Pesca y baile en los recreativos
Como el f¨²tbol, los recreativos son entretenimiento para muchos y un gran negocio para unos pocos. La puerta del Palacio de Congresos de Torremolinos parece estos d¨ªas, a juzgar por los coches de lujo all¨ª estacionados, el aparcamiento de una reuni¨®n de la Junta directiva de Telef¨®nica. M¨¢s de 120 empresas del sector de m¨¢quinas recreativas se han reunido all¨ª para mostrar sus ¨²ltimos ingenios y muchos m¨¢s - se esperan m¨¢s de 15.000 visitantes desde el jueves hasta hoy- han acudido para comprar artilugios que les permitan renovar su salones recreativos o bares.El futuro de este sector, por supuesto, est¨¢ en Internet y en los tel¨¦fonos m¨®viles. Por si la factura de tel¨¦fono no fuera ya suficientemente alta para casi todos, dentro de muy poco se podr¨¢ perder dinero tambi¨¦n desde el m¨®vil, jugando a las tragaperras sin tener siquiera que entrar al bar. Ser¨¢ el principio del fin; la mezcla perfecta para acabar que se descontrolen las facturas dom¨¦sticas: juego, Internet y m¨®viles.
Precisamente, una empresa finlandesa, Payazzo S.A., ha desarrollado un sistema que permite presentarse ante la m¨¢quina de refrescos sin monedas. S¨®lo hace falta el m¨®vil. Basta un mensaje corto de tel¨¦fono con ciertas claves; en una central se dan por enterados, a?aden el coste a la factura telef¨®nica, la m¨¢quina recibe la orden y deja caer la lata. Eso es lo que nos espera, jugar y refrescarse sin tener un duro encima.
En esta feria muchos han podido unir afici¨®n y trabajo. No hab¨ªa m¨¢s remedio que probar las posibles adquisiciones. Con su traje y corbata, muchos se han subido a los juegos y ?a jugar!. En Torremolinos se han visto todo tipo de m¨¢quinas: de habilidad y de azar, cl¨¢sicas o de ¨²ltima generaci¨®n y ruidosas o muy ruidosas.
Cada vez m¨¢s, los salones recreativos podr¨¢n satisfacer cualquier afici¨®n. Los pescadores, por ejemplo, no tienen ya que madrugar, mojarse o comprar ca?a y sedal. Podr¨¢n acercarse a la esquina para jugar con una m¨¢quina que les deja elegir mar o r¨ªo, tipo de anzuelo y hasta clase de peces; a partir de ah¨ª, agarran la ca?a y a tirar; las sensaciones son reales como la pesca misma. El pez tira, hay que soltar hilo, rectificar la direcci¨®n de la ca?a, el sedal puede incluso romperse... S¨®lo falta ponerse de agua hasta los ojos.
Los bailarines tambi¨¦n pueden evitar la discoteca; ya est¨¢ en el mercado la m¨¢quina que, con luces en el suelo y a ritmo de discoteca, te marca los pasos que hay que dar. Se puede incluso bailar a d¨²o. M¨¢s aficiones. La Star-trekman¨ªa tiene su sitio; el rodeo tambi¨¦n. Con Rodeo Rumble, el personal viaja hasta el oeste americano. Por unas cuantas monedas, el jugador tiene derecho a aguantar las embestidas de un toro. La fuerza del toro es graduable. Los ni?os pueden empezar con un empuje de 100 kilos; los rambos jugar¨¢n a que no los tumben los mil kilos de potencia m¨¢xima del animal. Seg¨²n su inventor, este rodeo ha sido un gran ¨¦xito, evidentemente, en una feria similar en Las Vegas, Estados Unidos.
Para quienes tienen un esp¨ªritu solidario pero no tienen tiempo de apuntarse a la Cruz Roja, est¨¢ el Emergency Call Ambulance. Uno juega a ser conductor de la ambulancia que transporta heridos. Como todos quieren ser h¨¦roes, los conductores acaban haciendo derrapar a la ambulancia y el juego suele terminar antes de dejar al enfermo en el hospital.
Tambi¨¦n han pasado por la feria los cl¨¢sicos. Billar, tragaperras y dardos, electr¨®nicos eso s¨ª. Adem¨¢s, algo muy ofertado han sido las m¨¢quinas de contar monedas. En un suspiro, las decenas de monedas que son capaces de tragar salen contadas, clasificadas y listas para entrar de nuevo a las m¨¢quinas. ?Que no pare el juego!
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