El Bar?a da v¨ªa libre al Deportivo

O la racha del Bar?a era un bluf o este equipo tiene doble personalidad. El Mallorca, que llegaba en horas muy bajas, que llevaba seis partidos sin ganar, bail¨® ayer a los azulgrana y le meti¨® tres goles en el Camp Nou. Van Gaal hab¨ªa clamado la v¨ªspera por olvidar la bofetada que le dio el Chelsea y se encontr¨® con que el Mallorca se la devolvi¨® con creces en la otra mejilla. Tres goles encajados en Londres y otros tres ayer. El Bar?a dio ayer v¨ªa libre para que el Deportivo, a falta de seis jornadas y con cinco puntos de ventaja, se lleve a Riazor la Liga. Rompi¨® en mil pedazos su candidatura y se hundi¨® de forma pat¨¦tica. Los azulgrana, que jugaron sin Guardiola, lesionado, fueron una caricatura de s¨ª mismos. Van Gaal no estuvo tampoco mejor: relev¨® a Kluivert y a Rivaldo y dej¨® al equipo sin sus mejores delanteros. Enfurecido, perplejo, consternado, el p¨²blico dej¨® al equipo s¨®lo con sus miserias. Y quienes no renunciaron al masoquismo, sacaron el pa?uelo y corearon ol¨¦s al equipo isle?o, que dio un paso de gigante para huir del descenso.No fue el partido del Chelsea una excepci¨®n. Van Gaal ten¨ªa raz¨®n: avis¨® que el Mallorca jugaba igual que el equipo de Vialli. Lo peor es que el t¨¦cnico ni reaccion¨® en Londres ni ayer en el Camp Nou. Como si admitiera su impotencia para rebatir esa t¨¢ctica. Mal puede aspirar entonces a ganar la Liga, la Copa y mucho menos la Liga de Campeones. El Mallorca, que ten¨ªa a su equipo medio cojo -Nadal se lesion¨® y Stankovic jug¨® media parte tocado- meti¨® muy pronto al Bar?a en la sala de torturas. Y los azulgrana ya no supieron salir de all¨ª. Les falt¨® orden, sentido t¨¢ctico, velocidad del bal¨®n y, sobre todo, paciencia. La virtud que hab¨ªa derrochado una semana antes ante el Valencia. Golpeado el mi¨¦rcoles por el Chelsea y presionado el s¨¢bado por el Deportivo, el Bar?a se desquici¨® con el gol temprano de Eto'o. Nada hac¨ªa prever algo as¨ª. Los azulgrana dominaban hasta entonces, ten¨ªan el bal¨®n y al Mallorca arrinconado en su campo con dos f¨¦rreas l¨ªneas de cuatro. Pero Eto'o, un jugador cedido por el Real Madrid, se hizo con un rebote, combin¨® con Diego Trist¨¢n y marc¨®. Ni Abelardo estuvo muy acertado ni tampoco Frank de Boer. Pero el Mallorca demostr¨® una eficacia aplastante. Una llegada y un gol.

Toda la solvencia que hab¨ªa demostrado el Bar?a con su luminosa racha de nueve victorias consecutivas qued¨® hecha a?icos. El desastre ya empez¨® en Stamford Bridge, cuando encaj¨® tres goles en ocho minutos. El partido se convirti¨® en un torbellino. En un vaiv¨¦n r¨¢pido, de izquierda a derecha, de derecha a izquierda. El medio del campo del Bar?a, con Gabri, Cocu y Xavi, no existi¨®. Xavi no pudo conducir el tim¨®n y el equipo acus¨® la ausencia de la lucidez de Guardiola, despreciado hace d¨ªas por Van Gaal al asegurar que la racha del equipo se deb¨ªa a Hesp y Frank de Boer. El Bar?a fue un equipo sin locomotora y descarrilado. Gabri procuraba entrar por el medio del ¨¢rea como un ob¨²s, Rivaldo segu¨ªa ausente y Kluivert estuvo menos letal que otros d¨ªas. Como cuando hizo un quiebro espectacular y chut¨® a la media vuelta. Visto el panorama, Figo se multiplic¨® por mil. S¨®lo as¨ª se entiende que se llevara un bal¨®n desde el medio campo e intentara un gol a lo Ronaldo. El Mallorca sigui¨® haciendo historia -nunca hab¨ªa ganado en el Camp Nou- y haciendo su partido perfecto. Agazapado y esperando el contragolpe. Diego Trist¨¢n pudo sentenciar ya antes del descanso. Le falt¨® fortuna porque remat¨® y Hesp, casi sin buscarlo, se encontr¨® con el bal¨®n en los guantes.

O se produc¨ªa un milagro o la Liga se iba. Quedaba s¨®lo que Rivaldo resurgiera con un golpe de genialidad o que el omnipresente Figo hiciera una de las suyas. Nada de eso ocurri¨®. El p¨²blico mantuvo la ilusi¨®n con una falta que ejecut¨® el brasile?o pero la estrell¨® en la barrera. Y media grada la tom¨® con su ¨ªdolo, ¨²ltimamente deca¨ªdo. No hizo nada m¨¢s el Bar?a salvo un par de acciones de Kluivert y Abelardo. Fue entonces cuando Van Gaal perdi¨® la libreta y todos los papeles. El holand¨¦s orden¨® un cambio que s¨®lo entender¨¢ ¨¦l: despreci¨® la capacidad de decisi¨®n del mejor jugador del mundo y lo relev¨® por Simao. Casi parec¨ªa m¨¢s un castigo que otra cosa. Y la grada acogi¨®, perpleja, entre pitos y palmas, la sustituci¨®n.

No pasaron ni diez minutos y lleg¨® el descalabro. Carlos, solo, fall¨® ante Hesp pero Eto'o no. Frank de Boer cometi¨® un error espantoso en un control y le regal¨® el gol. Van Gaal relev¨® entonces a un perplejo Kluivert por Dani. Fue casi simult¨¢neo: Eto'o sirvi¨® el tercero a Carreras, un ex azulgrana que sac¨® los colores a Puyol. El Camp Nou se enfureci¨® con Frank, se ensa?¨® con L¨ªtmanen que sigue sin dar noticias de por qu¨¦ vino al Bar?a y con todo el mundo. Hubo una espectacular bronca, alg¨²n pa?uelo y la peor respuesta: la indiferencia. El p¨²blico desfil¨® y el Bar?a se qued¨® s¨®lo. No se equivoc¨® la afici¨®n: Eto'o y Engonga estuvieron a punto de redondear una goleada todav¨ªa m¨¢s escandalosa que casi despide la Liga.