La ciencia

Bravo por Jes¨²s Villar. Es dif¨ªcil hacer una exposici¨®n tan precisa de la situaci¨®n de la ciencia en Espa?a en un espacio tan breve (v¨¦ase EL PA?S del 29 de marzo de 2000). Realmente asombra que un tercio de la producci¨®n cient¨ªfica provenga de los hospitales, donde no reina condici¨®n favorable alguna para el desarrollo de la ciencia. Tan asombroso como que, a falta de pol¨ªtica identificable que favorezca con hechos el desarrollo de la ciencia en este terreno, se deje la pol¨ªtica hospitalaria en manos de gestores y gerentes que carecen de formaci¨®n cient¨ªfica o siquiera de informaci¨®n sobre la importancia de la ciencia, lo cual en la vida diaria se traduce en indiferencia cuando no en abierta hostilidad hacia la investigaci¨®n.Villar se?ala que los esquemas de organizaci¨®n militar en la universidad y los hospitales espa?oles obstaculizan la iniciativa cient¨ªfica. Discrepo: es mucho peor. La organizaci¨®n militar tiene m¨¢s categor¨ªas y facilita la movilidad del personal. Por m¨²ltiples razones, la jerarqu¨ªa que existe en los hospitales es perversa, y entre otros efectos ha conseguido esterilizar gran parte de la capacidad investigadora. Parafraseando a Ortega habr¨ªa que decir "delenda est (haec) hierarchia".

Pese a todo, se produce ciencia, porque queda gente motivada y preparada. Parece claro que la soluci¨®n del problema no est¨¢ en la base, sino en la cabeza: en la de las estructuras de poder y en la de quienes lo detentan. Mientras los responsables sigan refiri¨¦ndose a la ciencia sin saber de qu¨¦ hablan, poco cambiar¨¢n las cosas. Yo recomendar¨ªa que se facilitara a los gestores del sistema sanitario y a sus gerentes que se formaran fuera del pa¨ªs, como muchos de los investigadores han hecho. Podr¨ªan as¨ª enterarse del valor que tiene no ya la ciencia, sino una mera biblioteca.-