El Supremo eleva las penas de tres neonazis por dar una paliza a dos j¨®venes

El Tribunal Supremo ha rectificado a la Audiencia de Valencia y elevado de falta a delito de lesiones la acci¨®n de tres j¨®venes que en enero de 1994, ¨¦poca en la que su est¨¦tica respond¨ªa a la ideolog¨ªa neonazi, cosieron a "patadas, golpes y puntapi¨¦s" a dos adolescentes en Valencia.As¨ª, los magistrados han condenado a cuatro a?os, dos meses y un d¨ªa de prisi¨®n a Ignacio Ram¨®n C. C. -antes, 60 d¨ªas de multa, a raz¨®n de 500 pesetas diarias, en total 30.000 pesetas- y a un a?o a Ignacio A. L. e Ignacio M. A. -50 d¨ªas de multa, a 500 pesetas, es decir 25.000 pesetas-, estos ¨²ltimos menores de edad cuando sucedieron los hechos.

El fallo de la Sala de lo Penal del alto tribunal reconoce la "nimiedad del origen de la agresi¨®n", provocada por un simple tropez¨®n en una calle atestada. Adem¨¢s, establece, tal como hiciera el juzgado de instancia, "la brutalidad del ataque", perpetrado por "un grupo de individuos cuya proclividad a la violencia es denunciada por todas las apariencias" y que, "sin hip¨¦rbole", dicen los jueces, procedieron al "linchamiento" de una de sus v¨ªctimas.

El tribunal no se pronuncia, sin embargo, sobre el castigo a otro participante en la agresi¨®n, el que hiri¨® con un pu?o americano a una de las v¨ªctimas, ya que su condena -la mayor de todas, dos a?os de prisi¨®n- ha sido discutida en otro recurso, que todav¨ªa no se ha resuelto.

Los procesados eran afines, que no miembros, de Acci¨®n Radical, un grup¨²sculo fascista ya desarticulado.

78.000 pesetas de multa

Por otra parte, informa Efe, un juzgado de Sevilla ha condenado a una multa total de 78.000 pesetas a otros tres j¨®venes, integrados en un grupo que portaba s¨ªmbolos nazis, por golpear a un guineano y dos espa?oles en una zona de diversi¨®n juvenil.

Los hechos ocurrieron a las tres de la madrugada del 27 de marzo de 1999 en la plaza del Alf¨¦rez Provisional, cuando Francisco de Paula M. Y. propin¨® un pu?etazo, por causas que se desconocen, al africano Ricardo M. N. En ese momento salieron en defensa de ¨¦ste cinco sevillanos, por lo que dos amigos del agresor se unieron a ¨¦l y golpearon a Jos¨¦ Luis L. L., que sufri¨® una cicatriz de tres cent¨ªmetros en un muslo, y Noelia M. N., que sufri¨® contusiones. El guineano padeci¨® un corte profundo en una mano, pero ning¨²n testigo identific¨® al que le clav¨® una navaja.