Enfermos mentales, morbo y realidad

Como siempre cuando ocurre un hecho dram¨¢tico relacionado con un enfermo mental, todos los medios de comunicaci¨®n se vuelcan para comentarlo ampliamente fomentando el morbo y, lo que espeor, dando al lector corriente la impresi¨®n de que una persona que padece esquizofrenia es potencialmente peligrosa. Los que leen los art¨ªculos u oyen los comentarios de la radio y televisi¨®n, no se fijan en la verdadera causa por la que ocurren estos hechos luctuosos: por la falta de suficientes recursos asistenciales a estos enfermos y el pr¨¢cticamente nulo apoyo a los familiares que la reforma psiqui¨¢trica ha convertido en sufridos y baratos cuidadores.

Las personas con trastornos mentales que han llegado a ser conscientes de su enfermedad, a trav¨¦s de un adecuado tratamiento m¨¦dico y de rehabilitaci¨®n, son perfectamente capaces de vivir en la sociedad, de trabajar y de divertirse como otros j¨®venes. Llevo casi treinta a?os trabajando como voluntaria en asociaciones de familiares y de enfermos mentales, he salido con las personas afectadas de excursi¨®n y de vacaciones, doy clases de ingl¨¦s a alg¨²n grupo interesado -experiencias interesantes, enriquecedoras y gratificantes para todos- En fin, lo que me Subleva es que noticias como la reciente de Galicia se comentan con todo detalle y cuando salimos a la calle m¨¢s de 3.000 personas de toda Espa?a para pedir m¨¢s recursos en salud mental, apenas tiene repercusi¨®n en los medios de comunicaci¨®n que, para m¨¢s inri vuelven a sacar im¨¢genes de algunos enfermos muy mayores que quedan en una instituci¨®n psiqui¨¢trica.

Es cierto que no todas las personas que padecen esquizofrenia muchas veces asociada con otros trastornos mentales, pueden integrarse f¨¢cilmente en una vida normal, pero tanto ellas como sus familiares tienen los mismos derechos a llevar una vida digna, proporcionando a los pacientes un recurso adecuado para su tratamiento y un apoyo a la familia.

Ya es hora de que las familias se rebelen contra la consabida disculpa de los servicios de salud mental: "No hay recursos". La obligaci¨®n del Estado es atender a todos sus ciudadanos en cuanto a salud y bienestar social y no consentir que en algunas comunidades aut¨®no los enfermos mentales sigan siendo el farolillo rojo de la sanidad p¨²blica.