil desde su origen y no tiene garant¨ªas de continuidad. Ya no existe m¨¢s como lo que fue, como una propuesta de centroderecha amplia que incluso sumaba a sectores que se percib¨ªan progresistas¡±, observa Sergio Morresi, doctor en Ciencia Pol¨ªtica, profesor e investigador de la Universidad Nacional del Litoral. ¡°Aquel PRO se fue convirtiendo en una oferta derechista que termin¨® sobrepasada por una nueva fuerza m¨¢s radicalizada liderada por Milei. Perdi¨® a sus votantes y est¨¢ perdiendo a sus dirigentes¡±.

El declive se hizo evidente cuando qued¨® fuera de la segunda vuelta electoral en 2023, en la que Milei termin¨® derrotando al peronismo. Ese adversario com¨²n y la afinidad de ideas impulsaron a una parte de la dirigencia del PRO, representada por la actual ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a alinearse con Milei y sumarse a su Gobierno. Un a?o despu¨¦s, y ante la cercan¨ªa de las elecciones legislativas de medio t¨¦rmino, el traspaso comenz¨® a acelerarse. En los ¨²ltimos d¨ªas, el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, y tres legisladores porte?os anunciaron que abandonaban el PRO y se sumaban a LLA. El jefe del bloque de senadores del partido macrista, Luis Juez, dej¨® el cargo y revel¨® que le gustar¨ªa ser candidato por la lista ¡°libertaria¡±.

El coqueteo

Durante el primer a?o del Gobierno ultra, el PRO le dio un decidido apoyo en el Congreso y se limit¨® a cuestionar, ocasionalmente, los modos y algunas decisiones del presidente. Las especulaciones sobre una posible alianza de los dos partidos siempre estuvieron latentes; Macri y Milei las alimentaron. ¡°Vayamos juntos y arrasemos al kirchnerismo¡±, dijo el presidente a principios de enero, en una entrevista. Pero tambi¨¦n reiter¨® algo que ya ven¨ªa diciendo, con los comicios legislativos de octubre en la mira: ¡°O vamos todos juntos o vamos separados en todo el pa¨ªs¡±. Sus palabras buscaron incidir en la disputa que se dirime dentro del PRO entre los acuerdistas y los que prefieren conservar su autonom¨ªa para preservar los territorios que hoy administran ¡ªla Ciudad de Buenos Aires y las provincias de Entre R¨ªos y Chubut¡ª. Un pulso entre los que tienen algo que perder y los que ya dan todo por perdido.

La c¨²pula del PRO se reuni¨® el mi¨¦rcoles pasado, con Macri incluido, y reiter¨® su voluntad de negociar con Milei. ¡°Estoy seguro de que este a?o que comienza podemos representar juntos las banderas del cambio, la libertad y las instituciones¡±, hab¨ªa expresado el expresidente unos d¨ªas antes y hab¨ªa presentado una comisi¨®n de representantes de su partido para abrir el di¨¢logo institucional con LLA. Pero el Gobierno nunca recogi¨® el guante. Al contrario: la estrategia de la Casa Rosada consiste, por ahora, en demorar cualquier negociaci¨®n e insistir en que, si hay una alianza, el oficialismo no ceder¨¢ ni el liderazgo ni las definiciones program¨¢ticas. Cerca de Macri desconf¨ªan del entorno del mandatario, de su poderoso asesor Santiago Caputo y de su hermana, Karina Milei, secretaria general de la Presidencia. Creen que ambos apuestan a debilitar al PRO y a propiciar la fuga de sus dirigentes. Pero, a la vez, saben que gran parte de lo que fue su base electoral hoy apoya al Gobierno.

¡°El PRO est¨¢ en un momento cr¨ªtico, se le desdibuj¨® la identidad y el discurso¡±, se?ala Mat¨ªas Landau, doctor en Ciencias Sociales, investigador de la UBA y el Conicet. ¡°En su confrontaci¨®n con el kirchnerismo, el ADN del PRO se hab¨ªa construido alrededor de la defensa de las instituciones republicanas, de los buenos modales. Cuando viene Milei y barre con toda esa ret¨®rica, cuando se dedica a hostigar a sus adversarios y hace de eso su capital pol¨ªtico, jugando con los l¨ªmites de la democracia, el macrismo queda hu¨¦rfano de su presentaci¨®n p¨²blica y pasa a ocupar un lugar gris, borroso, en medio de la polarizaci¨®n entre Milei y el kirchnerismo¡±.

El futuro del PRO lo dictar¨¢, en buena medida, el resultado electoral que obtenga en la Ciudad de Buenos Aires, su cuna y basti¨®n. El jefe de gobierno del distrito, Jorge Macri, lo sabe. Contra las pretensiones de la Casa Rosada, anunci¨® que desdoblar¨¢ la elecci¨®n de legisladores locales de los comicios nacionales, una tentativa de reducir la incidencia de Milei, y sugiri¨® que su primo, el expresidente Macri, podr¨ªa ser candidato en la ciudad. ¡°El proceso de descomposici¨®n del PRO es muy grande y el electorado claramente lo est¨¢ abandonando¡±, advierte Morresi. ¡°Pero si mantiene el poder en la Ciudad de Buenos Aires, tendr¨¢ posibilidades de resurgir¡±.

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